33. Ryujin

276 33 4
                                    

La vida continuó para las amigas abogadas, pero algunas cosas habían cambiado. Algunas no tan obvias y que ninguna de ellas esperara que pasara, pero claramente, la vida siempre les da sorpresas y está, especialmente esta, no era buena y no tendría que haber ocurrido.

Después de que Nayeon y sus amigas fueron sentenciadas a ir a cárcel, las abogadas decidieron demandar a sus padres y a todos los que estaban detrás de esta asquerosa empresa. Las cosas después de eso no salieron bien para ellas. Aun quedaba mucha gente con poder detrás del trabajo que había realizado GD que las quería muerta. Lo gracioso era que nadie se les acercaba, ellas no entendían el porqué, pero lo aceptaban.

Con el pasar del tiempo, sus buffet fueron perdiendo credibilidad. Después de todo, en el mundo empresarial uno sabe que estas cosas pasan constantemente, pero que nunca se deberían hablar ni mucho menos buscar la cárcel con eso, las cosas jamás saldrían bien y así paso. El buffet de Mina, Sana y Jihyo se terminó vendiendo por partes iguales y las chicas terminaron alejándose. Sana creía que era un buen momento para pensar y viajar. Había perdido todo en menos de un año, su corazón y su alma merecían un digno descanso. Por otra parte, Jihyo nunca fue la misma después de asesinar a su hermana, murió una parte de ella y su alegría con su personalidad jamás volvieron a ser las mismas.

Mina, bueno, Mina no se había podido sacar de la cabeza a Nayeon todo este tiempo. Su vida laboral, profesional y sexual no se podía comparar a la que tenía antes de haber conocido a la pelinegra. Odiaba en lo que se estaba convirtiendo, no le gustaba lo que veía al espejo, su trabajo tampoco funcionaba del todo, sus amistades se habían ido, pero no las podía culpar. La situación jamás fue fácil para ninguna de ellas, mucho menos para Tzuyu. La taiwanesa terminó a penas su carrera. Lo primero que hizo fue tomar un vuelo de regreso a Taiwán cuando todo terminó. Mina había escuchado que tenía un pequeño buffet en uno de los distritos más pobres de su país, trabajaba como abogada que resguardaba los derechos de las mujeres. Mina lo encontró maravilloso y sanador, envidiaba no poder hacer lo mismo.

A Nayeon le habían dado 25 años sin derecho a libertad condicional. Mina no puede olvidar la forma en que la luz de la vida se esfumó de los orbes negros de la pelinegra. Lo que vino después, simplemente terminó por sepultar a la abogada. Nayeon había exigido tener nulas visitas y había dejado una lista. En la lista, solo había 8 nombres, Mina solo fue capaz de reconocer 7. Encontró gracioso que Nayeon exigiera que no la visitaran todas las personas con las que había creado un lazo de amistad en el último tiempo.

Mina jamás pudo cumplir esa regla, visitó a Nayeon todas las veces que, pudo en los últimos años, pero por un motivo en especial. El octavo nombre que había en esa lista le llamo la atención, incluso la forma en la que salía el nombre de sus labios le producía escalofríos. Shin Ryujin. Lo primero que pensó la abogada era que podría ser un antiguo amor de Nayeon y que había sido importante para ella, tan importante, que Mina estaba segura de que la pelinegra había colocado el nombre a propósito para que ella lo leyera. Así que, simplemente se dedicó a buscar a la chica hasta que dio con su paradero. Quiso ir a ver a Nayeon por primera vez, pero se negó y así, se continuó negando todos estos años, pero la abogada continuó yendo, aunque nada cambiaba.

La abogada decidió después de 7 años acercarse a Ryujin, después de todo la chica había cumplido 18 años, tenía una edad importante y se había dado cuenta de que existía alguien, que no era Nayeon, quien la estaba ayudando. Así que, cuando la carta de Mina llegó a sus manos, no dudó y aceptó juntarse con ella.

Flashback de Mina

¿Qué estaba haciendo Mina a los 18 años? Era lo único que se preguntaba diariamente desde que había decidido juntarse con esa chica.

im in love with a monsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora