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¿Hablar? Su corazón se aceleró, ¿hablar de qué cosas? Podría seguir soportando el dolor. Ver a Taehyung con otras personas, podía ahogarse en su orgullo y seguir pensando que estaba bien.

—Has venido a hablar… —dijo con la mirada perdida en un punto de su pared.

—Sé que no he sido lo suficientemente bueno para ti. Es más, no te merezco.

—No Tae… yo te amo, me mereces más que cualquiera.

Taehyung tragó saliva, la obsesión que Jimin había creado lo estaba cegando y le hacía ver una cortina de algo que para nada se acercaba a sano.

—Te quiero —dijo Taehyung. Los ojos de Jimin se pusieron llorosos amenazando con volver a llorar—, pero no creo que te ame.

—¡Dios! —se limpió las lágrimas de sus ojos—. Es que no lo entiendo…

—Necesitaría acomodar mis pensamientos y después saber si realmente te amo.

—Lo haces, no necesitas revisar nada en ningún lado. El simple hecho de que hayas regresado es una razón del por qué.

—También eres mi amigo.

—Jamás lo fui, soy tu amante —Jimin estaba perdiendo las esperanzas y eso lo estaba desesperando—. Puedo acostarme con quien quieras, pedirme que tome lo que sea. Haré lo que quieras, de verdad. Soy tuyo… y-yo- —cubrió su rostro y lloró—. Es que no quiero que me dejes. Quiero seguir igual, puedo soportarlo, puedo soportar verte con otros, en serio.

—No me siento cómodo en relaciones serias.

—Lo nuestro no es una relación seria. Seré tu juguete sexual si es lo que quieres.

Taehyung cerró los ojos llegando al punto de la frustración porque nada parecía hacerlo cambiar de opinión.

—No puedo estar contigo, porque te he hecho mucho daño ya.

—Eres todo lo que tengo —Jimin se acercó más a él y sujetó su rostro—. Seguro me miro horrible, pero en verdad eres lo que más quiero.

—También te quiero…

—Entonces ámame —dijo en un hilo de voz.

Jimin miró a Taehyung con ilusión y se acercó para besarlo. Le dio un pequeño beso y después lo miró a los ojos. Taehyung podía actuar duro, pero en realidad era muy sensible y no quería que Jimin quisiera cometer alguna locura.

—E-está bien —sonrió—. Lo vamos a intentar, si no funciona debemos separarnos, pero seguiríamos siendo amigos, ¿sí?

Jimin sonrió enorme y abrazó a Taehyung. Lo besó y ese beso se intensificó terminando con ambos desnudos y en la cama.

Adiós fiestas, adiós sexo, adiós todo. En verdad se estaba esforzando. Jimin era increíble como novio.

No quería hacer de esto una comparación, pero sentía que no le daba lo que merecía. Siempre hay uno que da más y Jimin era ese.

Taehyung no sabía cómo llevar una relación estable, así que simplemente lo llevaba a su casa y tenían sexo en ella. Su madre ya conocía a su novio. Seguramente esa expresión en su rostro pudo significar algo negativo en cuanto lo conoció.

—Conseguí un empleo como mesero en un café —dijo Jimin—. Usaré patines.

—Suena fantástico —dijo Taehyung—. También debería conseguir empleo. Quizás en algún bar, soy un experto en bebidas.

—No creo que sea buena idea.

Taehyung miró con ceño a Jimin.

—¿Por? Son sólo bebidas, yo no las tomaré.

Jimin miró preocupado a Taehyung y después soltó una carcajada.

—Sí, que estúpido.

—No lo eres, no digas eso —acarició la mejilla de Jimin la cual tenía una lágrima—. Oye… hay que ir a los patines y me muestras que tan bueno eres en ellos.

Jimin sonrió sonrojando sus hermosas mejillas y asintió. Le dio un besito en los labios.

—¿Sabes usarlos?

—No, pero será divertido caernos juntos.

Definitivamente los patines no eran para  Taehyung. Se había golpeado más veces que las que pudo patinar así que se quedó sentado mirando a Jimin.

Le gustaba su cuerpo y su actitud, en general, Jimin le gustaba mucho. No iba a mentir, sí era territorial inconscientemente y le gustaba el sexo con él, más de lo que le pudo gustar con alguna otra persona.

Pero podía ver lo dañado que estaba Jimin y lo peor es que él lo había hecho así.

Alguien con muchas inseguridades. Taehyung siempre le ha dicho lo guapo que es y lo mucho que le gusta su figura, pero en la cabeza de Jimin, si eso fuera verdad, él no iría a buscar a otros hombres.

Aquí aplicaba la frase cliché, "no eres tú, soy yo".

El problema no era Jimin sino Taehyung.

—Bebé —Taehyung parpadeó saliendo de sus pensamientos y miró a Jimin extenderle un vaso con refresco—. Sabe extraño, pero según es Coca Cola.

Taehyung la bebió.

—No tiene gas.

—Por eso odio esas máquinas.

Taehyung sonrió y besó suavemente los labios de Jimin y juntó sus frentes pudiendo oler el aroma de su aliento que no era desagradable. Jimin era perfecto en todos los sentidos y él simplemente no encajaba.

—¿Quieres intentarlo de nuevo? —preguntó Jimin.

—Te voy a tirar.

—¿Y qué tiene? Es divertido intentarlo y después caer, ¿no?

Taehyung tragó saliva y asintió.

Angels like you [VMin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora