IV

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En el gran jardín de Arcade ya de medio día, se encontraba la mejor guardia reunida por Kirishima, el cual era la mano derecha del rey. Donde también se encontraba Izuku, quien fue citado una hora antes por el pelirrojo para entregarle un uniforme. Y no un uniforme cualquiera, no. Un traje diseñado por los mejores modistas del reino, el cual consistía especialmente para los arqueros. Ahora,Izuku portaba una camiseta de tirantes negra, echa de cuero, donde en el pectoral izquierdo portaba un pequeño escudo que representaba el reino de Arcade, que consistía en la cabeza de un dragón en llamas. Junto con unos pantalones marino, casi negros, algo anchos de rodilla para abajo haciendo pliegue, donde en la parte de los muslos portaba un par de cinturones donde guardaba un par de cuchillos de caza, por si acaso. Usaba unas botas marrones de cinturón, más grandes que sus piés. Finalmente traía puesta una capa verde musgo con capucha, y en su espalda la funda de las flechas con el arco rodeando su cuerpo. Para la guardia, Midoriya era el arquero ideal, pequeño, veloz, ágil, escurridizo, tenia un talento nato para camuflarse. Para las mujeres también lo era, solo que ellas tenían fantasías inapropiadas con el nuevo arquero de ojos verdes de la guardia real. Y para Katsuki, bueno, debía apartar esos sucios pensamientos hacia el peliverde de rizos sedosos. Ya que,no quería admitirlo, y se dedicó a ignorarlo desde la discusión que tuvieron días atrás. A Izuku le daba la sensación de que retrocedió muchos pasos en cuanto su relación con el rubio fornido, pero en realidad no era así. Katsuki aguantaba menos de lo normal, el oji esmeralda le estaba haciendo perder la cabeza. Sus constantes halagos inocentes y sonrisas relucientes le estaba haciendo perder los estribos, así que decidió evitarlo a toda costa.

-Vuestro deber ahora consistirá en vigilar y proteger las partes más débiles de la frontera, pero como no me fío ni un pelo de los cabrones que han intentado entrar y derribar a mis dragones, también habrá guardia en las partes reforzadas. -Explica el rey con el ceño fruncido y voz ronca y áspera, como de costumbre, a su guardia asignada. -Haremos grupos de tres, como mucho cuatro,y cada uno portará un dragón. Ahora Kirishima os dirá donde os asigné. -. Dicho esto, el pelirrojo avanzó para leer la lista de nombres.

-Tokoyami, Sero y Mirio en el ala este. Shoji , Koji y Ojiro al oeste. Tetsu tetsu, Monoma y Shinso al norte. - Kirishima seguía diciendo nombres, donde mientras cierto oji rubí obserbava de reojo al peliverde, quien le devolvía las miradas y regalaba alguna que otra sonrisa, logrando poner nervioso al orgulloso rey.

- Y finalmente, Kaminari, Bakugo, Midoriya y yo al frente. -. Finalizó mientras doblaba el papel de nombres y lo guardaba en su bolsillo . Katsuki dio la orden de descanso para empezar partir, la misión consistiría por turnos. Ahora todos se reunían en sus respectivos grupos. Midoriya se dirigía al suyo, pero cierto rubio lo detuvo.

-Midoriya!-. Éste se giró al llamado.

-Ah, Mirio, hola-. Saludó sonriente.

-Me hubiera gustado estar en el mismo grupo... Tus habilidades son increíbles, me hubiese gustado aprender algo de ti.-.

-Bueno, siempre podemos entrenar juntos. Además, tu habilidad con la espada es buena, no creo que necesite enseñarte nada.-. Halagó el peliverde. La conversación no duró mucho, pues un rubio algo enfurecido atrapó el brazo de Midoriya arrastrandolo.

-Kacchan??-.

-Andando, deja de parlotear tanto, nerd.-. Le bufó molesto, sin mirarlo a los ojos.

A veces no entiendo los arranques que tiene. Pensó el inocente ángel.

-Vamos tirando entonces?-. Pregunta amigable el guardia rubio que no se despegaba del lado de Kirishima.

Ángel Predestinado [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora