Viaje a mi recóndito ser

Confesión

Quería confesarte;

Agradecería que dejaras de acariciar a mi pobre corazón con tu dulce voz, lo pones tan feliz que luego ya no querrá dejarte ir, más aún teme y desearía que ese día no llegase.

No quiero sonar egoísta, pero quisiera quedarme a sonreír contigo en tus mejores días y apoyarte en los peores, cariño.

Desearía afrontar todas y cada una de tus tormentas junto a ti, porque dos mentes son mejores que una. Además, eres el divague más bonito que me pude encontrar. Uno que no quiero perder jamás.