Christian
—Dios, como odio las resacas—me despierto mientras voy directo al cuarto de baño, me quito el pantalón de chándal y me meto a la regadera dejando que el agua medio fría me termine de despertar, trato de recordar lo que paso ayer, pero no puedo recordar nada— ¡Mierda!— mascullo en voz alta, como odio no recordar nada y que tengo que decirle a la mujer sexi, que está en mi cama, que se tiene que largar ¡Ya!.
Salgo de la ducha poniéndome una toalla alrededor de la cintura, salgo del cuarto de baño y efectivamente no se ha ido la mujer sexi, pero no tengo tiempo para gilipolleses, tengo que llegar a la universidad, además que tengo que ir a ver al hombre que dice ser mi padre a la base militar, —como me caga ir a la base militar tan temprano y después de las clases—.me visto y salgo de la habitación dejando a la mujer sexi sobre mi cama, enrollada con mis sabana, le digo a la sirvienta que después de que me marche, le diga a la sexi mujer que no recuerdo su nombre que se largue y que ni trate de mandarme mensajes, porque si quiero la contactare.
Salgo de la universidad, me encamino hacia donde deje mi coche aparcado es un Lamborghini Aventador LP 700 en color negro es una bestia, es el mejor coche que un hombre puede tener, me adentro en él y voy manejando rumbo a Brooklyn, que es ahí donde está la base militar de mi padre, la verdad es que no sé qué carajos quiera, pero mientras no me salga con mamadas todo estará bien. Recuerdo que mi grupo que se hace, pasar por mis amigos, me dijeron que hay una fiesta cerca de Brooklyn tal vez valla, la verdad es que estoy hasta la madre de esos imbéciles, pero bueno Christopher williams no deja escapar una fiesta.
Al llegar la noche me visto con un pantalón negro formal y medio informal, me pongo una camisa blanca dejando abiertos los primeros botones, me pongo un poco de colonia, que es una de mis favoritas y salgo de mi departamento, para emprender la marcha hacia el bar, donde se supone que va estar la fiesta, al llegar al lugar veo muchas personas afuera ya sea ligando, besándose de todo, también oigo el volumen exorbitante de la música y todas las luces al reventar, salgo del Lamborghini y me dirijo hacia la entrada pero me detengo en seco, dándome en cuenta que no he fumado, la verdad es que necesito un poco de nicotina en mi sistema para quitar el jodido estrés, mientras saco la cajetilla de cigarros veo que todo mundo están viendo el Lamborghini negro, es obvio, como no se le va a ver a esa bestia de coche, pero como dije anteriormente, solo un verdadero hombre lo puede manejar, mientras digo eso una mujer se para justamente a lado mío, no puedo evitar la ver, es hermosa su cuerpo y ese trasero— ¡CARAJO!—. Está muy buena, además de su delicado rostro, no puedo ver el color de sus ojos puesto que esta con los ojos cerrados, pero con su propio perfil y su cuerpo sé que es un hermosa mujer, dejo soltar un pesado suspiro apropósito para que se dé cuenta de que hay alguien junto de ella y efectivamente abre los ojos pero no voltea a verme, así que decido arriesgarme y hablarle.
— ¿Tomando aire fresco?—ironizo en la pregunta y consigo que me voltea ver, veo esos ojos café obscuro pero con un poco de motitas de color miel.
—Si— contesta segura y sé que es una mujer segura de sí misma, como me gustan.
— ¿Cómo te llamas?—pregunto mientras mis ojos ven a semejante mujer frente a mí.
—Marian y ¿tu?—me pregunta y Dios todo de ella es tan hermoso desde su nombre hasta su cuerpo. Me doy una cachetada mental, ya que ella me pregunto mi nombre y no quiero que vea que caí bajo su hermosa belleza
—Christian— me acerco a ella para estrechar mi mano y la suya—Que haces aquí sola afuera, es tarde—pregunto sé que la pregunta es tonta, es obvio que viene de la fiesta, pero es que quiero sacar platica porque joder, están hermosa que no puedo dejar que se vaya sin que me dé su número o no sé qué.
—No crees que una mujer pueda estar sola afuera a estas horas— responde con una seguridad y una sonrisa, joder esta mujer sí que sabe cómo poner un hombre bajo sus pies, pero me doy cuenta que alguien grita su nombre y ella voltea para encontrarse con otra mujer, que se dirige directo hacia ella, maldigo entre dientes.
— ¡OH! ¡Marian!, Qué bueno que te encuentro pensé que ya te habías ido—dice sonriendo la mujer que se acerca hacia ella. es un poco más baja que ella, es de cabello café claro con rayos rubios, de tez blanca y tiene unos buenos pechos, pero nada comparada con la mujer con la que estaba hablando.
—Como te iba a dejar-dice Marian volteando los ojos— bueno, ¿ya nos vamos? te recuerdo que tenemos mañana clases—la chica asiente y me dedica una sonrisa.
—Hola, soy Naty, mejor amiga de esta pesada y mal educada—me dice a mí y yo lo único que quiero es que esos ojos que están viendo el celular, me vean a mí.
—Hola, soy Christian— capto la mirada de Marian y ella me dedica una sonrisa medio inocente esa sonrisa (mmm) interesante.
—Bueno, vámonos ya—dice Marian y su amiga asiente, veo como Marian saca un par de llaves que reconozco, son llaves de un Mercedes Benz. —oye, espérame aquí mientras voy por el auto ¿está bien?—su amiga asiente y veo como me dedica una sonrisa y pasa justo a un lado de mi pero se detiene— Fue un gusto—me da un beso en la mejilla.
—Igualmente— le contesto medio atontado, ¿que acaba de pasar? yo no soy el tipo que se queda embobado hacia una mujer, estoy acostumbrado de que las mujer sean las que se derriten ante mí.
Veo como desaparece, mientras va al valet parking y su amiga se me queda viendo media atontada.
—Tienes su teléfono— le pregunto a su amiga, ella asiente a modo de respuesta—pásamelo—sé que sonó como un púberto, pero dios esa mujer, me tiene loco, me pasa el número de la diosa de Marian.
— ¿Te gusto?—me pregunta su amiga.
-No, es solo para hablarle y después cogérmela- miento y pongo mala cara, aunque eso de cogérmela no sería mala idea.
—¡Naty! ¡Sube, ya!—veo la que está gritando es Marian, está conduciendo una camioneta Mercedes Benz AMG G en color blanco. Sé que esa camioneta acaba de salir a la venta, ya que yo quiero el mismo modelo pero en negro, además que es carísima, no todos la pueden manejar. Es enserio hay algo más en esa chica que no me pueda sorprender, más de lo que ya estoy, sube al auto su amiga y desaparecen sin decir más.
Y pues sin más remedio, entro al Lamborghini y me voy hacia mi departamento, creo que esta noche ha sido una de las mejores noches en mi vida en bastante tiempo.
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Asi que ya conocimos al famosicimo, Christian Walls, ya se que esta para comérselo a besos, pero aguanten un poco talvez nuestra protagonista, empiece un juego con el, sera que ganaran o perderan o terminaran callendo los dos, en el juego del amor.
Sin mas yo los dejo.
Besitos
Atte. La chismosita
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UN JUEGO DE DOS
Teen FictionImaginate tener entradas para una fiesta de alto prestigio, suena tentador ¿verdad? Al parecer, a tu amiga se le hace buena idea irse a ligar a uno del grupo de los populares y te deja sola, que podria salir mal, al salir por aire fresco. Ohh si Chr...