𝐇𝐢𝐥𝐨 𝐌𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 | El hilo rojo une dos almas para amarse por la eternidad.
El hilo negro las une para odiarse hasta el resto de sus vidas.
Pero el hilo morado, une a dos almas para que ellas mismas decidan si odiarse o amarse para siempre.
Tae...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se me estaba volviendo costumbre despertar temprano, Beomgyu se levantaba como a las seis y por más de que trataba de no hacer mucho ruido o no mover la cama cuando se levantaba lo hacía y me sacaba de mi lindo mundo de sueños.
Pero no me quejo, es aún más lindo ver su rostro.
Me desperté a las 6:30, Beomgyu no estaba a mi lado y al parecer hoy si logró su cometido de no hace mucho ruido o no mover la cama pues no supe en qué momento se fué de aquí. Antes, era un martirio tener que levantarme de la comodidad de mi cama, ahora era ya un hábito gracias a mi bonito novio.
Novio que por cierto no encuentro.
Ingresé al baño unos minutos para mi higiene personal, cuando acabé busqué a Beomgyu por toda la casa, revisé en varios lugares pero no estaba, solamente quedaba su habitación por ver. Desde que dormimos juntos casi no entra a su habitación, a veces solo lo hace para buscar algunas cosas o cuando quiere cambiarse de ropa, la idea era solo mover su cama a mi habitación pero terminó llevando sus cosas de a poco convirtiendo esa habitación en propiedad de ambos.
- Gyu - toqué pero no respondió. Pegué mi oreja a la puerta tratando de escuchar algo que me confirme que Beomgyu estaba ahí. Conseguí mi propósito con éxito, podía escuchar su voz como si estuviera charlando con alguien muy animadamente. Giré la perilla haciendo que la puerta se abra y lo primero que vi fué a Beomgyu, bueno, su espalda ya que él estaba mirando por la ventana aún con su pijama, las puntas de su cabello apuntando a distintos sitios y su móvil pegado a su oreja.
- No, él no es así. Lo sé - hizo una pausa algo grande - ¿en serio? crees... ¿crees que pueda verte? - ¿ver a quien? Claro que tiene derecho de salir y no solo pasar tiempo conmigo pero eso me puso algo... celoso - claro que no, aún no, algún día lo haré pero no pronto, no mientras él esté ahí.
Okey, no se con quien habla ni de qué pero no le encontraba sentido a su conversación, no me daba buena espina. A pasos sigilosos me acerqué a él hasta quedar unos cuantos centímetros apartado de su cuerpo.
- Podría decirle que quiero visitarte y espero que no quiera acom-.
- ¿Con quien hablas? - enrollé mis brazos en su cintura.
Solté una carcajada cuando dió un grito algo agudo y su teléfono casi cae al suelo - ¡Taehyun, maldita sea! - trató te apartarse de mí pero se lo impedí, ilclusive puse mi barbilla en su hombro - ¡deja de hacer eso, joder, casi me matas de nuevo!
- ¿Beomgyu? ¿estás bien cariño? - se escuchó la voz de una mujer al otro lado de la línea, parece que con el susto Gyu puso la llamada en altavoz por accidente.
Me miró de mala gana pero dejó de forcejear al ver que no tenía escapatoria de mis brazos, llevó su móvil a su oreja de nueva cuenta y siguió con su plática - si, lo siento, es que pasó un animal feo y me asustó - respondió a lo que yo me indigne.