Cinq

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Podía sentir las manos del contrario recorrer su cuerpo con delicadeza y firmeza, torpes pero placenteras caricias eso le causaba ternura no pudiendo evitar soltar una pequeña risa.

-Cariño ¿Qué te causa risa? - escucho aquella voz que amaba.

-Lo lindo que puedes llegar hacer, eso es lo que me causa risa- jadeó fuertemente.

-Lo único lindo aquí eres tu... mi Anthony-

Despertó con la respiración agitada, tenía tiempo que no tenía sueños tan dulces y un poco amargos. Suspiro estirando sus brazos aun le costaba un poco de trabajo acostumbrarse a la paz desde muy temprano, antes de llegar al hotel sus despertares eran siempre alguien golpeando la puerta a punto de tirarla anunciando que solo tenía cinco minutos para preparar su culo y salir.

- ¡Angel! - escucho como gritaban su nombre de lo que él creía era del recibidor - ¡Baja de una puta vez si no quieres que Alastor suba y baje tu culo! - bueno talvez y si se había equivocado respecto a las mañanas pacíficas. Se rio pensando que no sería una mala idea tardar otros treinta minutos más, se metió a dar una ducha algo rápida y se vistió con una blusa de manga larga, un short cómodo y unas botas no tan largas, se vio en el espejo, se sentía raro vestirse así no mostrando demasiado y siendo algo recatado, pero no creía que se viera mal. Bajo todavía sin prisa a pesar de escuchar los gritos de Vaggie por su tardanza.

-Para de ladrar perra- dijo Angel en cuanto piso la recepción donde todos ya se encontraban –Ya llegué ¿Qué hay que hacer? –

Alastor se le quedo viendo al recién llegado, su blusa color verde olivo, con su short a mitad de pierna color gris claro lo hacían ver exótico los colores resaltaban con su color de pelaje y aunque de alguna forma se veía un poco extraño, era algo muy agradable de ver, la combinación de colores es algo que no había visto a alguien usar y por su conocimiento adquirido gracias a su amiga Rosy en la moda y colores tenía la certeza de que ese conjunto de color no iba junto con su color de pelaje.

Hizo nota mental de preguntarle después a su muy querida amiga sobre los colores.

–Alastor ¿estás de acuerdo con cómo vamos a organizarnos para empezar la limpieza? – Charlie tenía algunos días viendo algo distraído al demonio rojo, le preocupaba un poco, más que nada en el aspecto de que tenga en mente algo para perjudicar al hotel. Aunque lo dudaba un poco, en el poco tiempo que lleva conociéndolo podría asegurar que por lo menos esperaría hasta la inauguración oficial del hotel para plantearse "algo divertido".

Vio como lo veían esperando su aprobación - ¿Por qué no habíamos limpiado con anterioridad el hotel? – pregunto para disimular el hecho que no había prestado atención, no era como si realmente le importara.

- Porque tu desaparecías, Husk también desaparecía, Angel tenía trabajo y Nifty, Vaggie y yo hemos estado limpiando las habitaciones y acondicionándolas para que sean cómodas – contesto la rubia con un poco de molestia, podía entender un poco la situación de Angel que era por trabajo (el cual ella deseaba que se retirara de ahí).

Angel miro a la chica – Hermosa ¿tienes alguna idea de cómo es algún lugar para rehabilitarse? – su voz sonó un poco temblorosa al venirle a la mente un recuerdo, soltó un bostezo. – porque esto fuera de parecer un centro para rehabilitarse parece un hotel común y corriente –

-Para eso estás aquí, tú eres la prueba y error... aunque sean solo errores- comentó Vaggi mirando a Angel, realmente si tenían el conocimiento de cómo podían llevar a alguien "al cielo" pero el procedimiento podría ser más difícil de lo que pensaban, no por nada estaban ahí abajo en un lugar lleno de pecados.

-Los procedimientos que vamos a seguir para rehabilitar a las personas no llevan un orden ni son rígidos pero puede ser algo... heeee - empezó hablar Charlie - Cansado, el hotel tiene un gran papel para la rehabilitación, tal vez nos tome algunos años o milenios pero espero que todos aquellos demonios que desean una segunda oportunidad o aquellos que fueron injustamente juzgados puedan volver a iniciar, puedan volver a vivir y elegir aquello que no pudieron-

Alastor soltó una risita -Pay de manzana es muy tierno tu discurso pero hay un pequeño problema, todos los que estamos aquí es porque no fuimos los ciudadanos modelos-

-En eso te equivocas Alastor, hay demonios que tienen un corazón que no pertenece aquí, que jamás le han hecho daño verdaderamente grave para estar aquí y si lo han hecho es más por defensa propia que por que realmente lo desean, son muy pocos eso lo puedo asegurar pero los hay y están ahí perdiendo cada dia mas las esperanzas de ser salvados escondiendo en el fondo de su corazón su verdadero ser, su verdadera alma- la chica lo miraba fijamente sin ningún atisbo de duda.

El mundo entero se podría reír de ella y sus ideales pero estaba muy segura de sus palabras, sabia que habia gente que no merecía el infierno, uno de ellos estaba parado viéndola algo impresionado, sabiendo seguramente que esas palabras iban dirigidas especialmente para él, porque si alguien de las personas presentes no merecía el infierno era Angel de eso ella no dudaba. Aún recordaba la mirada que el arácnido le lanzó cuando le propuso quedarse en el hotel sin nada a cambio, sin cláusulas, ni letras chiquitas, solo quedarse a tener paz para salvarse él y a su especial.


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