Un pequeño corría por toda la casa...
— Ares, vas a caerte si seguís corriendo de esa manera. — Acotó la rubia mientras preparaba unos sanguchitos.
Valentín bajaba por las escaleras con un montón de bolsos. Y como no, iban a acampar por el cumpleaños de Tadeo, era una de las costumbres de la DS3.
— ¡Papi!— Dijo el pequeño de una manera efusiva — ¡Hoy vi a una adaña! y la capture, ¿querés verla? — Continuó.
— Obvio que si mi amor. — Dijo Valentín.
Ares subió corriendo las escalas para ir a su habitación, en donde estaba la araña que había encontrado en el patio.
— Decime que no es una araña de verdad. — Dijo Valentín.
— Es más real que vos y yo. — Dijo Atenea.
— ¡Aquí taaaaa! — Dijo Ares enseñando un vasito de cristal y adentro estaba la pequeña araña.
— SÁCALA SÁCALA, ME VA A COMER, SÁCALA. — Grito Valentín mientras se escondía detrás de Atenea.
— Pelo papi, es bonita y pequeñita ¿puedo quedarmela? promeito cuidatla. — Dijo el ojiazul con ilusión.
— No podemos quedarnos con ella bebé, es un bichito que necesita de la naturaleza y capaz muera pronto si se queda aquí, ¿te parece si la dejamos en el patio? — Dijo Atenea.
— ¿Puede molil? — Dijo el pequeño rubio, haciendo un puchero. Atenea asintió mientras que Valentín se alejaba cuidadosamente. — Papiiiii, polemos soltal...a juntos? — pregunto nuevamente el nene
— Yo tengo que bajar las valijas mi amor, porque si no mami me reta y no quiero que mami me rete. — Dijo el ojiazul.
— Andá, podés bajar las valijas después. — Dijo Atenea con una sonrisa.
— Shiiiii, amooosss. — Dijo Ares saltando.
Valentín bufo para después seguir a su pequeño hijo.
Atenea por su parte guardo los sanguchitos y fue por sus cosas a la habitación, encontrándose con un desorden increíble.
— ARES Y VALENTÍN, SUBEN EN ESTÉ MOMENTO. — Sonó por toda la casa.
En menos de un minuto se encontraban en la habitación con una Atenea cruzada de brazos y por su parte unos rostros inocentes.
— Queríamos hacerte un dibujo, mi amor. — Dijo el mayor. — No te enojes. — Dijo nuevamente con un puchero.
— Peldón mami. — Dijo el pequeño con un puchero también.
— No me enojo, pero limpien todo esté desastre que estamos por irnos y no quiero llegar tarde como siempre. — Dijo la rubia bufando.
Todo el cuarto estaba lleno de pintura hasta en la cama, era un quilombo terrible.
Valentín acomodaba las sábanas limpias mientras que Ares estaba sentado en una silla que estaba en la habitación jugando con un peluche que le había regalado Papo.
— Bueno che, ayúdame un poco gil. — Dijo Valentín.
— ¿QUÉ DIJE SOBRE LAS MALAS PALABRAS AL NENE? — Grito Atenea desde el piso de abajo.
Ares bajó de la silla mientras reía y se ponía a correr.
Valentín terminó con el desastre y parecía satisfecho, no volvía a pintar en su habitación con Ares.
Bajo corriendo las escaleras con una gran sonrisa.
— Todo está limpio y ordenado, soy un capo. — Dijo sacudiendo su camisa con superioridad. — Me merezco un beso o muchos muchos muchos besos. — Dijo agarrando la cintura de su chica.
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𝙲𝚊𝚛𝚝𝚊𝚜 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚟𝚘𝚜, 𝚖𝚒 𝚊𝚖𝚘𝚛. ✓
FanfictionDonde Atenea le escribe cartas a su vecino Valentín.