My Line Blood Wolf - Mi Linea Sangre Lobo

CAPITULO 8 ( TRAICION )

                                                                                        TRAICION

El aire fresco lleno de esa brisa golpeaban mi rostro pálido, mientras al mismo tiempo hacia bailar mi cabello negro revoloteándolo. Con mis manos reposando en mis piernas ya hacia sentada en una de las tumbas de los niños del orfanato,  podía escuchar como soplaba el viento en los grandes arboles que lo rodeaban y como iba y venia esa fuerza que emanaba el aire. 

Yo, sola ahí sentada, pensando en el motivo que llevo estar en ese lugar en el porque había pasado tanta cosa en mi corta vida, porque recordemos que solo tenia dieciséis años, pero que mi mente cuerpo y alma ya eran de una mujer de veintitantos. Como llegue de ser una niña casadera, a ser un demonio inmortal, un lycan, a casarme con un hombre que yo misma convertí en inmortal el mismo día que me entregue a el, en como llegue a conocer a seres mágicos de la naturaleza, en ver una batalla de ángeles y demonios. Todo eso era solo cosas de la imaginación como mi padre humano me decía. Era todo tan irreal. Pero tan cierto. En como llegue a un lugar lleno de seres inmortales fuertes como una niña débil y sin experiencia a ser la Emperatriz de todo un clan de inmortales, a tener un rey a mi lado, a ser la madre de todos. Tantas cosas que había pasado ya, que me eran imposibles de seguir creyendo. Como es que el inmortal al que le preste respeto por ser mi protector, otro padre para mi, se había ganado poco a poco mi gusto carnal. Como podía desearle?! Eso era una aberración en mi mundo humano..

Pero así era, el ya me había enredado en su vida inmortal, había colocado en mi su corona principal, me protegía y a diario me daba mas poder en el clan, mas decisiones importantes. 

Con el tiempo, también deje de saber de Erudime y todo ser de Gahala, incluyendo a mi amado Ramses. Fui alejándome de todo tema y plan de ellos. De Gio jamás supe mas, ignoraba si el seguía con vida inmortal o si ya lo habrían destruido por destierro, ya que el no permitía ser de ningún clan. Lo ultimo que supe por Elithya, fue que se unió con una parvada de vampiros exiliados que se hacían llamar la guerrilla de los Krathos, vampiros desterrados y exiliados a muerte por sus clanes.

Elithya... 

Elithya, era una demonio de la parvada de la lujuria, de tierras infernales que James tenia a su cargo como protección a el, ella era como su guarda espaldas, a donde quiera que iba, ella le seguía y le cuidaba. También le serbia en muchas batallas. Nada fácil de soportar podría decir, un demonio de la parvada de lujuria es muy raro de tener, no son fáciles de controlar y ella no era la excepción., De carácter altanero y con una maldad maliciosa siempre metía en enredos el cerebro de James, le hacia creer en ocasiones, que a quien poseía por las noches, era a mi, pues se trasformaba en mi otro igual para poder estar con el a solas. Era celosa como cualquier mujer lo seria con su amado, cuidaba a James como si fuera de su propiedad, hasta se llegaba a notar, que a veces se le olvidaba quien realmente era el amo, siempre la corregía y la ponía en su lugar. Una noche de tantas, recuerdo que decidí dar una vuelta por los jardines nocturnos de la casa, y a lo lejos mire en lo alto de la alcoba principal una mujer vestida con una muy colorida ropa de dormir que a la luz de la luna podrías ver reflejos destellantes en su tela rojiza, sus cabello blanco como la nieve lacio y brillante como ceda, se asomaba por los ventanales del balcón, me quede inmóvil pues no sabia que hacer. Quien era? Que hacia en mi alcoba?, espere un poco y de lanada giro su rostro hacia el jardín, y fue cuando le reconocí, era el mismo rostro de mi madre, la anterior emperatriz. Mi cara de asombro, confusión y miedo al no creer lo que miraba. Corrí hacia la casa y entre rápidamente para después subir la escalera y llegar al pasillo en el que estaba la puerta de la alcoba, me detuve en ella y puse atención a lo que allí dentro estaba ocurriendo. Era el, con ella, gemidos desesperados y atareados, golpes en la pared, en el suelo en la puerta. Ellos estaban haciendo el amor, y yo, yo sola, petrificada detrás escuchándolos, con mi corazón latiendo al mil y mis ojos amarillos cambiaron a rojo sin parpadear, agitada de coraje tome fuerza y entre. Sus rostros eran de asombro, se detuvieron por un momento y me miraron, James quiso zafarse de sus brazos pero ella no lo dejo, mientras yo los miraba con odio, sentía unas ganas tremendas de destruirlos a los dos juntos. Ella le tomo el rostro con sus manos, mientras me miraba con una sonrisa burlona y desafiante, le hizo que la mirara, le beso muy levemente los labios y acto seguido, el giro su rostro hacia mi y me estiro su mano.