Capitulo 8 - Agonía

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Desperté, mis parpados se sentían demasiado pesados, mi cabeza y mi cuerpo dolían, sentía que había recibido la golpiza de mi vida, probablemente me veía en un mal estado, o quizás algo dentro de mí me decía que algo no estaba bien, algo no iba a estar bien, una conversación se escuchaba a lo lejos, así que traté de enfocarme en ella hasta poder comprender lo que decían, pero me era muy difícil, me sentía en un limbo.

- Lo siento, no hay nada que pueda hacer -

- Debe de haber algo - insistió una vos que me era familiar.

- Por ahora, solo puedo darle medicamento y esperar -

- Y si no funciona - dijo aquella voz familiar, pero de una forma agonizante.

- Ella no volverá...- aquellas dos personas me miraron cuando me deshice de la mano que me tomaba para poder tocar mi cabeza, me dolía todo, podría sentir mi cuerpo muy frágil y de alguna manera me asusto.

Con un poco de concentración y esfuerzo enfoqué mi mirada, lo primero que distinguí y me fue familiar, Andy estaba aún lado mío, solo me observaba muy atento, a veces creía que su mirada era muy protectora, pero me gustaba, me hacía sentir segura, esta vez tuve miedo por cómo me observaba, me veía muy detalladamente, había miedo en sus ojos.

Desvié la mirada y la segunda cosa que vi y note es que había un señor grande con un bata blanca, estaba parado al pie de la cama, se veía muy inteligente y su mirada era neutra, pareciera que fuera a decir noticias malas, voltee a todos lados para saber en dónde estaba, era una habitación con dos grandes ventanas las cuales dejaba entrar mucha luz natural, probablemente en otra ocasión hubiera disfrutado de aquella vista y claridad pero mi cabeza dolió con solo mirar en esa dirección así que voltee a más lados, las paredes eran de color azul celeste y transmitían serenidad, habían más ventanas con persianas color azul fuerte para hacer contraste, cuando termine de medio analizar la situación volví mi mirada hacia Andy.

- ¿Dónde es...- no puede terminar, mi voz era casi un susurro, mi piel se erizo y mis ojos se cristalizaron del miedo, me dolía insoportablemente, ¿Era eso posible?, me quedé viendo fijamente a Andy el cual miraba de forma preocupante al señor de bata blanca el cual después de un par de segundos reconocí como mi Doctor de cabecera.

- ¿Cómo estás Danielle? - dijo mientras se acercaba a mi - Soy el doctor Morgan, ¿Me recuerdas? - quise hablar, pero solo salían susurros así que simplemente me quedé callada, Andy no deja de verme, como si me fuera a deshacerme ese mismo instante- ¿Te sientes bien? - volvió a preguntar el doctor.

Me sentía incomoda, me sentía vulnerable y aunque solo había dos personas en la habitación me asustaba la manera en la que me miraban, no quería estar ahí un segundo más.

- ¿Cómo te sientes? - Volvió a preguntar el doctor Morgan.

Estar desorientada no ayudaba mucho a mi persona, por lo que simplemente asentí con la cabeza, mientras el miraba los papeles que tenía en la mano- De acuerdo - sonrió - Es bueno eso - hizo una pausa para mirarme.

- Danielle, llegaste aquí inconsciente, no sabíamos lo que pasaba y había sangre - entonces el señor Biersack- dijo señalándolo con la cabeza- Nos dijo que olías a Cartier, ya sabemos tú historial, después tratarte y de hacer varios estudios- lo miré fijamente me sentía muy vacía de alguna manera, él supo interpretar mi sentir y confusión en ese momento, por lo que se detuvo por unos segundo, ¿porque estaba dando tantas vueltas?, ¿porque no solo podía decirme que no había pasado nada grave y que podía irme a casa?- tú sistema absorbió todo, estuviste a punto de morir, pero pudimos sacar todo de tú sistema, sabes que esto es letal para ti- hizo una pausa- pero tú garganta, tus cuerdas vocales quedaron muy dañadas, por ahora están débiles, a diferencia de las otras ocasiones pareciera como si hubieras bebido toda una botella de Cartier-

I hear your voiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora