Tu calor en aquella cama
fue abrazador,
un incendio,
curiosamente no me quemó
la piel,
si mis miedos
que se volvieron ceniza.
Calor
Tu calor en aquella cama
fue abrazador,
un incendio,
curiosamente no me quemó
la piel,
si mis miedos
que se volvieron ceniza.