Afrodita's son - harry centric.

9

Los chicos despertaron luego de unas horas, con el efecto de la anestesia al fin desapareciendo.

El primero en recuperar la consciencia fue Liam, quien se percató inmediatamente de la presencia de Zayn y Louis.

Pero aún con sus mil intentos por salirse de aquellas cadenas, no consiguió nada.

Y así fueron reaccionando de uno en uno.

— ¿Dónde diablos está Harry? — preguntó el rubio, con tono furioso.

— ¿Qué? — sonrió Louis con burla — ¿Su plan perfecto para recuperarlo se fue al carajo?
Yo llegué mucho antes, inútiles.

— Pues ilegalmente y con ayuda de Hades, cualquier hubiera llegado rápido — dijo el rubio con un tono de fastidio.

Louis se limitó a rodar los ojos.

— No evadan el tema... ¿qué le hicieron a Harry? — reclamó Liam, luchando por salirse de las cadenas.

— Nada... hacerlo feliz hasta que ustedes lo arruinaron todo — respondió el moreno, intentando zafarse también — Son tan estúpidos.

Unos pasos se aproximaron a la habitación, abriendo la puerta de golpe.

— Dejen de pelear o tendré que anestesiarlos de nuevo — dijo la chica — Luego no digan que no les advertí.

Los cuatro se quedaron en silencio, no porque se doblegaran ante ella, si no porque sin su presencia podrían intentar escapar de alguna forma.

Al no oír respuesta, lo tomó como un sí.
Se dispuso a irse y encerrarlos nuevamente.

Pasó un largo rato para que alguno intercambiara palabra. Todos querían salir por sí mismos, utilizando sus poderes.

Niall podía derretir cualquier cosa, soltando ácido por sus dedos.
Liam por su parte, era extremadamente fuerte. Ni siquiera una roca del tamaño de un árbol era impedimento.
Pero nada parecía funcionar ahora.

— Estas cadenas parecen hechas para retener Dioses — musitó el rubio — Son imposibles de romper.

El moreno lo pensó unos segundos, tenía sentido.

— Tal vez para eso son — dijo.

— Ay por favor — bufó el castaño— ¿Qué tan loca tienes que estar como para tener en tu casa cadenas por si te topas con algún Dios y atraparlo?

— No sé... ¿por qué no le preguntas? — dijo Louis con tono irónico, jalando aquellas enredaderas.

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Harry estaba molesto.

Antes no creía que el moreno pudiera abandonarlo, irse como si nada, pero ahora comenzaba a pensarlo.

Inició su día con normalidad, tomando un baño, arreglándose bonito, con uno de sus tantos vestidos.
Se maquilló radiante y usó un perfume bastante llamativo.

Si Zayn había decidido irse así sin decirle nada, era su problema.
No lo esperaría ni un día más.
Y tenía claro que no iba a regresar al Olimpo, así que empezaría a vivir su vida en New York como si nada.

Salió de su casa temprano, con su perrito en brazos, iba a comprarle un collar y todo lo necesario.

Tomó un taxi justo afuera.
Aunque era una zona aislada pasaban varios.
Seguro porque las personas de ahí suelen requerirlos más que en otras partes de la ciudad.

— Hola — saludó un chico, con una sonrisa.

— Hola — sonrió de vuelta el rizado, subiéndose al auto.