Vida y Muerte (¿Quienes Somos?)

3 RAQUEL

A cambio de matar a esa mujer tan repugnante pedí una "rebaja de condena" era ilegal pero hasta yo pensaba que era asquerosa y eso que yo conozco a cada tipo de mujer.

Dos meses después salí de la cárcel, era libre al fin, no volvería a caer presa nunca en mi vida, me lo juré, primero muerta antes que volver.

—Hola linda —le di un gran beso a mi novia, cinco años que no la veía.

—Hola, te parece que me veo mejor.

Ella se veía tan hermosa como siempre, claro que yo sabía que se refería a su nueva peluca, ya que ella perdió su cabello cuando comenzó con la quimio terapia.

—¿Me dirás como le hiciste para salir antes?.

—Solo hice un favor, aunque ahora solo me interesas tú.

Ella manejo el auto hasta casa, me sentía tan bien que de inmediato fuimos al cuarto y vimos la película que tanto queríamos.

—Amor, mañana iré a desenterrar el dinero y comprare una casa bien linda para ti.

—Raquel, recuerda que yo no necesito una casa, tú si, tú tienes una vida, yo tengo los días contados, literalmente.

—No empieces con eso, no quiero pensar en eso —le di un abrazo, se que quizás la apreté demaciado pero yo no la perdería, no sin luchar.

Tres  semanas después ella tuvo una recaída y tuve que llevarla de urgencia al hospital.

Pase la noche entera sentada junto a su cama, mirándola dormir, cuando de repente escuche un gemido.

Era extraño estábamos en un hospital, no un motel.

Me acerque a averiguar qué era cuando la vi, una joven, tenía unos trece años y el doctor tan respetado, Lorenzo, la estaba follando.

—Ayudame —el doctor se volteó de inmediato y la tomó por cuello.

—Si dices algo mataré a tu novia, recuerda que yo soy su doctor, no vaya a ocurrir una desgracia —descaradamente volvió a seguir abusando de esa pequeña niña.

Fui corriendo a buscar un guardia y le conte todo, el fue al lugar que yo le dije pero no encontró nada, la chica estaba en su cama "dormida" pero según yo sedada.

Me trataron de mentirosa, el era el doctor perfecto que había salvado tantas vidas en sus  cuarenta y ocho años que eso era imposible.

Luego de una conversación de un par de horas con personal de cámaras, el guardia y el doctor fui a ver a mi amada.

Estaba muerta, aparentemente la máquina se desconectó y por eso no se notó cuando sus signos dejaron de funcionar.

Salí del cuarto y lo intenté agredir, grité a todos los vientos que el la mató, me tomaron por loca.

Por agredir a un médico llamaron a la policía y me detubieron, les dije todo, revisaron las cámaras y no había nada, todo fue borrado.

Estuve en una celda por horas, me dijeron que por agresión estaría solo unos meses en la cárcel.

Pero para que saldría, ella estaba muerta, sentía mucha culpa por no quedarme callada, no pude más y ate mis cordones para hacer una soga, colocándola en mi cuello y me deje caer.

Mi cuerpo intentaba salvarse, sacudiéndose, pero mi mente estaba en ella, sentía mi alma salir de mi cuerpo y aún así inconscientemente intentaba salvarme, eso está en el sistema de cada uno, no es lo que yo quería.

Hasta que mi cuerpo dejó de luchar y di mi último suspiro.