Ángel Predestinado [KatsuDeku]

VI

Corría y corría por el oscuro y frío bosque en plena luz de la Luna aquel chico asustado , derramando lágrimas sin poder detenerlas. Chocaba con alguna que otra rama y tropezaba contra el suelo pero no le importaba, seguía corriendo sin rumbo alguno absorto en sus pensamientos.

"Soy solo un entretenimiento para él"
"Aún sabiendo lo que pasé hoy, me atacó de todas formas"

sus pensamientos seguían en bucle, causándole un gran dolor en el pecho. Era la primera vez que Izuku se sentía así.  No pudo correr más, ya que llegó a un precipio, y sin importarle nada, extendió sus alas para volar por el cielo nocturno.

"Pensé que tú serías diferente"

Retumbaba en la cabeza del peliverde. Sin embargo, sus pensamientos se vieron interrumpidos abruptamente por una larga enredadera que lo sujetó de su pierna, arrastrándolo hacia tierra.

-¿¡Pero qué-!?-. Gritaba el ángel mientras caía y retumbaba contra ahora el suelo.

"Otra vez, esas dichosas enredaderas..."

Izuku se encontraba herido por el fuerte golpe, intentaba recomponerse pero una voz chillona lo alertó.

-¡Por fin te encuentro, mi pequeño Ángel! -. Exclamó una chica rubia de dos coletas portadora de una sonrisa sádica.

-¿Sabes lo que me ha costado encontrarte, pequeño? -. Se acercaba ahora ella al magullado cuerpo del ángel , quien le miraba confuso y sorprendido.

Ésta se agacha a la altura del rostro pecoso, acariciando su mejilla mientras sonreía mostrando sus colmillos, excitandose por ver pequeñas heridas en esa cara de porcelana.

- Eres mucho más hermoso de lo que me habían dicho... Y cubierto de heridas...¡Ah, qué excitante! -. Reía y sentía escalofríos el cuerpo de la extraña.

Izuku sentía miedo. Aquella persona emitía un aura realmente oscura. Con ese tipo de almas, él no podría hacer absolutamente nada. Solo le quedaba luchar.

El ángel comenzó a incorporarse, sus heridas iban cerrandose y una luz dorada emergía de su pequeño cuerpo y grandes alas. Ahora miraba de forma decidida y amenazante a la chica en frente de él, creando rayos esmeraldas con su mano derecha.

-No te atrevas a tocarme. -.
Aquella mirada enfadada y firme postura del ángel cautivó la atención de la chica, haciéndola callar.

-Hmm... Supongo que tendré que cortarte  profundo , hasta que tus entrañas ya no puedan regenerarse.-. Dijo seria, no por mucho tiempo, cambiando rápidamente a una sonrisa de oreja a oreja realmente malévola.
-¿No suena excitante, Izuku?-. Rió, para avalanzarse rápidamente hacia él mientras lo volvía a cortar con un afilado cuchillo, Izuku se quejó, pero la apartó con un rápido e impactante trueno esmeralda que retumbó por todo el bosque.
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(En el Reino de Arcade)

-Parece que hoy habrá tormenta-. Decía sudoroso y agitado Kirishima quien se encontraba en su alcoba junto con Kaminari, quien se encontraba bajo él.