Capìtulo 23

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Así fue como Harry nos encontró al día siguiente,  dormidos, uno al lado del otro, cabeza con cabeza, cogidos de la mano, mejillas sucias y surcadas de lágrimas como dos niñas.

No me despertó. De hecho, ni siquiera me miró. Me desperté solo porque lo escuché sacudir a Niall.

"¿Qué hora es?" preguntó con voz somnolienta.

"Pasado el mediodía. He preparado algo para comer."

El sonido de su voz bien podría haber sido un puñetazo atravesando mi pecho.

Abrí los ojos con dificultad, incrustados con la sal de las lágrimas ahora secas e hinchadas de la peor crisis de llanto a la que me había abandonado tras la pérdida de Dru.

Harry estaba inclinado sobre Niall y apartando su cabello de su rostro, sus ojos llenos de amor, pero al mismo tiempo rojos y rodeados de círculos oscuros.

Se veía terrible ...

También habría apostado a que estaba en peor forma.

"No tengo hambre", susurra Niall.

Harry negó con la cabeza, la expresión en su rostro de alguien que no quería escuchar tonterías.

"Tienes que comer. Vamos, hermanito, es hora de levantarse".

Vì a Niall tomar la gran mano de Harry, quien gentilmente lo ayudó a levantarse de la cama. Sin soltarlo, lo condujo fuera de la habitación.

Los pantalones de lino de Niall eran una sola arruga, su camisa torcida y su cabello un enredo salvaje. Parecía que acababan de darle la vuelta a su vida.

Me sentía tan mal por él. Ni siquiera podía mirar a Harry, ya que el dolor que sentía por él era indescriptible.

"Lou, ¿vienes?".  Niall preguntó, volviendo la cabeza hacia mí.

Asentí con la cabeza, pero sòlo por él.

Estar en presencia de Harry era lo último que quería.

Pero lo peor de todo fuè que Harry ni siquiera podía ser abiertamente cruel al final de nuestra historia.

Claro, no me miraba, mucho menos me hablaba, pero ... también me había preparado el almuerzo.


Maldita sea.


Niall y yo nos sentamos a la mesa de la cocina para comer deliciosos huevos revueltos y tostadas mientras Harry, apoyado en la barra, tomaba un sorbo de café.

Al principio, Niall no notó el silencio entre nosotros.

Estaba absorto en sus pensamientos y además, en ese momento, no parecía haber nada extraño en no hablar.

Pero me hago eco de la prueba de lo desinteresado que es Niall: con todo lo que estaba pasando, todavía sentía lo que estaba pasando entre su hermano y yo, y lo hizo mucho antes de lo que esperaba.

La culpa fuè nuestra; No hicimos mucho para que pasara desapercibido.

Cuando me levanté para ir a poner el plato y la taza en el fregadero, Harry se trasladó al otro lado de la cocina.

Sei bellissimo stasera (banyantuk)COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora