Lunes en la tarde y todos los estudiantes estaban revueltos en la secundaria. Voces sonando, chicos y chicas los cuales corrían a las aulas, personas preocupadas por sus materias, pero todos ellos tenían algo en común.
La vista en el futuro sobre sus expectativas.
Entre ellos estaba una cabellera de color rojo resaltando en el lugar, iba caminando con sus libros en su mochila y un portafolio que pintaba de colores pasteles. Sus ojos almendrados iban de un lugar a otro y repetía un millón de veces las indicaciones dadas. Hoy estaba trabajando como profesor de medio tiempo en la secundaria de artes en la cual cursaba cuando era más joven.
Sucedía qué, a pesar de que el trabajo del supermercado era estable, necesitaba un poco más de dinero para comprarse pinceles de pelaje natural y de pelaje sintético, rollos de fotografías exclusivos, junto con temperas para tela y diferentes papeles de uso único. Al finalizar de sacar ese presupuesto daría un estimado de 100$, ya que los productos eran exclusivos de regiones como Venezuela, México, Colombia, Perú, Panamá, Cuba y Estados Unidos. Por lo mismo estaba haciendo esa pequeña jornada para ahorrar lo suficiente y llegar a su meta.
—Salón trescientos. —Murmuró en un tono de voz bajo, ladeando su cabellera al pararse delante de la puerta. Bien, era hora de actuar porque el dinero no se hacía solo. Dió una última mirada a su atuendo para luego entrar con los nervios a flor de piel—
—Buenas tardes alumnos, soy el profesor suplente de esta semana. —El de cabellera roja mostró una sonrisa leve y corta hacia los pequeños que le miraban con ojos curiosos— Me llamo Kim Taehyung y espero que nos llevemos de buena manera. —El muchacho hizo una reverencia leve hacia los adolescentes de quince años, analizando sus rostros con un semblante serio, frío, pero sereno; tal cual como siempre acostumbraba a hacer con todas las personas—.
Los alumnos abrieron su boca un poco sorprendidos al ver como un chico tan joven -A su parecer- les iba a explicar la materia en esa semana. Era algo inusual pero impresionante, así que intentarían de causar una buena impresión en Kim. También contando el hecho de que su aura en conjunto con su semblante no era uno como para faltar el respeto.
—Pues, como saben, hoy comenzaré a darles clases durante la tarde ya que su profesor inicial está de reposo. —Dijo en un tono de voz sereno caminando al escritorio, dejando su morral y portafolio de manera ordenada—. Pero como todo profesor quisiera que se presentaran conmigo para no llamarles de mala manera. —Confesó con una sonrisita casi tenue, viendo como los chicos asentían con emoción— ¡Perfecto! —Aplaudió con energía— Como saben me llamo Kim Taehyung, tengo diecinueve años de edad, soy su profesor suplente de artes, trabajo también en Cloud 9 y estudio en la universidad de artes de nuestra capital, seoul. —Confesó notando comos sus alumnos hacían una pequeña "o" con sus bocas, asintiendo— ¿Quién sigue? —Preguntó con tranquilidad—
—Uh.. ¡Yo! —Dijo un pequeño de hebras castañas de rasgos finos— ¡Me llamo Choi BeomGyu y tengo quince años!.Me gusta el arte y espero poder estudiar en la misma escuela que usted, Profesor Taehyung. —El chico tenía un aura divertida, amable, inclusive se podía decir que era una llena de vida. Era agradable—.
Así fue como los niños poco a poco fueron interactuando con su profesor, hablando y conviviendo unos con otros. El ambiente poco a poco se comenzó a volver uno de interacción entre alumnos y el profesor Kim; era un genio en eso de tratar con los niños, más aún con los adolescentes, porque obviamente al tener edades parecidas pueden compartir mismos gustos en algunos casos.
Además de que el sentimiento de estar satisfecho al poder tener nuevamente esa chispa que tanto le gustaba apreciar al enseñar sus conocimientos sobre arte era inigualable. Había esperado pacientemente por poder tener ese puesto de suplente que desde hace unos meses había pedido.
¿Por qué no se lo habían dado? Pues la respuesta es sencilla. no le entregaron el papel de suplente ya que habían otros candidatos "capacitados" para reemplazar al profesor principal, pero, siempre se recibían quejas de los padres puesto que no era para nada justo que los niños simplemente supieran más que los mismos maestros y que solo perdieran el tiempo allí. El dinero no se produce fácilmente y los docentes lo que menos quieren es malgastarlo.
Por eso mismo, cuando al de diecinueve le propusieron este trabajo más la paga extra por estar desesperados pudo saber que la ley de la atracción sí era real.
Lástima que no funcionara con su crush..Bueeno.

—Bueno clase, eso vendría siendo todo por el día de hoy. Recuerden que para mañana nos va a tocar leer el origen de algunas de las obras de Leonardo Da Vinci e igualmente vamos a pasar con la analogía profunda de las paletas de los colores secundarios y de como pueden ser contrastados con el fin de hipnotizar al espectador.
Los alumnos asintieron con interés notorio. Vaya que le había ido demasiado bien en la clase; todos eran excelentes estudiantes que prestaban atención mientras que mantenían la paz en el salón.
Simplemente fue perfecto su día de trabajo.

Hola, ¿qué tal mis amores? tengo unos cuatro o cinco meses sin actualizar y les digo el motivo:
vean, hace unos meses me tocó mudarme hacia otro país, por lo mismo he pasado por muchísimos problemas y así. igualmente he pasado por un sinfín de bloqueos de escritora y he querido borrar mi proyecto, pero, he decidido en quedarme un tiempo más con ustedes y poder seguir en marcha <3.
un día de estos les explico bien pq me he ido, pero les prometo que voy a seguir intentando de actualizar <3.
ya dicho esto, el capítulo se fue un poco más por las ramas y el estilo de trabajo de tae, el cual se va a estar viendo poquito a poco, jsjsjsj.
sin más que decir, los tqm y perdón por la tardanza, nos vemos.

Disculpen los errores ortográficos.
Samwantstolove.
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𝑬𝒍 𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒎𝒆𝒓𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝑪𝒂𝒋𝒂 3 ➵〔 𝓣𝓪𝓮𝓚𝓸𝓸𝓴 〕
FanfictionJungkook solo quería un poco de leche de banana junto con otros suplementos. Taehyung era el chico lindo que atendía la caja registradora con una sonrisa animada. ambos tenían una fascinación ese supermercado... una que va más allá de facturar produ...