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Hoy es fiesta en toda la ciudad, o más conocido como "El día del trabajador", lo que significaba que hoy no se trabaja.

Lo que significa que Taehyung y yo teníamos la casa para nosotros solos. Estaba en el gimnasio haciendo algo de boxeo, mientras que Taehyung estaba en el sofá leyendo un libro.

Seguía golpeando el saco de boxeo y unos pasos me hicieron detenerme. Miré atrás y vi a Taehyung con una botella de agua, definitivamente amo a este chico.

-Taehyung no hacía falta, ya podía ir yo. -Dije quitándome los guantes de boxeo.

-Pero quería ayudarte, después de todo es mi trabajo. -Me extendió su mano con la botella de agua.

-Taehyung, estas en casa, esta semana has tenido mucho trabajo y quiero que mi bebé descanse. -Acaricié su cabello.

-Pero me preocupo por ti Daddy.- Dijo quitándose sus gafas.

-Oh Tae...-Puse mis manos delicadamente en su cintura, justo cuando fui a juntar mis labios con los suyos, el apartó mi cara y me sonrió.

-Daddy, estás en abstinencia.

-¿E-eh?

-Ayer te dije que no me dejaras marcas en el cuello, y he despertado con el cuello lleno de marcas. -Frunció levemente el ceño.

Ayer por la noche...

-D-daddy no puedo más...ah...

-Bebe...solo una ronda más... -dijo lamiendo el lóbulo de la oreja del contrario.

-Eso dijiste hace cinco rondas... Me falta el aire... -El chico agarró su inhalador de la mesilla y lo acercó a su boca.

-Lo haremos solo una vez más, pero no me puedes dejar marcas en el cuello.

-¿Qué, Por qué? Me gusta mucho marcarte, es proclamarte mío.

-Ya pero luego las preguntas me las hacen a mi. - Dijo frunciendo el ceño.

-Tae, sabes que no puedo controlarme cuando estás debajo mío, me miras con esos ojos llenos de amor y lujuria. - El chico mordió su labio y poco a poco volvió a ponerse duro dentro de Taehyung, haciendo que este gimiera.

-D-daddy...tu...A-AH! - Sin más Jungkook rompió el juego de palabras que iba a decir Tae con unas profundas embestidas.

"Supuestamente" iba a ser solo una ronda, pero no, fueron siete más. Y tres de ellas en el cuarto de castigo. Taehyung tuvo que utilizar su inhalador por mas de diez veces, varias de ellas Jungkook se detenía instantáneamente al ver la condición de Tae.

Aunque continuaban solo porque Tae lo pedía. Después de esas intensas siete rondas de sexo, pero sobre todo amor, Taehyung calló en un profundo sueño, a lo que Jungkook aprovecho la situación, comenzó a besar y mordisquear el cuello del contrario, dejando pequeñas marcas por su cuello, clavículas y hombros.

Fin del flashback...

-Habértelo pensado dos veces, ahora no podrás tocarme hasta que yo te lo diga. -El chico empezó a caminar hasta la puerta.

-¿Seguro que podrás aguantar sin que te toque? Porque si no recuerdo mal el que me pedía más anoche, eras tú. - Taehyung se quedó callado y se sonrojó.

𝙙𝙖𝙙𝙙𝙮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora