Verónica abrió los ojos, estaba en la terraza de su casa con su silla reclinable y sus plantas de hortensias, se miró así misma sorprendida, no había ni un hueso roto, pero tampoco heridas de balas, se llevó la mano al hombro izquierdo y a su pantorrilla, no había nada, ni mucho menos en la frente que se le había abierto. Una mano se posó en su hombro, Vero dio la vuelta y ahí estaba su hermana, no era una ilusión, estaba ahí con ella, todas sus emociones se desbordaron y así se lanzó a sus brazos, cuando pudo sentir el cuerpo tibio de Violette, su cuerpo comenzó a temblar y no pudo reprimir sus emociones y se puso a llorar como una niña, no quería soltarla, no quería dejarla ir, ahora que estaba con ella, ya no la dejaría ir, siguió llorando por un tiempo hasta que calmó un poco, Violette le abrazaba pacientemente y le daba suaves toques en la espalda consolándola, toda la tristeza que Verónica había acumulado durante los últimos cuatro años se iba disipando poco a poco hasta que su corazón se fue aligerando por completo, cuando ya no se oyeron más sollozos, Verónica fue deshaciendo su abrazo para verla mejor, Violette le sonrió y pegó su frente a la de su hermana, y luego las dos comenzaron a reír, era una risa clara y risueña
― Sí que la cagaste en grande, pequeño piojo— Violette fue la primera en hablar, mirando a su hermana con cara de reproche
― Perdóname Vayo... hice... cosas terribles ― Verónica se sentía avergonzada por sus acciones y veía a su hermana con una expresión compungida, esperando a qué le dijera cosas hirientes, sobre todo por los videos que había lanzado al mundo, apretó los dientes por miedo y observó a su hermana
Violette al verla, le causó cierta gracia, la había observado preocupada todo el tiempo y cuando la vio convertirse poco a poco en una sombra oscura no pudo evitar sentirse culpable, lo cierto era que ambas se culpaban del sufrimiento de la otra, ahora al ver a su hermanita como un cachorro al que su amo lo regaña, se sintió aliviada, sabía que Verónica se refería a los videos y otras tantas cosas, pero eso no importaba, cuando uno no puede volver simplemente deja de importar
― Está bien Vero, pero fuiste muy imprudente, no me gusta que te pongas en peligro y mira ahora eso te ha costado...― Violette no terminó su oración, no le gustaba que su hermana se sacrificara por ella, a nadie le gusta ver a sus seres queridos sufrir por ellos.
― Perdón Vayo... por todo, quiero pedirte perdón, si yo hubiera sido más lista y rápida, no... habría terminado así―
― No tienes que disculparte, no fue tu culpa, nada de lo que me paso fue tu culpa― Aún con las palabras de su hermana, Verónica no se sentía tranquila, ella sabía que su hermana no la culparía, era ella misma quien no se perdonaba ser débil, Violette adivinado agregó
― Soy yo la que se quiere disculpar contigo, te hice miserable después de morir― Violette tenía la mirada seria y sombría
―No fue tu culpa, soy yo quien lo decidió, cada cosa que hice fue porque quería
Ambas se tomaron de las manos, comprendieron que ambas estaban preocupadas por la otra, no hicieron ningún comentario más sobre eso, ese instante se sentía eterno y Verónica estaba disfrutándolo sin embargo aún tenía algo más por preguntar
―Vayo... Ese hombre... ¿Dónde está? ― Verónica trató de preguntar con cuidado, no quería dañar a su hermana
― Ya no está aquí, jamás volverá― Respondió Violette con tranquilidad
― Creí que me iría al infierno con él, maté muchas personas― contestó la menor
― Es un poco diferente a lo que piensas, no hay tal cosa como el cielo o el infierno, pero eso no significa que no puedas sentir angustia, dolor, alegría, felicidad o que no serás responsable de lo que hagas
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Canción de Victoria (pausada)
FantasyVerónica había pasado mucho tiempo en búsqueda de la venganza cuando la justicia le dio la espalda, su hermana, una actriz y modelo prometedora había desaparecido sin dejar rastro y al parecer nadie quería cooperar con su búsqueda, pasaron cuatro añ...