—te veo muy concentrada, ¿Quien o qué quita tu atención de los simples mortales como yo?— pregunta apartando un mechón de mi cabello y poniéndolo detrás de mí oreja, su simple roce me tiene delirando, ¡Demonios! Debo tener acción, parezco una puberta sin experiencia, sus ojos están fijos en los mios, avellana contra café, su mirada enigmatica, refleja tranquilidad, deseo, ternura y un brillo de lujuria, ¡si en definitiva hace calor aquí!.
Me agachó recogiendo el celular con su mirada fija en mis movimientos, deslizó mi móvil en el bolsillo trasero de mi jean desgastado y roto en la aparte delantera, sonrió y me alzó en las puntas de mis vans clásicas, enredando mi brazo de su cuello y dando un beso cerca a la su comisura de sus labios, suspira y sonríe.
—Mi padre, — respondo y comienzo a caminar, lo siento seguirme, dentro de mi mente celebró con un baile de victoria por estar tan calmada, nadie tiene porqué enterarse de que me debilita su presencia.
—¿Que con tu padre?— pregunta desorientado, sonrió porque lo afecte.
—Es quién tenía mi atención—giro para entrar en los corredores del bloque al que me dirigía inicialmente.
—¡Oh, ya entiendo!, No debo competir contra Nick Jones, llevo las de perder, —es su respuesta, enredando su mano en mi brazo acercándome a una pared para que lo observé mientras habla, lo hice adrede, sé que le gusta mirar a las personas cuando conversa, pero quería tener tiempo de calmar mi alocada respiración por su presencia.
—En eso te apoyo,—sonrio organizando su camisa de botones azul marino que malditamente le queda de muerte.
—En la noche tengo una gala de beneficencia, ¿quieres acompañarme?, o es mucho para Edmun Rochester sucumbir a mí compañía una noche, —lo miro inocentemente.
En dos segundos me veo envuelta en sus grandes y protectores brazos, con mi cabeza apoyada en sus pectorales y aspirando su aroma, ese que llevo grabado en mi mente, cítricos con pino y madera, !maldita sea!, ese perfume tiene muchas feromonas, porque de verdad yo siento que estoy muy acalorada, mi respiración no ayuda, mis pensamientos están siendo contenido para mayores, necesito alejarme un poco para poder pensar.
—¿Cuando para Edmun ha sido un sacrificio estar a tu alrededor?,— habla sobre él en tercera persona—, sonrió
—encantado seré tu cita, de esa manera podré bailar contigo toda la noche— suspira, y yo poco a poco me voy alejando de su calor, de ese cuerpo con el cual sueño la gran mayoría del tiempo.
Edmun y yo somos amigos desde los cinco años, ambos estudiamos en el mismos colegio, y nuestros padres son muy unidos, desde pequeña he tenido este delirio con Ed, pero es que él siempre me hace difícil no pensarlo, cuando es quien me cuida, me conoce, sabe leerme.
Siempre que jugábamos éramos equipo, no me dejaba hacerme con ninguno de los cinco hermanos Rochester restantes, todos son iguales de espectaculares, tienen unos genes que quisieramos todos tener, pero ninguno de ellos tiene la capacidad de hacer que mis rodillas tiemblen con una mirada, ese don solo lo tiene Ed.
Cuando empezamos la adolescencia el resultaba ser un poco más hostil con la comunidad masculina a mí alredor, mamá me decía que era evidente los sentimientos que ambos teníamos, pero nunca hicimos algo que diera una oportunidad a dar un paso más, si teníamos momento en que tonteabamos juntos, jugábamos xbox y más de una ocasión sus manos estaban por mis piernas con leves roces, las mías por su espalda, y cierta ocasión que otro día contaré que está grabada bajo mi piel.
Por ello creo que nuestra tensión es evidente, para mí es fácil estar a su alrededor no tengo inhibiciones, no me siento cohibida, la confianza de ambos es tanta que no hay nada que se sienta fuera de lugar, eso a causado problemas en las relaciones que ambos hemos tenido, porque se sienten inseguros con nuestra amistad, no he tenido algo serio que implique demasiado esfuerzo de mi parte he sido muy libre en ese aspecto amoroso y pienso seguir siéndolo, Ed sí ha tenido varias novias y muchos ligues, pero actualmente tiene a Carol y es un gran dolor de trasero porque no es un ser que me agrade, más por el hecho de su personalidad siendo muy dispareja con la mía.
Carol es hija de uno de los socios del papá de Ed, y es la típica niña mimada de papi, lo que quiero lo tengo, no me estorbes, soy demasiado para estar a tu alrededor, es su filosofía, pasa de grosera con todas las personas y si no están a su nivel económico ni la mirada te dirige, conclusión ¡no podemos coincidir!.
Sé que Ed es el afectado a nuestro alrededor, no sabe ni qué hacer con sus demandas y soy muy sincera y franca, nunca me quedo callada cuando algo no me gusta, y eso pone en aprietos a mi amigo, pero él sabe que yo soy de esa manera jamás me pediría no serlo y eso es lo que enoja a Carol, que el me deje ser, que no me corrija, como lo hace con ella, me respeta y eso hace que lo ame más, la evitó solo por no ver la cara de tortura que pone Ed.
— Carol, no estará feliz con esto—digo organizando mi cabello pero sonriendo.
—¿desde cuando te importa lo que Carol, piense o sienta?—pregunta Ed, sonriendo.
—Cierto, desde nunca, esto lo disfrutare. — camino hacia el baño para poder hacer mis necesidades ya que me estoy haciendo pis, y para alejarme un poco de la bruma que me genera su aroma y presencia, escucho una sonora carcajada y ese sonido llega a mí como corrientes eléctricas, quiero siempre hacerlo sonreír de esa manera.
Entró al baño hago pis, lavo mis manos organizo mi cabello y cunado salgo al pasillo, una Carol muy entusiasta con las manos sobre Ed, lo devora sin censura en el pasillo, a veces pienso que esta mujer tiene un Alter ego, de violadora y asesina, encojo mis hombros y camino al aula para recibir el exámen.
∆∆∆
Hola... Segundo capítulo ❤️
Espero estén bien🤗
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Si no les gusta no hay problema, pueden seguir en la búsqueda de su agrado.
Si tengo errores no olviden en decirme, pero siempre desde el respeto.
Abrazos y chocolates 🍫Me pueden encontrar en instagram cómo
@inviernoyletras 💛🌼
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Bajo Mi Piel
Fiksi Remaja✨Desde pequeños se han pertenecido, han crecido y sus miradas, sus juegos, sus sentimientos les pertenecen, ¿Podrán algún día sacar ese deseo de la piel?