Pluviofilia✨

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Cuando salimos de la gala estaba cayendo tanta lluvía, que ni con el paraguas más grande y fino habríamos evitado mojarnos.

subimos al auto y yo tiemblo del frío, Edmun prende la calefacción para que nuestra temperatura se nivele, abrocho mi cinturón en este momento con todo lo que ha pasado una sola caricia y ya no respondo de mi cordura.

Así que como niña juiciosa y muy consciente de el cuidado que hay que tener para manejar lo hago, el me observa y sonríe de esa manera que me pone a temblar, sabe el efecto que causa en mi, y se aprovecha de ello, arranca y vamos despacio porque en realidad es mucha el agua y no se ve nada.

-Te vi feliz en la gala cuando dieron el monto final para la fundación de la empresa de tus papás- rompe el silencio, sigue manejando y su perfil me tiene embobada, estoy segura que parezco una loca observándolo de esta manera pero no puedo dejar de ver lo bien hecho que es este hombre a mí lado, sonríe porque aún no respondo por estar pérdida devorandolo en silencio.

-Sí, mis niños merecen todo, es mucho por lo que tienen que pasar, y sufrir para que puedan tener ayudas y si yo tengo que dejar mi piel en ello lo haré, yo tomé ese rol, desde que mamá faltó, siempre estuve al lado de mi abuelo quien era en aquel entonces quien se encargaba de la fundación, el me enseñó todo el manejo, cuando el decidió jubilarse hace dos años, no dudé en decirle a papá que yo era capaz de llevar la fundación.

Tengo una conexión directa con todos mis pequeños y sus familias, me pongo en sus zapatos y siento unas inmensas ganas de quitarles el dolor, sé que no lo puedo hacer, pero puedo ayudar a que tengan esperanzas, y hay casos muy positivos como otros no, esos se llevan partes de mí, pero creo que no hago ni una mínima parte de todo lo que ellos merecen, por eso me ves sonreír siempre que hago algo por ellos, y ver que eso nos lleva a más tratamientos, más personal, más equipos, eso me hace inmensamente feliz.

-Escucharte hablar de ello me hace poner la piel de herizada, amas lo que haces y se ve en cada logro que la fundación da, cada día llegan y llegan más niños en busca de ayuda, tu dejas allí toda tu alma Alana y ellos lo saben- Me sonríe de vuelta y llegamos a mi casa.

Bajamos corriendo y cuando estoy en la puerta, Edmun me toma de la mano y me pega junto a su pecho mi cara a la altura de su cuello, su mano derecha rosa mi mejilla y me siento temblar,

-Alana no mentí esta noche, te esperare lo que tenga que esperar,- besa mi mejilla lentamente, -fue una gran gala. Mañana en mi casa a las tres te espero,- el torrencial de agua decide aumentar y no hay manera en que yo dejé que el maneje en esas condiciones, no tendría vida, una cosa es ir juntos, pero solo no me siento segura, tomo su mano y abro la puerta, el me mira desorientado en mi arranque de llevarlo dentro de la casa.

-Edmun, está lloviendo mucho, no hay manera en la que te deje ir así, te quedas en una de las habitaciones, no es como si nunca hubieras dormido en mi casa,- sonríe y subimos a la segunda planta donde están todas las habitaciones,

-sabes que está todo lo que necesites en el baño de la habitación que escojas,- digo mientras abro la habitación mía, -Lo que necesites me avisas Ed. ¡Feliz noche!

Llevo dos malditas horas dando vueltas en la cama, porque no he podido dormir debido a que no me siento tranquila con Edmun en la habitación de enfrente, tenerlo cerca y no hacer nada al respecto para calmar mi ardor en la piel, el deseo que siento por el me va enfermar, me levanto y bajo a tomar agua en la cocina, espero de esta manera calmar mi inquietud y poder conciliar el sueño, papá me hablo hace un ahora avisándome que pasaría la noche con Emilie, cierro el refrigerador y dejó el vaso en en el mesón, estoy comenzando a caminar cundo veo una sombra en el umbral de la cocina

-¡Mierda, Edmun!, ¿¡me quieres matar de un susto!?- digo soltando el aire

-Senti que salias de la habitación y decidí bajar a serciorarme de que estés bien, -Dice observando sus uñas como si fuera lo más interesante en el momento, levanta la mirada y es tan oscura y adictiva que me siento papilla.

Bajo Mi PielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora