Han pasado cuatro años desde que Louis Tomlinson, un joven estadounidense, dejó un pasado trágico para comenzar una nueva vida en Edimburgo, enterrando su dolor, ignorando sus demonios, tratando de olvidar su vida anterior y mirar hacia adelante sin...
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Un molesto cosquilleo en mi cara fuè la señal de que mis sentidos se estaban despertando.
Cuando recuperé la conciencia, me dì cuenta de que mi vientre estaba aplastado por algo muy pesado y que estaba extrañamente caliente.
Me dì cuenta de que era la sensación de mucho calor lo que me despertó.
A juzgar por la pesadez en mis ojos y mi renuencia a abrirlos, ciertamente no podía ser de mañana y probablemente habría hecho mejor en volver a dormirme. Pero ese peso sobre mi vientre tenía algo familiar.
Me obligó a abrir los ojos para encontrarme con un pecho desnudo prácticamente pegado a la cara.
(Está bien, ¿qué era eso?)
¡Despierta!
Mis ojos somnolientos y doloridos se levantaron de ese pecho para encontrarse con una cara y en ese punto, tan lenta como inexorablemente, comprendí.
Harry estaba en mi cama. De nuevo.
Me tomò un momento recordar que unas horas antes, cuando llegué a casa, lo encontré dormido en el sofá.
Hablé con Niall, me lavé y me fuì a dormir.
Evidentemente, en algún momento de la noche, Harry vino metiendosè en la cama a mi lado. Y eso no formaba parte de nuestro trato en absoluto.
Molesto, resoplé y luego empujé contra su pecho con todas mis fuerzas. Y, con todas mis fuerzas, significa que lo saqué de la cama.
Su poderoso cuerpo aterrizó en el suelo con un doloroso golpe al menos, a juzgar por el ruido sordo, me incliné y vì los ojos de Harry ensancharse rojos y confundidos, ya que no tenía claro cómo había terminado allí, largo y tendido en el piso.
¿Mencioné que estaba completamente desnudo?
"Dios mío, Louis," gimió la voz somnolienta. "¿Què demonios fuè eso?"
Lo miré con una sonrisa.
"Mi forma de recordarte que entre nosotros es sòlo sexo"
Se apoyó en los codos, sexy como el infierno con ese cabello despeinado y expresión belicosa.
"¿Entonces pensaste que era bueno sacarme de tu cama?"
"Con estilo," asentí, sonriendo suavemente.
Asintió lentamente, como si reconociera que tenía razón.
