Una mujer de cabello castaño se encontraba moribunda, tenía en brazos a una pequeña bebé, a la cual había protegido a costa de su vida, el emperador se había ido pensando que había matado tanto a la mujer y a la bebé, cuando estaba realmente equivocado, solo la mujer era la que estaba muriendo, sin embargo alguien había aparecido como un milagro, como si algún dios la hubiera escuchado, con sus pocas fuerzas que aún tenía se arrastro hasta los pies de aquel hombre encapuchado.
¿? - Aún sigues con vida... Quien te hizo esto es alguien cruel - dijo con cierto pesar
Lillian - ¿Podrías cuidar de la princesa Athanasia?... - dijo a como pudo y con lágrimas en los ojos
¿? - Me imagino que te refieres a la pequeña que tienes en brazos - se agacho para poder ver mejor a la mujer
Lillian - Si... Me refiero a ella... Por favor cuídala y protegela... Su nombre es Athanasia de Alger Obelia - acercó a la pequeña lo más que pudo al hombre
¿? - Prometo cuidarla - tomo a la bebé
Lillian - G-gracias.... - sonrió levemente con cierto alivio cerrando los ojos poco a poco
Aquel hombre solo pudo observar como aquella mujer daba su último respiro de vida, miró a la pequeña que tenía en brazos un lindo cabello rubio brillante, estaba dormida la pequeña, no había mucho más que hacer ahí, sabiendo que corría peligro abandono el palacio con la pequeña en brazos.
¿? - Mmm... Necesito hacer un contrato si tengo que cuidarte - dijo para si mismo mientras caminaba en plena noche
Formó un contrato con la pequeña bebé quien seguía dormida, noto como en la mano aparecían los hechizos de comando era un trébol de tres hojas dividido en tres, mientras caminaba sin rumbo alguno, pensó en como cuidaría de una bebé, pues nunca antes había tenido a un máster tan joven, y menos con uno con el que hizo un contrato en contra de la voluntad de la menor.
Después de caminar una gran parte de la noche llegó hasta un bosque, sonrió y sin duda alguna sería el lugar adecuado para vivir sin problemas o eso pensó, se adentro al bosque buscando un lugar más idóneo, hasta que lo ayo, literalmente al no tener nada tendría que iniciar desde cero, pues lo único que llevaba consigo eran unas cuantas cosas que tomó del palacio antes de irse con la menor, con su capa hizo una especie de nido para la pequeña en donde la recostó, aprovechando que aún dormía se dedico a cortar árboles usando sus conocimientos como alguien que vivió en un bosque durante casi toda su vida fue más fácil, había juntado una cantidad considerable de madera, con sus conocimientos como druida y gracias a todo lo que hizo en vida, sabía como sobrevivir y como mantener a la menor lo mejor posible, había puesto manos a la obra creando así un pequeño refugio temporal para pasar mínimo unos días en lo que hacía algo mejor, una vez terminó aquella pequeña construcción fue a por la pequeña que había dejado cerca y la metió a lo que era una especie de cabaña de un solo cuarto, con hojas, ramas y flores hizo una cuna temporal para la pequeña, pues sin duda buscaría hacer algo mejor.
Con el paso de los meses siguió trabajando en la construcción de lo que sería su casa, para evitar dejar a la pequeña sola la colocaba en su espalda atada a el con algunas telas, la menor no era problemática de hecho era tranquila incluso estando despierta.
Fue así que con el paso del tiempo logró su cometido, pues al año de haber llegado a aquel lugar ya había construído una casa de tamaño razonable, pues esta casa era de dos pisos, lo suficientemente amplia y con casi todo lo necesario para vivir bien, la pequeña ya caminaba para ese momento, la menor comprendía su entorno a la perfección pues era una persona reencarnada, sin embargo esta desconocía que era una princesa, de cariño le decía Athy, solía esperar con ansias el regreso de su hermano mayor, así lo denominó ella ya que le era más fácil decirle hermano aunque lo dijera mal, en aquella casa tenía todo lo que necesitaba y sobre todo amor, la pequeña se encontraba jugando con una pelota que le había hecho su querido hermano mayor cuando escucho como la puerta era abierta, camino lo más rápido que pudo pues sabía quien era.
