🍃 #7 🍃

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En la casa de Miguel se encontraba el mismo paseando de un lado a otro en su cuarto . ¡Estaba por entrar en una crisis! Estaba debatiendo si debía hacer o no lo que se prometió él mismos ayer previo a irse a dormir.

– ¡Vamos, Miguel!, ¡tú puedes hacerlo!...¿o acaso no debería ir?

Cool Llama lo miraba en una esquina debatiendo si debí ayudarlo, o solo dejarlo ser él por un poco más de tiempo.

Al final, ¿qué podía hacer siendo una llama? No se veía capaz de darles consejos y hacer algo más allá de empujarlo fuera de la casa para que de una vez pudieran salir. Vamos, que Cool Llama también quería salir.

Miguel recibió ayer por la noche el pedido de Manuel de que llevara a Cool Llama a su casa. Desconocía el motivo y no le dió mucha importancia a preguntar. Igual tenía que ir a la casa de Manuel tal como había quedado para ver ese asunto de sus otros yo. Llevar a Cool Llama no le suponía una complicación. Lo que era su problema era que hoy Francisco regresaba de una reunión súper importante que tuvo con los demás países que conformaron en su momento la Gran Colombia y... y Miguel quería saludarle. Era su vecino, una simple cortesía que a la vez era su primer paso en su intento por volver a ser "algo" con Francisco. Recuperar su relación.

Tal vez nunca debió dejarlo ir así de fácil.

– Cool Llama, en ti dejo mi suerte. Dime, ¿qué hora es?

El camélido golpeó el suelo seis veces, una pausa, tres veces, y luego de nuevo siete veces. 6:37.

– Veamos, la hora termina en siete, es un número impar, el impar es negativo, por lo cual es un no, asi que no debería ir a saludarlo, pero es las treinta y siete, sumado es 10, que es par, y es un si, pero en el número es impar, lo que significa no, pero son las seis, y es un si, y sumado todo es dieciséis, de nuevo un si, pero sumados el uno y el seis son siete, y sería un no y eso me deja con empate entre sí y no, positivo y negativo se contrastan, saliendo un no, o tal vez un sí, ¿o salía nada? , ¿no voy?, ¿si voy? .... ¡Aaahhh!

Se revolvió el cabello y su celular sonó, ¿quién lo llamaba tan temprano?

Desbloquea su celular y al ver el remitente contestó con duda.

– ¿Manuel?, ¿qué pasa? No creí que fueras madrugador.

– No soy Manuel. Soy yo, Sebastian.

– Oh, hola, ¿pasó algo?

– No pasó nada, solo que Victor hará el desayuno y queriamos saber si también preparamos el tuyo.

¿Su otro yo haría el desayuno? Era una oferta que no iba a desaprovechar.

– Les caigo en media hora. Voy saliendo.

– De acuerdo.– Y colgó la llamada.

Olvidando su anterior disyuntiva cogió sus llaves y agarró del cuello a Cool Llama en un abrazo para salir. Interiormente se daba la excusa que luego decidiría que hacer, al final había prometido a sí mismo que saludaría a su ex cuando regresara, pero no a qué hora. Y cómo todos saben, la hora peruana no es la hora que marca el reloj.

Muy aparte, ya que Manuel había dicho que lo ayudaría (o eso entendió Miguel) , tal vez le pudiera dar un consejo al igual que Sebastián. Ay, hubiera aprovechado antes que le llamó, pero bueno, ahora estaba camino a donde estaba.

– ¿Y qué dijo? – interrogó Manuel cuando regresó Sebastian con su celular entregandoselo en la mano.

– Dijo que vendrá.

Sebastián se había quedado confundido con el pedido del otro chileno, que bajo la excusa que aún no se sentía del todo despierto, pidió cuando le pasaron la voz para levantarlo y baje a desayunar que el otro llamara a Miguel para preguntarle si él también quería le guardarán desayuno.

ENTRE ESPACIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora