Darling| D. Dixon

II. Painful

Ella había luchado con uñas y dientes con su padre para seguir sus pasos. Ser un cirujano exitoso en eso. En última instancia, ella había optado por complacer a su padre cediendo a convertirse en cirujano, a pesar de la preocupación de su hermano por la infelicidad.

Con todo, Remmi finalmente había aprendido a amar su trabajo. Incluso disfrutaba de las largas horas que trabajaba, independientemente de lo que otros le dijeran sobre no tener una vida o disfrutar de sí misma fuera del trabajo.

Ella había preferido el trabajo sobre cualquier otra cosa. Nada era más importante para ella que ver las sonrisas en la cara de su paciente cuando les dijo que ellos, o incluso sus seres queridos, lo habían logrado.

Fue un día después de que su paciente de coma llegó a través de la cirugía que todo se vino abajo. Las sonrisas en las caras de su paciente se convirtieron en gemidos bajos y sus ojos se volvieron de un tono de blanco enfermizo. Por supuesto, no fue hasta más tarde que se dio cuenta de que necesitaba el título que prácticamente se vio obligada a tener.

Remmi estaba en la habitación de Rick Grimes, había estado sentada allí toda la mañana, tratando de ponerse al día en sus carpetas antes de que tuviera que realizar una apendicectomía al mediodía. Al oír el clic de la puerta abierta, Remmi miró hacia arriba, viendo a un hombre con el uniforme de un oficial. Ella sonrió al hombre al que él se lo devolvió.

-Lo siento señora, no me di cuenta de que alguien estaba aquí. –

-Está bien. Sólo me estoy poniendo al día en algunas cosas. -Ella hizo un movimiento para levantarse antes de que el hombre se presentara.

-Shane Walsh, yo, eh, trabajo con Rick. –

-Remmi Tyler, agradable conocerte. debo salir a programar otra operación si necesita algo...-

-Sacudió la cabeza- Está bien, acabo de venir a dejarlos- dijo, sosteniendo un jarrón-Estoy cubriendo un turno esta mañana-

Remmi simplemente asintió con la cabeza y continuó escribiendo su diagnóstico y cómo fue el procedimiento. Ella trató de no escuchar a Shane hablando con su amigo, sabiendo que era increíblemente grosero de ella si escuchaba. 

"No escuchas a Remmi, es grosero", escuchó la pequeña voz en su cabeza decir. Ella sacudió la cabeza, cansándose de escuchar su voz en su mente todos los días. Pero, de nuevo, ella sabía que estaba equivocada. Siempre lo fue. Eso es lo que Derek le dijo y Derek siempre, siempre tenía razón. Instintivamente, se frotó la parte superior del brazo.

Un fuerte disparo sacó a Remmi de sus pensamientos. Ella miró hacia Shane que estaba mirando hacia la puerta.

-Quédate aquí-, le dijo. Ella simplemente asintió con la cabeza y cerró las carpetas, de pie y sentada a su lado. Shane volvió corriendo después de eso. Agarró la cintura de la mujer y los sostuvo a ambos en el suelo. Soltó un pequeño «Shh...». Remmi presiona sus dos manos a su boca, unas lágrimas que salen de su cara.

Una repentina explosión de energía entró en la habitación, haciendo que Remmi saltara ligeramente. Fueron menos de treinta segundos, pero para ella se sentía como treinta años.

-Tenemos que salir de aquí-, le dijo Shane a la mujer mientras él la ayudaba a levantarse.

- ¿Qué-Qué está pasando? - Ella preguntó.

Shane sacudió la cabeza, -No lo sé. ¿Tienes familia? - Le preguntó.

-Un hermano. Vivimos en la cuarta calle, - Ella respondió.

-Bueno, - Shane asintió, -Vamos a, eh, vamos a ir a buscarlos y luego vamos a... Iremos a buscar a Lori y Carl. –

Remmi no podía asentir. No podía moverse. Shane se dio cuenta de esto y le dio la mano. Temblando, Remmi puso su mano en la suya y los arrastró a ambos fuera del hospital.