Una vez que se terminó el desayuno tanto Manuel como Sebastian se ocuparon de recoger, lavar y secar los platos junto a los utensilios que se usaron para cocinar con la excusa de que los chilenos "se entendían entre ellos", por lo que no sería un problema la dinámica de secar y guardar. Mientras, los peruanos estarían mimando a Cool Llama como solo ellos sabían.
Al menos eso es lo que se dijeron, la verdad era que tanto Manuel y Miguel querían hablar con su otra versión previo a irse a casa del pelinegro donde el esperar que Victor y Sebastian se encontraran separados sería algo difícil.
— Así que... — con un plato en mano al fin se animó a preguntar Manuel — ¿en tu dimensión también hay sopaipilla weon?
— Sí. Y muy buenas, déjame decirte. — Sebas había terminado de secar algunos cubiertos por lo guardó en un cajón — También perdí la Patagonia y tengo la Isla de Pascua, sufrí el dolor del 2010 y viví el sufrimiento que trajo el golpe de Estado a Allende. Me perdonaras pero por la noche no pude dormir mucho y me tomé la molestia de buscar en tu biblioteca y ver que había. Nuestras historias no son diferentes.
—Wouw, lees muy rápido.
— No, en realidad, solo hojee algunas cosas y asumí otras.
— Asombra en ese caso que estéis aquí. Salis con Perú y descubren juntos alguna forma de tener una pequeña aventura viajando a otra dimensión.
Y Manuel seguía preguntándose cómo, si sus historias eran iguales, no le pasaba lo mismo, ¿qué hizo de diferente para que eso no le pasará también a él? Bueno, estaba el hecho de que Sebastian desde antes estuvo saliendo con Victor, cosa que no fue su caso. Manuel no tuvo algo que lo motivará a querer recuperar a Miguel, solo el deseo de tener a Miguel sin un pasado del cual valerse para asegurar que sería correspondido.
— No diría que la descubrimos, — Sebas había terminado de secar otros utensilios más y los guardaba donde era — más seria que nos topamos con esta aventura. Espero que Miguel pueda hablar con Japón y nos pueda ayudar.
— En todo caso, ¿no te sientes extraño estando aquí? Como no es tu dimensión.
— ¿Me queréis echar? — preguntó Sebastian entre la duda y la burla.
— Oh, no. Solo dudaba. En todo caso, sigo curioso sobre ustedes dos. Supongo soy yo quien se siente extraño. — Manuel agarró la sartén para secarla de una vez.
— ¿Te molesta que salga con Victor?
Envidia es la palabra, pensó Manuel. Él no respondió por lo que siguió secando y guardando. Eso a Sebastian lo tuvo alerta.
— Si te molesta.
— No, no, es solo que verlos a veces muy cariñosos me da...
— Te molesta.
— ¿...No?
— Si te molesta, podrías decirlo simplemente. No me molestaría si ese es el caso. Digo, tan solo ayer llegamos y no hemos sido discretos. Estás soltero, ¿verdad? Supongo que ver a una pareja en tu propia casa comportándose como si fuera la suya te habrá incomodado, a mi me incomodaría, pero el weón simplemente... bueno, lo amo, es eso.
La sonrisa que le nació fue tan fugaz que apenas se notó antes de ocultarla para no incomodar al otro chico. A Manuel no se le escapó esa sonrisa, una sonrisa ligeramente diferente y que veía a veces en sus demás amigos. Mientras Sebastián se incomodaba un poco por su reciente confesión, Mnauel aprovechó antes de perder la motivación a hablar para seguir.
— Bueno, sí, me incomoda, y no sé si ahora que vamos a casa de Miguel podrán seguir siendo tan amorosos. Miguel es muy amigable, pero no dudo que veamos algún día por la casa a Julio, Catalina, Martin,... o a Francisco.
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ENTRE ESPACIOS
Fanfiction× Las relaciones de todo tipo, ya sea de amistad, enemistad o pareja, suelen comenzar de formas extrañas. Los comienzos no los elegimos, pero si el desarrollo, aun que suele pasar que solemos necesitar ayuda para abrir los ojos. En este caso, ¿quién...