Robin - Athy ya regrese - entro a la casa viendo como la pequeña corría para recibirlo
Athy - ¡B-bi-enveni do!-dijo con entusiasmo
Cu - ¿Te pórtaste bien Athy? - dejo de lado el saco que traía y cargo a la menor
Athy - Athy se porto bien - dijo con una brillante sonrisa
Robin- Eso es bueno Athy - cerro la puerta con llave y después de eso fue con la menor hasta el sofá tomando asiento
Sentó a la pequeña aún lado, se quito la capucha que traía dejándola de lado, y se relajo por unos minutos, después de ese pequeño descanso fue por el saco y lo llevó hasta la cocina pues ahí venía lo que comerían, su vida era simple y tranquila, rodeados por la naturaleza, todo lo que había ahí en ese hogar había sido hecho por Robin Hood , pero el sabía que podría que algún día esa vida tranquila acabaría, aunque esperaba que siempre fuera así.
3 años después...
La pequeña corría cerca de donde estaba Robin pescando, le era divertido salir y no tener que estar en casa encerrada todo el día, aun así el arquero tenía un ojo enzima de ella.
Robin - Oye Athy quedamos que si venías era porque ibas a aprender a pescar - dijo algo fuerte para que la menor lo oyera
Athanasia - Es verdad Athy quiere aprender - corrió de regreso hasta donde estaba Robin
Robin - Tal vez el invierno llegue un poco antes - dijo mirando el cielo - ¿Sabes lo que significa eso no?
Athanasia - Que pronto caerá nieve y que tenemos que tener provisiones para sobrevivir - dijo de manera entre sería y jugando
Robin- Exacto Athy, así que vamos y ayúdame a pescar para que tengamos carne para el invierno - dijo mientras jalaba la red de pesca
Athanasia - ¡Si! - dijo emocionada
Ambos estaban concentrados pescando, hasta que oyó un aullido, alertandolo pues en ese bosque había una manada de lobos, por ello en cuanto oyó aquel aullido Robin tomó a la pequeña Athanasia y la subió a sus hombros, recogió lo más rápido que pudo la pesca que había logrado realizar y empezó a hechar todo en una cesta que llevaba, empezaron su camino de vuelta a casa, el camino no era tan largo, pero a mitad de este se encontraron con una loba muerta y cerca de esta había 4 cachorros, por su tamaño se veían que llevaban a lo mucho dos meses de haber nacido.
Athanasia - Su... Mamá se murió - dijo con tono triste
Robin - Suele pasar Athy, así es la ley de la naturaleza - siguió avanzando dejando atrás a los cachorros
Athanasia - Pero... ¿No podemos quedarnos con los bebés? - pregunto de manera inocente
Robin - Son lobos Athy, no perros domésticos - dijo tranquilamente
Athanasia - Por favor, ya no tienen mamá - dijo casi en suplica
Robin - Agh... Tu ganas, pero si te intentan atacar o algo los corro - dijo con voz firme
Athanasia - Entendido - dijo casi victoriosa
Regreso hasta donde estaban los cachorros quienes no se alejaban de su madre ya muerta, a como pudo se llevó a los pequeños cachorros, al llegar a casa los llevó a la parte de atrás en donde había construido una especie de granero, ahí los dejo para que no se fueran, también les había dejado algo de comida y agua, Athanasia quien tenía curiosidad veía desde la ventana el granero, este era techado solamente por lo que los pequeños cachorros eran visibles desde donde estaba, ella quería ir y tocarlos, jugar con ellos pero Robin no la dejaba pues primero tenían que acostumbrarse a su nuevo hogar, pues al ser lobos no eran animales fáciles de domesticar, aunque ayuda en parte que fueran cachorros.
Aun así con el paso de los meses estos cachorros crecieron, volviéndose así parte importante de la vida de la menor, quien los quería mucho pues eran como sus mascotas, aún así tenía ciertas precauciones con ellos por si las dudas.
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🌿⃟Lᴀ Pʀɪɴᴄᴇsᴀ ᴅᴇʟ ʙᴏsϙᴜᴇೋ
Fanfiction✨⃟Por alguna extraña razón había aparecido ahí, y por cosas del destino decidió cuidarla. Los personajes no me pertenecen, créditos a sus respectivos autores.