drømmeunivers | oneshots edser & hanker

tú eres mi corazón; hanker

un pequeño oneshot de los premios del otro día :)

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Ganar un premio jamás había significado tanto para Kerem como ganar ese último. Porque lo había recibido junto a Hande, y tenerla a su lado en el escenario, admitiendo que habían entregado sus corazones (literalmente), fue para él el regalo más bonito que pudo obtener.

Ambos eran reticentes a exponer su vida privada y por eso significó tanto que se agradecieran el premio mutuamente; que se miraran, con la estatuilla en la mano, y sus ojos gritaran todos los te quiero que sus labios no podían.

Bajaron de la mano a hacerse las fotos pertinentes y atendieron el resto de la ceremonia sentados uno al lado del otro. Kerem, inconscientemente, rodeó el respaldo de la silla de Hande y jugó con los mechones de su pelo, mientras ella cogía su mano libre y entrelazaba sus dedos. Estaban acostumbrados a estar siempre tocándose, y para ellos era natural estar en contacto permanente con la piel del otro.

Aplaudieron al resto de ganadores (Kerem, además, gritó el nombre de Gamze cuando ella subió a por su premio) y agradecieron las felicitaciones al salir. Se despidieron de sus amigos y siguieron el coche de Caner y Gamze, de camino a la casa de Hande, donde iban a realizar una pequeña fiesta con Nilayko y Dilara.

Hande fue bromeando sobre lo que había dicho Kerem de que todo de él dependía de ella y se movió para darle un beso en el costado del cuello cuando él, parando el coche en un semáforo, se giró para mirarla y le dijo que era la verdad.

–Me he reído cuando los periodistas nos estaban haciendo la entrevista, pero lo he dicho en serio, amor. Todo yo eres tú, todo de mí depende de ti. Eres mi fe, mi luz y mi magia, Hande Erçel.

Kerem siempre había sido un hombre que expresaba sus sentimientos abiertamente, sin vergüenza ni pudor, y a excepción de los primeros meses, por miedo a que ella se sintiera presionada, siempre le había dicho cómo se sentía y cómo ella le hacía sentir.

Enamorarse de Hande había sido algo tan repentino en su vida que, al principio, Kerem no estaba seguro de cómo debía reaccionar. Le temblaban las piernas cuando ella le hablaba, el corazón se salía de su pecho cuando ella le sonreía y estuvo a un segundo de perder el conocimiento el día que ella le besó por primera vez.

Hande acababa de salir de una relación y aunque Kerem no se arrepentía de ni un solo segundo que pasaba junto a ella, llegó a pensar que debía alejarse para que tuviera su espacio y pudiera superar la ruptura. Acabó siendo Hande la que le besó un día y le dijo que le gustaba. Desde entonces su relación solo había ido creciendo y fortaleciéndose, hasta el punto en el que estaban, con una estabilidad, un respeto mutuo y una confianza que jamás habían tenido con sus anteriores parejas.

Kerem la miraba cada mañana y se sentía el hombre más afortunado que existía porque a ella le brillaban los ojos por él y no creía que hubiera nada más especial que eso.
Así que había planeado algo. Para ella.

Cuando llegaron a la casa, los demás ya estaban allí, preparándose unas copas. Hande fue con las chicas a cambiarse por algo más cómodo y Kerem y Caner hicieron lo mismo, mientras este último llamaba a su hermano para que pasara a dejar a Mavi con ellos.

En el salón, un rato después, cuando estaban todos relajados, tomando algo y riéndose, Kerem miró a Nilayko y a Dilara, que asintieron, guiñándole un ojo y levantándose.

–¡Atención! –Exclamaron, dándole unos golpes suaves a sus vasos, para acallar a los demás

–Nos gustaría, ya que estamos aquí reunidos, celebrar unos premios especiales –Empezó Nilayko, codeando a Dilara para que siguiera.