🍃 #5 🍃

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- Hey, Miguel.

- Shhh, estoy pensando.

Miguel y Manuel habían dejado a Sebastian y Victor en el cuarto, ellos dos sería un asco con el amor, pero sabian leer en el momento que las cosas se iban a poner más incómodas, al menos para ellos. Ambos sentían que poco faltaba para estar frente a una escena ajena de la que no debía (ni querían) ser espectadores. Al final, si es que aquellos dos en realidad guardan alguna similitud con ellos, querrían un espacio a solas y ellos sin quejas se lo darían.

- En qué piensas exactamente si se puede saber

Manuel no estaba para ser sarcástico ahora mismo con Miguel. Como era visible, entre los dos podían notar que ambos estaba trastocado. Ver a sus otras versiones como pareja había provocado que tanto al castaño como el azabache algo que llamarían "esperanza" surgiera. Aunque claro, en diferentes sentidos.

- Pues, en que me pareció bonita su historia, son una pareja algo... emm.

- Singular. - completó el chileno.

A los dos les vino a la mente de nuevo la imagen de Sebastian y Victor. Si bien, sólo se habían portado de manera cariñosa frente a ellos, los dos tenían imaginación suficiente para, bueno, imaginar.

- Pero todo esto es extraño también.

- ¿Cómo extraño?

- Bueno, para empezar yo puedo fácilmente decir que, si bien, ellos son nuestros otros yo, hay diferencias algo obvias que destacan. Y eso vuelve extraño el verlos pues... ¿yo no soy así de "dulce" o si?

- Espera, ¿me estás preguntando a mi?

- ¿Hay alguien más aquí?

Y el silencio se hizo.

- ...No quiero responder.

- ¡Manuel!

- Creo que tu mismo te acabas de responder.

- No entiendo.

- Mejor.

- ¿Ves? Aquí está mi punto. Además... también me hizo pensar en otras cosas lo que dijeron.

- Somos dos.

- ¿De verdad?, ¿en qué?

- Me hizo pensar en que tal vez tenga una oportunidad - contigo - con alguien y que tal como Sebastian, debería luchar - por que me notes -. O darme chance de intentar - conquistarte.- Quién sabe... -trató de quitarle importancia alzando los hombros pero una sonrisa derrumbó su seriedad para terminar volteando la cara cruzándose de brazos. ¿Sería un buen momento para iniciar su plan?

- Oww, así que al poeta le han vuelto a robado el corazón.- fue un intento bobo de Miguel por fastidiar al castaño que solo terminó con un gruñido de respuesta.

- Mira quién lo dice. No eres quién para decirme eso.

- Bueno, parece que al final los dos pensamos en lo mismo con lo de Sebastián y Víctor.

- ¿Eh?

Manuel quería suponer que Miguel era inteligente, que habia leido entre lineas y el azabache sabía que tenía sentimientos por él. Manuel quería pensar qué le diría que también él tenía curiosidad por una relación entre los dos. Manuel deseaba que sí sabía esto, fuera directo.

- Y también quiero luchar. Quiero que Francisco y yo volvamos a ser novios. Y como Sebastian, debo hacer lo posible por solucionar el malentendido.

¿También lo escucharon? Si, una sonrisa rota y un corazón, tal vez estrella, que se quiebra.

- Wouw...

- Si... Además, pienso que necesito apoyo para mi plan.

- No creo Sebastián te ayude. Esta con sus asuntos para regresar a su casa -la seriedad de Manuel había vuelto.

- ¿Entonces puedo pedirte ayuda a ti?

Estoy está la chucha, se decía Manuel.

- Es más, podría apoyarte con lo de Martin.

- ¿Martin?

- Pues, ¿qué no es Martin de quién hablabas antes?

- No.

- Bueno, quién sea, te ayudare.

Algo se volcó en el ser del chileno.

- Sabes, empecé a pensar en muchas cosas. Tal vez necesito descansar ahora.

Al final la situación solo se podía dirigir a una conclusión:

- Bueno, entonces te dejo, yo me tengo que ir. Cool Llama no soporta estar solo en casa mucho tiempo. Vengo mañana.

Miguel solo se despidió con una mano al aire dirigiéndose a la puerta e irse. Chile le correspondió apenas el saludo de despedida.

Manuel estaba jodido, pero más que eso, se estaba replanteando si en verdad quería intentar su plan. ¿Tendría las fuerzas para sobreponerse a esto? De por si sabía que si lo intentaba, jugaría contra un pasado de romance entre Pancho y Miguel el cual tendría que superar, pero ahora no solo eso, sino que debía enfrentarse frente a frente contra el plan de Miguel por ver una nueva oportunidad con Francisco.

Tal vez no debió darse esperanzas.

Se escucharon pasos bajando por la escalera dejando así paso a Victor y Sebastian que, como supuso, estaba uno al lado del otro siendo Sebas quien tenía a Victor sujetado por el hombro.

- ¿Y Miguel?

Pero por otro lado, no perdía nada intentándolo, ¿verdad? También deseaba poder tener así a Miguel, junto a su lado. Él era Chile, y nunca ha perdido en una guerra históricamente. Y básicamente el amor es una batalla. Debía intentarlo. En posibilidades, los números iban a su favor, ¿no?

- Migue se fue a su casa a ver a su llama mascota. Oigan, ¿desean comer?

No se rendiría tan fácil. Había una posibilidad, estaba frente a ella, literalmente. Podría decirse era el universo incitando a siquiera ver que pasaba.

- ¡¿Miguel tiene una llama?! - Víctor no podía caber en su asombro.

- ¿Tu no tienes una llama mascota?

- Víctor tiene un cuy mascota.

- Bueno, tal vez mañana Miguel pueda traer a Cool Llama.

- Cool Llama, ¿qué clase de nombre es ese? - el peruano no entendía el porqué del nombre.

- Oh, creeme, el nombre le cae cual anillo al dedo.

- Humm...

- Entonces, ¿vamos a comer?

Victor y Manuel se fueron a la cocina, el primero ofreciéndose a cocinar algo siendo amigable. Sebastián los siguió más atrás evaluando un posible regalo futuro que podría darle a su pareja.

ENTRE ESPACIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora