Observé cautelosamente el orificio donde la flecha está colocada. Miré el lugar donde tenía que encajar. Ni un solo fallo podía ocurrir. Necesitaba un tiro preciso y seco. Estiré el arco, haciendo fuerza con mis manos. Me concentré en el objetivo, como si de una presa se tratara la diana. Me moví muy ligeramente para colocarme para realizar mi disparo. Observé durante unos segundos más, mientras calculaba que la flecha iba en dirección correcta. Sostuve un poco más y... la flecha aterrizó en el centro de la diana. Justo en el centro.
-Buen tiro.- me dijo Steve con una sonrisa torcida. Yo sonreí también. Había sido un tiro perfecto.
-Gracias.- contesté quitando la flecha de la diana.
-Y rápido. Estás mejorando mucho.- comentó. Yo sonreí orgullosa.- ¿Has visto hoy a tu padre?- me preguntó casualmente.
-No.- contesté tajante. Cogí esta vez un cuchillo y le di vueltas con mis dedos.- Creo que estaba en una reunión en Milán.- tiré el cuchillo, volviéndolo a encajar en el medio de la diana.- ¿Por?
-Curiosidad. ¿Luego me podrás ayudar con algunas pruebas para entrenar que tenía pensadas?- me preguntó mientras se sentaba en el sofá de la sala. Yo sonreí. Steve y yo solíamos hacer muchos planes juntos. Él decía que yo era muy inteligente para tener 15 años y yo creía que él era el menos hipócrita del equipo.
-Pues claro.- contesté.
-Buenos días.- Happy entró en la sala y yo rodé los ojos a sus espaldas.- Olivia, tu padre te quiere ver ahora en su despacho.- yo me giré a mirarle sorprendida.- Ahora.- recalcó. Yo miré rápidamente a Steve, el cual se encogió de hombros y yo seguí a Happy a paso rápido hasta llegar a su despacho.
-No puedes decir eso...- le escuché hablar mientras abría la puerta para entrar a su despacho. Happy le hizo una seña para que supiera que estaba aquí y este me miró rápidamente.- Hablamos luego, Rob.- y colgó el teléfono. Yo me senté el la silla delante de él.- ¿Como estás cariño?- me preguntó.
-Bien. Ocupada entrenando.- le contesté para que supiera que había estado trabajando. Él sonrió levemente. A veces ser la hija de Toni Stark, alias Iron Man, no era lo que se puede decir una tarea fácil. Bueno, realmente no era su hija como tal. Era adoptada. Mi madre murió en mi nacimiento, por el parto. Y mi padre murió días después por la tristeza de haber perdido a mi madre. Entonces, antes de que me pudieran llevar a cualquier orfanato, Toni me encontró. Según él, nací con superpoderes, así que no fue muy difícil localizarme. Desde entonces, Toni es mi padre y yo soy su hija. Ambos lo sentimos así. Y desde entonteces, y desde que tengo memoria, he estado entrenando como una loca para estar en Los Vengadores. Había hecho pequeñas misiones con ellos, pero nada tan grande como para darle importancia.
-Así me gusta.- dijo.- Tengo una noticia importante que darte.- soltó acomodándose la chaqueta. Yo le escuché atenta. Una misión.
-Dime.- esperé intentando esconder mi emoción.
-Vamos a tener una nueva incorporación.- cuando soltó esas palabras, noté mi cuerpo congelarse. Mi boca se abría y se cerraba pero no podía decir nada.
-¿Despides a Happy?- pregunté confusa.- El hombre es un poco extraño pero...
-No despido a Happy, Olivia.- me frenó. Yo alcé mi ceja sin entender nada.
-No comprendo.- le hice saber.
-Tenemos una nueva incorporación. No despedimos a nadie.- yo me recoloqué en mi silla, inquieta.
-Bueno, ¿y quien es la persona afortunada?- pregunté un poco molesta.
-Spiderman.- contestó como si nada. Yo abrí los ojos como platos.
-¿¡QUE?!- grité levantándome de mi silla. Mi padre me miró y movió las manos lentamente para que intentara calmarme.
-Sé lo que estás pensando, pero solo estará aquí durante el verano.
-Papá, ¿tú has visto a ese tío?- le pregunté nerviosa.- Se carga más cosas de las que arregla.- dije.- Ese hombre no puede estar en el equipo. Es torpe, poco coordinado y no tiene nada de técnica.- enumeré.
-Lo sé, lo sé... Pero tiene potencial, solo necesita que le ayuden. Y nosotros también.- espetó levantándose de su silla.
-Pero yo os puedo ayudar. He estado entrenando toda mi vida. Ya estoy lista.- le expliqué.
-Cielo.- mi padre me puso las manos en los hombros.- No dudo de tus capacidades.- yo respiré hondo. -Pero Peter viene y no hay más que hablar.
-¿Peter?- pregunté.
-Así se llama. Me tengo que ir ya.- cogió su maletín y se encaminó hacia la puerta.-Te llevarás bien con él. Además, tiene tu edad.- me dio un beso en la sien y se fue del despacho. Cuando se fue, di un grito ahogado y le di una patada al suelo. Lo que me faltaba. Un superhéroe de pacotilla en el equipo y encima adolescente.
-¿Puede ser peor?- le pregunté a Natasha, desesperada, mientras me tiraba en el sofá. Ella sonrió de lado y le dio un trago a una cerveza.
-No te agobies por cosas que aún no han pasado, Olivia.- me aconsejó.- ¿Quien sabe? A lo mejor es guapo.- levantó las cejas. Yo me incorporé.
-¿Crees que ahora mismo estoy pensando en si es guapo o si es feo? ¡Ese maldito crío va a ocupar mi lugar!- grité.
-Cálmate, nadie va a ocupar el lugar de nadie.
-Es que no lo entiendo... Yo soy más inteligente, estoy mucho más preparada y mi maldito padre es el capitán del equipo.
-No hables así de tu padre.- soltó Bruce, que pasó por mi lado.
-Oh, ve a transformarte en Hulk.- le dije. Él soltó una carcajada.
-Olivia. Tu padre sabe de sobra tus capacidades. Todos en el equipo lo hacemos, empezando por Steve. Le has ayudado en muchos planes y estrategias. Eres un prodigio. Y ningún adolescente te va a quitar tu lugar en el equipo. Antes tendrá que pasar por el martillo de Thor.- dijo burlona.
-¿Alguien me ha llamado?- preguntó el susodicho. Natasha y yo reímos.
-Tú sigue a lo tuyo.- le dijo la pelirroja.
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YOU'D CHOOSE ME, RIGHT?
FanfictionOlivia lleva formando parte del equipo de los Vengadores desde que tiene uso de memoria. Olivia ha trabajado muy duro para que su padre se sienta orgulloso de ella. Pero entonces llega Peter Parker para romper toda esa perfección y cambiar completam...