Capitulo 35

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-Gracias por hacer mi trabajo, Ferdinand, créeme, soy hombre de palabra, te prometí hacerte pagar cuando me hiciste pasar por esa experiencia en la mezquita de Antalya, pero ahora... ahora esto se terminará- decía Marcos, apuntando a Daniel con su pistola

-Escúchame tu a mí, Marcos, aún podemos parar tu locura, únete a nosotros, reconozcamos el valor de todo esto, no en las tontas leyes de la iglesia corrupta a la que perteneces- ofreció Daniel

-No lo creo, viejo amigo, tu terminarás aquí, y nadie sabrá del grial... y esto seguirá como debe ser: un misterio... nadie debe saber nuestros secretos... ese maldito Rakelhoff era un oportunista...- respondió Marcos

-Marcos, arrepiéntete, tus acciones tendrán consecuencias terribles...- exclamó Daniel

-¡Cállate, Ferdinand! ¡Ahórrate tu superioridad moral! ¡Irás al mismo lugar que Molay...!- respondió Marcos, a lo que Ted se interpuso entre el y su padre, pero el disparo que se escucha no cae en Daniel, sino en Marcos... el Camarlengo observa su pecho y cae muerto al suelo, Piar Luigi, con la pistola en mano y lagrimas en los ojos, había efectuado el tiro.

-... que Dios me perdone...- dijo Piar Luigi, temblando, a lo que Daniel se acercó para consolarlo

-Tranquilo, hermano... esperamos que Dios sea el que perdone a toda esa iglesia, y a todas las que afirmen ser cristianas... no saben lo que manejan... la Divinidad no es algo que deba tomarse a la ligera...- dijo Daniel

-"grazzie" querido amigo... nos ha salvado la vida... eso tiene un precio muy alto... ¿Cómo podemos ayudarte a ti y tus muchachos?- dijo Ted a Piar Luigi

-Después de haberle hecho esto al camarlengo y regresar sin ustedes, pues... no podemos regresar al Vaticano... no harían desparecer... pero no podemos dejar todo así como así, necesitamos algo de trabajo- respondió Piar Luigi

-Creo que ya se lo que podemos hacer... acompáñenme, se de alguien les ofrecerá un buen trabajo a ti y a tus muchachos- aseguró Vanessa.

De modo que los personajes se llevan a Piar Luigi y al resto de sus hombres que habían quedado de su escuadrón al hospedaje de Olga. 

-Olga, este es nuestro pago, deseamos que lo aceptes- dijo Ted, a lo que Piar Luigi abrió un maletín lleno de joyas del Vaticano

-espero que esto pague la ayuda que les ha dado a nuestros amigos, y que Dios la bendiga por ello- agregó Piar Luigi

-Vaya, gracias, pero esto es más de lo que he hecho- respondió Olga

-Pues, que bueno que digas eso, porque estos muchachos requerirán que los ocultes un tiempo...- respondió Vanessa

-Si, además estamos dispuestos a trabajar de lo que sea- aseguró Piar Luigi

-Me serán muy útiles, seguimos recibiendo pedidos para retener terroristas por el mundo... serán una gran herramienta y la paga no será mala- aseguró Olga.

El Monte de la Eternidad: En Busca del Santo GrialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora