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La lujosa casa tenía una pinta totalmente fina y elegante.
Después de dedicarse a poner hasta el último arreglo, al fin era un lugar digno de Harry.

Esta última semana había sido encantadora. Aunque no podían salir a pasear por la ciudad como cualquier persona normal, realmente no les importaba estar en su hogar. Juntos.

Tal vez es ahí donde te das cuenta si es la persona correcta, cuando disfrutas de su compañía a todas horas, todos los días, sintiendo que el tiempo se pasa volando de una forma tan mágica.

— Despertar y ver tu cara es algo que quiero hacer por siempre — musitó Zayn, acariciando su mejilla.

Ambos estaban envueltos en una sábana, el menor recargado en su pecho, y este abrazándolo calidamente.

Harry sonrió, tornando sus mejillas color carmín. Con miles de corazones rosados apareciendo por su piel.

— Admito que tienes el privilegio, Zaynie — guiñó un ojo.

Este rió levemente.

— Pues espero tenerlo toda la vida... — dijo, con un tono algo inquieto.

— Claro — sonrió — ¿Por qué no sería así, habiendo este profundo amor entre nosotros? — abrazó a su novio aún más fuerte.

Zayn puso una sonrisa inmediata.
El tacto del rizado tenía el poder de alegrar a quien sea.

Aunque ese sentimiento de miedo seguía ahí.

— Podrían venir a buscarnos en cualquier instante, y eso implicaría separarnos... — bajó la mirada.

El moreno era un chico valiente, fuerte.
Pero si había algo a lo que le temía por completo, era a la idea de que alguien pudiera alejarlos. No lo soportaría.

— No lo creo — negó Harry — Ellos no son malas personas, en serio. Sé que no se atreverían a tanto.

— Lo dices porque eres una persona increíble, que ve sólo lo bueno en todos... pero ahora ya saben que estamos aquí los dos, y no dudarán en venir por nosotros — suspiró, acercándolo mucho más.

El rizado ladeó la cabeza, pensando en aquello.
Sabía de sobra que su familia era de carácter duro, pero también sabía que tenían bondad en su ser.
Y sus padres eran dioses del amor.
Si no había compasión en ellos, entonces dónde.

— ¿Sabes? Si llegaran a venir o intentar algo... no cederé tan fácil — advirtió Zayn — Eres lo más importante en mi vida y no voy a perderte.

Harry asintió, sonriendo.
No dudaba en que su novio lo defendería, es por eso que no estaba tan preocupado al respecto.

Dejaron el tema dándose un tierno abrazo.

— Bien, Zaynie... — habló el rizado — ¿Quieres que prepare algo en especial para desayunar?

— De hecho, unos besos serían un perfecto aperitivo antes de comer otra cosa... — musitó el moreno.

— ¿Ah sí? — sonrió.

— Por supuesto... — tomó suavemente su cintura, deleitado con aquellos preciosos ojos verdes.

Se besaron dulcemente, juntando aún más sus cuerpos, y sintiendo ese notorio lazo que los unía.

— ¿Ya estás preparado? — preguntó Liam, afilando la flecha de su arco.

Estaban guardando todo en una pequeña mochila con profundidad seguro infinita.
Nada en el Olimpo podía ser precisamente normal.

 Afrodita's son - harry centric.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora