Capìtulo 16

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Harry era un verdadero maestro del arte de los mensajes eróticos.

A veces eran solo alusiones ...

Otros, aquí, como en 'No puedo esperar a estar dentro de ti de nuevo, pequeño   .x' en fin ... no lo eran realmente.


Abrumado por el trabajo, Harry estuvo desaparecido durante varios días.


Si hubiera sido otro tipo de chico, me habría asustado, creyendo de que se había desvanecido en el aire después de que logró llevarme a la cama, pero con toda honestidad, estaba feliz de estar lejos de él y de tener algo de tiempo y respirar.


Aunque acabábamos de empezar con nuestro trato, ya parecían semanas.


El martes por la tarde, sus mensajes comenzaban a dar en el blanco. Quiero decir ... Me estaban excitando.


Era asombroso cómo no me había pesado mucho estar sin sexo durante cuatro años.


Me cuidé y seguí adelante sin problemas.


Sin embargo, hacerlo con Harry había despertado mi apetito, un apetito aparentemente insaciable. Siempre tenìa hambre. y solo lo que el rizado tenía para ofrecerme podía alimentarme.


No hace falta decir que este detalle no se lo confesé a Zayn, a pesar de su aluvión de preguntas sobre el chico que había logrado terminar con mi abstinencia de cuatro años.


Le dije que Harry era sorprendentemente hermoso, que el sexo era impactante. A partir de entonces, la conversación se convirtió en un monólogo de Zayn, que no dejaba de repetir ... "No puedo creerlo".

Sí, no me sentí exactamente halagado.


Decirle a Zayn lo maravilloso que era el sexo con Harry solo aumentó mi deseo.


Por eso me encontré de nuevo en el gimnasio, a pesar de haber ido el día anterior.


Esperaba desahogar toda la tensión sexual que me quemaba en mi interior agotàndola en la cinta, pedaleando como un loco en la bicicleta y remando con todas mis fuerzas en la máquina de remo.


Pero nada de esto me ayudó mucho.


"Lou, ¿verdad?"

Miré al chico que se había detenido a mi lado. ¡Ah! Stan...

El entrenador personal que había estado coqueteando conmigo en silencio durante las últimas semanas desde mi accidente con la cinta.


"¿Sí?" Pregunté en un tono distraído.

Me diò una dulce sonrisa y resoplé por dentro.


Primero: el hombre guapo con cara de ángel no era mi tipo,

Segundo: ya tenía mi trabajo recortado con un escocés, ciertamente no necesitaba otro.

Sei bellissimo stasera (banyantuk)COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora