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Narrador

Raquel estaba sentada, frente al agente de la FBI, lo miraba con odio, y aquel tipo sólo estaba escribiendo cosas en su cuaderno de notas.

-¿me vas a dejar aquí? ¿Sin hacer nada? Sabes que soy tu ultima opción para acabar con este pendejo-(dijo con odio cada una de sus palabras)-¿me tienes desde los puto cinco años aquí? Siendo entrenada por agentes federales, como hombre, como todo agente de FBI lo hace, estoy lista para todo

-tienes dieciocho años, no puedo dejarte ir con un hombre como Richards

-¡Mató a mis padres!-(le pego al escritorio)-su padre mato a mis padres, y yo quiero hacer sufrir a ese maldito.

-(suspiro)-¡Almada!-(hablo a un agente)-lleva a la señorita Rose de compras, tiene algo muy importante que hacer esta noche.

Raquel miró victoriosa a su jefe y salió de aquella oficina con su compañero detrás, se quitaron ese uniforme negro para ir al mall, ambos se llevaban muy bien, Almada era el que entrenaba a Raquel por las mañanas.

Termino comprando un vestido pegado color rojo, que resaltaba a la perfección con su color de piel, unas zapatillas negras y unos aretes colgantes de color oro.

Llegó a los dormitorios y se comenzó a arreglar, tenía que estar lista para las ocho, ya que iría a una fiesta privada que había organizado Richards de puras mujeres, y una de tantas, iba a ser la afortunada de ser su mujer, eso era lo que esperaba ella.

Se puso ese vestido que le encantaba como le quedaba, resaltaba muy bien su figura, ese cuerpo tan marcado que tiene por los entrenamientos tan pesados que llevaba a cabo.

Eran las siete y media y ella ya estaba lista, hizo una maleta con un cambio y ahí hecho las cosas que usaba diariamente.

Un poco indecisa salió de su habitación, pensando en no volver a ver esa puerta en un largo tiempo, la cerró por completo y vio ahí a su jefe, viéndola con una sonrisa y con los ojos llorosos.

-eres ya una adulta-(la abrazo)-tus padres están muy orgullosos de tu allá en el cielo, que no se te olvide eso

-(sonrío)-voy a volver con el Maldito de Richards muerto, te lo prometo-(dijo)-ya es hora de irme

-suerte, recuerda que son sólo cuatro meses, veremos la forma de sacarte de ahí en caso de que no hayas podido cumplir la misión.

-mi misión va a quedar completada en los primeros dos meses, eso tenlo por seguro.

Se subieron a esa camioneta negra y viajaron por 20 minutos hasta dejarla una cuadra antes de donde era la ubicación, obviamente no era la casa de Richards.

La chica pasó sin ningún inconveniente, había cientos de mujeres aquí, algunas mostraban de más, bueno, ella era la que iba vestida más decentemente.

Al momento en que entró pudo localizar a su objetivo, estaba conversando con una chica con más tetas y nalgas que cara, se le notaba aburrido, con solo verle la cara.

Raquel se sentó en la barra y pidió un martini para tomarlo mientras veía todo este desastre de fiesta.

-tu eres la única que no se me ha arrimado-(dijo Richards a su lado)-y no vienes tan atrevida-(la miro de arriba a abajo)

-de la sencillez nace el amor, ¿no?-(le dio un sorbo a su martini)-Raquel Rose, un gusto-(le extendió su mano)

-aparte educada, ¿que te hace querer ser la mujer de un narco de dieciocho?-(tomo la mano de la chica y le dio un beso)

-lo mismo que todas las que están aquí, un futuro mejor-(sonrío)

-(el tipo rio)-un placer conocerte Raquel, tengo que conocer a las demás chicas, luego nos vemos

Le hecho una última mirada y se fue, en sus adentros pensaba que que guapo estaba el chico, ¿como puede ser narco a esta edad? Seguir el sucio negocio de su padre.

Después de una media hora, Josh subió a donde se encontraba el DJ y tomó el micrófono, Raquel se levantó de su asiento para poder mirar con más atención.

-agradezco a todas las mujeres hermosas presentes, son únicas en serio-(dijo Josh)-pero hay una que me llamo mucho la atención

-ay de seguro soy yo amiga-(dijo una chica que estaba al lado de Raquel)-es que me dijo que estaba guapísima y me mira mucho, ¿no te das cuenta?

-de la sencillez nace el amor, dicen por ahí-(continuo Josh a lo que Raquel sonrío)

Josh bajó del escenario para caminar por las chicas, todas las que estaban a su frente se emocionaban, pero el las hacía al lado, hasta que llegó a donde estaba Raquel, y la chica de al lado se emocionó más que ella.

-Raquel ahora eres la mujer de Richards.

Después de todo el agradecimiento, se subieron a un lindo coche deportivo y viajaron a la casa de Josh, en todo el camino ambos estuvieron separados, pero al llegar a casa Josh se adelantó para abrirle la puerta del lindo Ferrari que manejaba.

-esta es tu casa-(dijo tomándola por los hombros)-espero y no te moleste dormir conmigo-(la miro a los ojos)

-para nada, ¿eres mi pareja ahora no?-(dijo Raquel acariciando su cachete)

Raquel se sabía meter muy bien en su papel, pero no se le olvidaba su objetivo.

Acabar con el.

-(Mateo sonrío)-en el cuarto tienes una pijama, te la podes ir poniendo si quieres.

-lo que tu quieras...

















Narrador

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POLICE (Josh Richards)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora