¿Y si tengo que cortar el hilo rojo?
*********
Años después.
Crecer es un asco.
«Te empiezas a sentir insegura por cualquier cosa: tu cuerpo, tu cabello, tu rostro, tu personalidad, tu forma de hablar. Todo.
«Te crece bellos por donde ni sabías que podrías tener. La primera vez me asusté, pensaba que me estaba convirtiendo en un mono. Lo bueno, es que no fue tanto. En las axilas, brazos y piernas no me salió. Si hubiera sucedido no podría ni pensar en cómo depilarlo, lo bellos me pican y molestan mucho.
«Luego está la sangre, la menstruación, o como yo la llamo "la monstruación", te baja en un momento que, justamente, te encontrabas sola y no sabías a quién pedir ayuda—yo sí tuve a quien pedirle ayuda, luego se los cuento—. Y con un solo estornudo parece que se te sale el hígado.
«Los recuerdos de tu niñez desaparecen como si nunca hubieran sucedido. Aun puedo ver partes cortas y divertidas cuando pasaba mis domingos con mis padres en el acuario. Ahora que soy una "adolescente" ya ni recuerdo qué fue lo que comí ayer. La memoria es un caso perdido. Mi memoria está rota.
«Cada mañana que despiertas te preguntas "¿por qué demonios desperté?". Quizá no todos lo hagan, pero yo sí, solo cuando ando en los "días rojos". Luego ya se me pasa y sigo con la vida.
«Las preocupaciones vienen a ti. Qué debes vestir. Cómo debes peinarte. Qué comer y qué no comer. Bañarte o no bañarte. Bueno, lo último, solo lo pienso yo, y también lo hago en los días rojos, je.
«Tienes que hacerte la comida tú sola. En mi caso, yo lo único que sé cocinar es avena. Nada más. Ni hacer arroz puedo, porque luego se me termina quemando. Y picar verduras o frutas es peor, presiento que terminaré sin un dedo.
«Te deprime algo insignificante fácilmente. A mí no, nada me deprime, nunca he llorado. Solo me he sentido vacía con algunas series o películas que han llegado a marcarme. Pero jamás, jamás he llorado por algo.
«Estar sola, con música y audífonos, en tu habitación encerrada, es lo único que deseas hacer. También leer un libro. Yo amo eso. Mi cama es lo mejor, y los libros son magníficos.
«También entiendes muchas cosas de "adultos". Yo, por ejemplo, entendí que Yuun hablaba literalmente de ser mi segundo papá, y lo supe cuando una vez no toqué la puerta de su habitación y entré como si nada; él estaba parado cerca a la ventana besando a mi papá. La boca se me abrió tanto que pensé que en serio había caído al suelo como sucedía en los dibujos animados. No los juzgué para nada, más bien, entré y los abracé a ambos. Dos excelentes padres.
«Disminuyes las horas de sueño, te amaneces. A veces lo hago, cuando como dulces altos en azúcar para mantenerme despierta y ver series de comedia. Mi risa se escucha por toda mi casa en la madrugada.
«Salir se vuelve algo aburrido. Los vecinos piensan que soy la típica chica encerrada que teme por ver personas. Están equivocados. Yo sí sé lo que ocurre afuera, lo veo desde mi ventana como si se tratara de una vieja chismosa, y también salgo, solo que lo hago con una sudadera grande, la que en realidad es de mi segundo Papá, Yuun. También uso un tapabocas, me pongo la capucha y unas gafas oscuras. ¡Y para la calle! Como si yo fuera algún delicuente o espía.