The Things You Don't Come Back From [SoRiku]

Capítulo 8. Ganar y perder.

Preparen sus pañuelo, porque desde aquí nada será bonito. Me costó mucho terminar los capítulos siguientes por el dolor en mi corazón que provocaba cada palabra. Es una realidad que quizás nunca llegaremos a ver en la saga realmente ¡Nadie muere en KH!  Hasta ahora...

Bueno, esperó disfruten del capítulo. No quiero sufrir solo (?

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Habían tardado dos años.

Dos años más de batallas, entrenamiento y pérdidas.

Un año después del ataque a Disney Town, el Maestro Lea se había debilitado severamente defendiendo a los aprendices más jóvenes contra un ataque en la Tierra de Partida directamente. Aunque había logrado ahuyentar al enjambre Heartless que lo atacaba, su cuerpo nunca se recuperó y falleció un mes después. Roxas y Xion se unieron a su memorial en un año, y sus cuerpos de réplica parecían dejar de funcionar correctamente. Pasaron al Mundo Final con unos días de diferencia.

Ese año había sido duro para la tía Kairi, especialmente cuando recibió una carta de Lord Ienzo de Radiant Garden que decía que alguien llamado Namine había fallecido mientras dormía. Luego pareció doblarse, volviendo a sus deberes como Maestra y entrenando a varios de los aprendices más jóvenes mientras sus propios Maestros luchaban contra los desalmados en varios mundos.

Oficialmente, a Max todavía le quedaba un año antes de que pudiera convertirse en Maestro, pero esa regla en sí parecía no tener sentido cuando se escapó de la Tierra de Partida para unirse a los Maestros en el campo. Él, Harmony, Bobby y PJ persiguieron todas las pistas que pudieron para intentar localizar el castillo de Maléfica, con la esperanza de que tal vez Roxanne todavía estuviera allí, entera e ilesa.

Max nunca llegó a averiguarlo realmente. Tan pronto como localizaron la base de operaciones malvadas de Maléfica, pareció que se lanzaron a una batalla final con la mujer, con suerte, destruyéndola para siempre esta vez.

-¡Max! ¡Estar atento!- Un hechizo de reflejo cubrió su visión por un momento antes de estallar hacia afuera, destruyendo a varios Heartless que habían tratado de rodearlo.

-¡Gracias, Mei!- Max le gritó al Maestro de la Llave Espada desde la Tierra de los Dragones.

Luego se lanzó rápidamente a un arcano contra un gran Mechanitaur, golpeando a la bestia en varias Sombras más pequeñas y dispersándolas. Disparó varios truenos para dispersar las nuevas Sombras que se formaron.

Bebió un éter rápidamente, sintiendo que su maná comenzaba a agotarse. Al ver a varias Sombras y Soldados corriendo hacia él, levantó su llave espada para convocar otro rayo, pero los Heartless de repente se cayeron después de un estallido de magia, muchos de ellos profundamente dormidos. Familiarizado con el hechizo, Max se volvió hacia el maestro Briar, que estaba inclinado y respiraba con dificultad, una señal de uso excesivo de maná. 

-¡Aquí!- Max le arrojó a Briar un éter. -¿Necesitas otro?

-¡Estoy bien!- Briar respondió.- Me quedé sin aliento. No paran de aparecer.

-Uh huh.- Max pasó corriendo y mantuvo a raya a los Heartless invasores mientras Briar se tomaba el tiempo para curarse.

-¡Cheesaga!

-¡Congelar!

Bobby y Donald trabajaron en conjunto para destruir a varios grupos de Heartless a la vez, mientras que PJ y Goofy usaron sus escudos para atacar a algunos más.

-¡Waterza!- Harmony gritó, ahogando a una docena más o más de Heartless, sus corazones rosados ​​volando hacia el cielo oscurecido y disipándose.