Nayeon llegó al departamento de Mina puntual con una botella de tequila. Sabía que quizás sería mucho, pero no estaba segura de como reaccionaría al estar tanto tiempo junto a Mina.
Cuando la puerta se abrió se sorprendió de ver a la abogada en un look tan relajado. Llevaba un buzo holgado de color blanco, una remera azul marina y su cabello un poco desordenado.
-Hola.
-Hola, traje esto – Mina no pudo evitar sentirse avergonzada por andar tan casual cuando Nayeon estaba frente a ella vestida completamente de negro. Con unos pantalones ajustados, tacones de punta, una remera con tirantes y sobre esta, su chaqueta de cuero. Su cabello estaba perfectamente alisado y llevaba sobre su cutis una leve capa de maquillaje - ¿Me harás pasar? – la voz de Nayeon la hizo volver en sí.
-Sí, lo siento. Adelante.
La pelinegra pasó y notó que Mina probablemente estaba mirando una película en el living. Habían snacks, latas de cervezas y un cenicero – no sabía que fumabas – habló Nayeon.
-Solo en mis días libres, al menos trato de darme un día a la semana para mí. Es por eso por lo que me veo tan bien como tú.
-¿Crees que me veo bien? – Mina sólo sonrió.
-Claramente te ves bien – ambas chicas sonrieron – me iré a cambiar.
-No – Nayeon tomó la mano derecha de Mina – no hace falta, la vestimenta casual te queda bien.
-Entonces la que tendrá que cambiarse eres tú – Nayeon no estaba entendiendo – lo siento, pero no me quedaré tranquila hasta que las dos estemos en la misma sintonía – la pelinegra dio un pequeño vistazo a su alrededor.
-Claramente este es tu día libre y de relajación, así que no seré una desconcentración en este día y me pondré lo que quieras que me ponga – Mina no pudo evitar sentir que esas palabras tenían doble sentido.
-Iré a buscarte ropa.
-Sólo un buzo, me quedaré con esta remera – Nayeon se sacó la chaqueta y los ojos de Mina recorrieron sus clavículas, hombros y pechos - ¿No te molesta verdad?
-No, claro que no, en absoluto.
Mina caminó hasta su cuarto y sacó un buzo de su closet. Se sentía extrañamente nerviosa por tener a Nayeon en su casa. La verdad era que había pensado en la pelinegra todos estos días, que deseaba verla y que la cuidara. No entendía porque esa chica tenía ese efecto en ella.
Después de conseguir el buzo bajó hasta el living y le paso la ropa a Nayeon, la pelinegra sonrió y comenzó a desabrochar su pantalón en el mismo lugar. Mina no quería ver, así que caminó hasta la cocina y comenzó a armar una tabla con quesos, jamón, salame, aceitunas, diferentes tipos de carnes y dos copas de vino tinto.
-Te queda bien mi ropa.
-Dame eso, no deberías hacer fuerza, por tu hombro digo.
-Estoy mejor, ya no me duele.
-De todas formas, debes cuidarte – Nayeon tomó la tabla y la posicionó en el centro de la mesa de estar – gracias por esto, se ve delicioso.
-No es la gran cosa.
-¿Cómo has estado tú? Mo vas con la tarea de olvidar al amor de tu vida e intentar tener una relación.
-¿Por qué crees que estoy acá? – Mina se ruborizó.
-Creo que nunca me voy a acostumbrar a que seas tan directa.
-Lo siento, no quiero incomodarte.
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im in love with a monster
FanfictionNunca hay que mezclar el trabajo con los placeres del amor. Una bala podría derrumbar todo un castillo de privilegios, pero tambien, hacer añicos los corazones más fríos del planeta.