saioma oneshots

los dibujos de Shuichi

Hola de nuevo, si llegaste hasta acá, espero que disfrutes de los oneshots, en fin, para la información de este, es dentro del Killing game, ambos están saliendo pero sus talentos son diferentes, shuichi es el artista definitivo (talento de Angie) y Kokichi es el pianista definitivo (talento de Kaede.
Sin más que decir, directo a la historia a partir de aquí. •v•

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Era una tarde fresca, cuando un pequeño joven de cabello morado daba saltitos a través del pasillo, tarareando una melodía suavemente, los rayos de sol que ya se estaba poniendo hacían que sus ojos resplandecieran en diferentes tonos de púrpura mientras que buscaba a alguien.

El pequeño Oma había estado buscando a Saihara desde ya hace un rato, había buscado en el comedor, en el gimnasio, en la biblioteca, ¡inclusive en la piscina! (Aún sabiendo que a como era de Emo el otro chico probablemente no estaría ahi). Ya le había preguntado a Rantaro, a Kaede, hasta había arriesgado su integridad preguntándole al niño espacial y a la señorita 'mirame o háblame y te apuñalo', sin embargo nadie sabía donde estaba el peliazul. En este momento se dirigía a los dormitorios, deteniéndose en una puerta que mostraba la imagen en pixeles de un chico con ropa negra y cabello azul marino, la observo por unos momentos para después comenzar a abrirla con unos pines y una vez logrado su objetivo pudo observar a un chico de piel pálida dejando reposar su cabeza en sus brazos, que estaban puestos en el escritorio, mientras que su mano sostenía uno de los cuantos lápices regados en el mismo, al lado de una libreta que llamó la atención de Oma.

Claro, Oma no pensaba invadir la privacidad del otro chico (quitando el hecho de que entro a su cuarto sin que se diera cuenta) sin embargo la libreta le llamaba demasiado la atención.

'¿Una miradita no hará daño o si?'

Pensó el chico mientras la tomaba, observando trazos sencillos pero que parecían de alguna manera lindos. En la primera hoja se podía ver unos cuantos garabatos de Rantaro y unas pinturas de uñas flojamente hechas con una flecha apuntando hacia Kaede, además de un kaito con un telescopio que parecía apuntar a una molesta Maki, decidió pasar la hoja para ver un dibujo suyo recargandose en Saihara que tenía un pincel en la mano cercana a Oma y una lila en la otra, este dibujo estaba un poco mejor hecho y se podía ver más avanzado, siendo más que un boceto e incluso parecía que ya casi lo terminaba de dibujar, lo cual lo enternecio de sobremanera, no era algo nuevo para Kokichi el hecho de que su corazón se derretía por el otro, era algo que al día de hoy, ya era normal.

Observo como el joven artista dormía, no iba a negar que se veía lindo ¡maldita sea! Lindo probablemente era subestimar aquella vista, la cabeza de Oma solo podía llenarse de pensamientos de como este hombre era tan perfecto en sus ojos, sin embargo la posición en la que estaba parecía incómoda.

por un momento se preguntó si el seria capaz de poder cargar al contrario, claro, el era fuerte para su estatura y lo sabía, pero el otro era bastante alto. Sin embargo decidió ignorar los pensamientos que le hacían dudar y lo intento, sopresivamente el otro era bastante ligero, cosa que hacía que Oma se preguntara si Shuichi estaba comiendo bien, aunque claro, eso se lo preguntaría en otro momento, ahora estaba recostando al chico en su cama de la manera más suave que pudiera para no despertarlo.

Las delgadas y suaves manos del pianista recorrieron las suaves mejillas del chico con amor, observando cuidadosamente sus facciones, su delgada nariz, sus ¡oh tan suaves y delgados labios!, su cabello cubriendo una pequeña parte de su cara, y sus largas pestañas, grabando mentalmente aquella escena sin darse cuenta que aquel chico ya había despertado y también estaba disfrutando el momento con los ojos aún cerrados.