SIX

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Después del pequeño discurso de la princesa todos pusieron manos a la obra para limpiar el hotel, Angel estaba limpiando la parte más alta de los estantes ubicados en lo que sería la oficina principal del hotel, su trabajo era sencillo quitar el polvo y acomodar los pocos papeles. Aún rondaba por su cabeza las palabras dichas anteriormente por la rubia, se preguntaba si ese pequeño discurso era para él aunque eso se le hacía un poco difícil de creer, que a ver, el tenía varios puntos para estar donde se encontraba actualmente.

Primero que nada fue y era homosexual (el cual para empezar ya era mal visto por muchos en cualquier puta era y lugar), utilizó su cuerpo para hacer trabajos que le pedia su padre (aunque nunca se acosto con ninguno de ellos), mató a cientos de personas (por defenza propia y ordenes de su padre), en esta "vida" era prostituto (en contra de su voluntad), era un drogacito (que habia empezado consumiendo drogas para poder soportar su trabajo y gracias a Val), asesinaba a pequeños demonios (por ordenes de su jefe), habia dado lo más importante de su vida (aunque fue para salvarlo) y sobre todo, fue y era un pobre omega.

Se tocó la parte de atrás de su cuello, acariciando esa parte lentamente mientras se sumía en sus deprimentes pensamientos, estaba cien por ciento seguro que todo lo que ha hecho hasta ahora tenía como consecuencia todo lo malo que le pasa, no fue un ciudadano modelo por eso estaba ahí abajo y tampoco era actualmente una "persona" buena por algo seguía ahí abajo.

Dudaba mucho que el experimento de la pequeña princesa funcionara pero aun así guardaba una pequeña esperanza en lo más profundo de su corazón ¿Le emocionaba la idea de ir al cielo? No, pero por lo menos ahí esperaba encontrar su madre y si él no podía alcanzar el cielo por lo menos esperaba renacer o que su alma por fin se esfumara de todo rastro de vida. sacudió la cabeza para quitarse esos pensamientos, se rió suavemente, sintió nuevamente su celular vibrar no lo reviso lo dejó vibrando, tenía toda la mañana así, sabía que era Valentino saco con un suspiro su celular viendo efectivamente que si era su jefe reviso los mensajes eran desde amenazas de muerte hasta palabras dulces.

-Puro chantaje emocional- mencionó en voz alta riendo con burla.

Escucho como alguien tambien reia -Todavia no es hora de descanso así que deja de ver tu aparato del infierno-

Angel dio un brinco del susto -¡Mierda Al! estuve apunto de lanzarte algo-

Alastor sonrió más alto -Soy bueno esquivando- levantó los hombros restándole importancia más que nada al acortamiento de su nombre, tenía siglos que solo era llamado por su nombre completo o por su apodo, la única persona que le llamaba por algún sobrenombre bonito era su amiga Rosy, no se sentía mal ser llamado así por otro individuo pero era algo que no admitiría ni para él mismo.

-Solo vine a inspeccionar que no hicieras un desastre, mi afeminado amigo- agregó haciendo un énfasis especial al apodo.

El arácnido cruzó dos de sus brazos mientras con otro apuntaba al demonio frente a él - Primero, como se que solo me dices ese estupido apodo por molestar lo ignorare. Segundo, no soy un niño el cual ocupa que lo vigilen 24/7. Tercero - sonrio coqueto antes de continuar - Si me sigues sonriendo de esa manera pensaré que en realidad has venido solo a coquetearme torpemente- continuo mientras se acercaba lenta y cautelosamente midiendo siempre la posibilidad de poder escapar en caso de que Alastor lo quisiera estrangular de forma no sexual.

Escucho como el más bajo reía de una forma algo diferente de lo que lo hacía normalmente - Ni en tus sueños más vulgares, Angel - Se acercó firmemente al otro chico, con sus ojos un poco más brillantes de lo normal. No sabía que estaba sucediendo solo sabía que quería acercarse un poco más para oler al chico.

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