Just one night {Bellamy&Clarke}

Prólogo

Ella lo miró, sin poder creer lo que acababa de escuchar.

Bellamy iba a sacarla de sus casillas tarde o temprano.

-¿Qué?- preguntó él, inocente, como si estuviera preguntándole qué tal el clima. Un esbozo de sonrisa se dibujó en su rostro al ver la expresión de la rubia, y ahora sí ella estaba completamente segura de que toda esta situación le divertía.

Porque parecía que para Bellamy Blake nada era más divertido que verla enojar.

-No-dijo ella sin pensarlo dos veces, negando con la cabeza-No y es un no rotundo, Bellamy. No…-volteó a verlo, y aquella mirada que el chico solía usar cada vez que quería algo apareció-No te atrevas a mirarme así, Bellamy Blake. No, no estoy de acuerdo. No y punto.

-Vamos, Princesa, ¿qué hay de malo en algo de diversión?

-¿Diversión?-Clarke avanzó unos cuantos pasos hasta quedar más cerca de él-¿Cómo puedes estar pensando en diversión cuando los terrícolas están allí afuera esperando que nos distraigamos para atacarnos?

-Vamos, Clarke, tampoco seas tan paranoica-Bellamy se puso serio al fin, bajando la mirada para encontrarse con aquellos ojos azules que últimamente le gustaba observar-Es sólo un día de fiesta, los terrícolas pueden esperar. Además, creo que ya todos estamos demasiado cansados de estar siempre a la defensiva. Es tiempo de algunas horas libres.

-Bellamy...

-No pasará nada, te lo aseguro. Sólo será una fiesta, durará un par de horas y de ahí todos volveremos al trabajo.

Clarke levantó la mirada para verlo a los ojos, y no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa. Y eso era lo único que Bellamy necesitaba.

Ambos salieron de la carpa en la que estaban y, luego de que Bellamy atrajera la atención de todos alrededor, sólo bastó que gritara la palabra "¡Fiesta!" para que todos dejaran lo que sea que estuvieran haciendo y aplaudieran. Clarke negó con la cabeza, aunque, muy en el fondo, tal vez Bellamy tenía razón. Quizás ya era tiempo de un descanso después de todo. Y sí, eso también le incluía a ella, ¿no?

Escuchó el grito de Jasper y acto seguido como la gente se arremolinaba a su lado para conseguir algo de alcohol. Y no pudo evitar reír al ver la alegría de todo el mundo. Octavia daba saltos por todo el campamento mientras que la mayoría ya iba por la segunda ronda de bebidas.

Bellamy volteó a verla, con aquella típica sonrisa arrogante que tanto lo caracterizaba, y en ese momento una loca idea se cruzó por la mente de Clarke. Una idea de esas que no puedes confesársela ni a tu almohada. Porque si lo hacía, porque si decía en voz alta lo que estaba sintiendo en ese momento, sería real. Y nada le atemorizaba más a Clarke Griffin que...

-Relájate, princesa. Esta fiesta es para eso-escuchó la voz del chico, ofreciéndole una botella que estaba segura no contenía agua. Clarke le sonrió, tomó un largo sorbo y al alejar la botella de sus labios descubrió que Bellamy la observaba fijamente.

Esta fiesta definitivamente había sido una buena idea.