Prólogo

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Lloré sin saber si las lágrimas rodaban por dentro o por fuera. Tarde mucho tiempo en comprender lo que sucedía, no se si el tiempo es aún una dimensión donde me desplazo, ¿ será que el dolor sucede al placer con la misma seguridad con que la muerte sigue a la vida?
Así, sola y abandonada tengo está obsesión de perseguir fantasmas en las palabras, contaminado por las promesas vacuas que las grafías ofrecen en ese afán de reflejar la vida.

A cuatro cuerdas el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora