Capítulo 5. Promesa y juramento.

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-Oye, traje el helado.

Max parpadeó ante la barra de helado azul brillante que Roxanne le puso bajo la nariz y luego la miró. 

-¿Estás segura?

Ella se rió.

-¡Por ​​supuesto! Tu maestro dijo que podrías estar de mal humor, así que nos pidió que te acompañáramos con un helado para que no estuvieras solo. Harmony y los demás llegarán aquí pronto. Están ayudando a PJ a apagar la máquina de su padre.- Se sentó a su lado y le dio un mordisco a su propia barra de helado. -No puedo creer que el papá de PJ construyera una máquina destructiva de pinball gigante en el subterráneo de Disney Town.

Max se rió entre dientes.

-Sí, el Sr. Pete… extraño. Incluso cuando antes de la época se volvió una especie de pícaro, pasaba mucho tiempo solo.

Max se preguntó si era por eso que Pete se había aferrado a Maléfica durante tanto tiempo. Porque ella le prestó atención.

-Bueno, no puedo creer que haya descubierto esta gran vista de la pista de carreras y no la haya compartido con nadie.- gimió PJ cuando él, Bobby y Harmony también llegaron, cada uno tomando asiento y tomando un helado de la bolsa.

-Y yo puedo creer que el Maestro Riku nos haya dado dinero para comprar helados.- dijo Bobby, tomando asiento al otro lado de Max.

-Si... y No puedo creer que siga siendo mi Maestro ...- Max murmuró.- Después de lo que hice ...

No había tenido la intención de hacerlo. Ni siquiera se dio cuenta de que tenía oscuridad en su corazón. Para usar su magia oscura contra un enemigo de mala manera en frente de su propia maestro.

El maestro Riku estaba furioso y Max estaba seguro de que estaba a punto de pedirle al aprendiz que le devolviera su llave espada. Pero entonces ... un destello de luz en la mano de Riku, una suave brisa en el aire, y la ira de Riku se calmó en resignación y comprensión. Max no estaba seguro de cómo, pero estaba seguro de que Sora había calmado a Riku. De algun modo...

-Bradley habría merecido una bola de fuego en la cara.- resopló Roxanne. -Aunque… me alegro de que tu papá estuviera allí antes de que te dejaras llevar. Eso fue un poco aterrador.

Max sintió que se le encendía la cara. 

-Lo siento.

Harmony rodeó a Roxanne para apretar el hombro de Max. 

-No es tu culpa. Habría estado justo detrás de ti.

-Pero no cediste a la oscuridad de tu corazón. Yo lo hice. Por un momento. Estaba tan enojado por lo que te llamó. Eso fue...

-Un término vil y repugnante.- Harmony estuvo de acuerdo.

-Quería simplemente ... quemarlo directamente de su boca.- Max resopló y se reclinó contra el edificio en el que estaban sentados.

-Odio como esa cosa no pertenece a este mundo.- Roxanne dejó escapar un suspiro. O en cualquier mundo. ¿No es por eso que tienen esas ... llaves espada? ¿Verdad?

Después de meses de rogar y suplicar, King Mickey le había dado permiso a Max para contarle a Roxanne sobre las llaves espada. Max se sintió aliviado de poder contarle a su novia lo que realmente hacía en la escuela, pero ahora ese momento estaba arruinado por ese estúpido, inútil, arrogante ...

-Uh ... no puedo creer lo que Bobby acaba de poner en su helado.

Max sintió que su ira se desvanecía cuando Roxanne se inclinó sobre él para mirar fijamente el brebaje que Bobby acababa de hacer. Max miró también, retrocediendo ante la masa amarilla de queso que ahora estaba untada en el helado de Bobby. 

The Things You Don't Come Back From [SoRiku]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora