|5|¡¿Cómo entró eso ahí?!

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Vuelvo a bostezar por quinta vez. No creí que Jay fuera capaz de cargarme hasta mi casa, ya que soy difícil de tener en brazos cuando duermo, me muevo inquieta. Parece que lo del ciclismo le está haciendo bien físicamente. Endurecerá las nalgas. Eso es algo bueno. Aunque dormí mal, ya que me dejó en el sofá.

Miré el semáforo antes de cruzar. Luego seguí metida en el juego de Pokemon Go que había instalado en mi móvil, mientras iba a la escuela a pie. De esta forma tendría las posibilidades de encontrar uno. Y creo que también fue una buena idea, pues había tráfico. Además era un grandioso día, miré a mi izquierda. Había una pareja de ancianos, que lindos.

Ambos se quitaron las dentaduras y se empezaron a besar.

Sí, definitivamente voy a desviar la mirada. Mejor camino rápido.

—¡Buen día, Nini! —El director pasó por mi lado, montado en su bicicleta.

Dejé de llamarme así.. hm.. Será imposible pedírselo.

Sonreí en saludo, y luego cambié mi rostro al ver a Jay manejar a su lado. Este chico.. ¿prefiere estar con el director que con su amiga de la infancia? Lo ignoré totalmente. Mejor le doy su espacio. Cuando llegué a la escuela fui directo al baño. Necesitaba asegurarme de que no hubiera algún pelo blanco. Salí demasiado rápido de casa y rocié el colorante como me fue posible hacer mientras comía mi avena. Esta mañana fue la más desordenada de mi vida. No hay ningún rastro de mi piebaldismo. Suspiro, saliendo del baño. Al instante me encuentro con Jay, pero solo lo ignoro y entro al salón.

Esto es más deprimente, ahora de verdad me siento sola.

Y peor que ahora sea el centro de atención, eso me incómoda más de lo que ya estoy.

Una notificación me llegó: pokemon cerca.

¡Ay, no puede ser! Estuve caminando toda la mañana y no me apareció ninguno. ¿Y justo ahora se dignan a aparecer?

Guardé mi móvil. Y, mientras aún no llegaba el maestro, saqué un libro, sintiendo la mirada de Jay. Vaya, ahora que le ignoro, él me toma atención. Que complicados son los hombres. Había mucho bullicio. Algunos estudiantes se quejaban por estar otro día más aquí. Y algunos se golpeaban en la parte de atrás. Después de todo este salón no es tan aburrido.

El director mandó un mensaje a todos los estudiantes, ya que el salón se llenó de notificaciones, no era tan importante. Más bien, solamente era un buenos días y deseándonos lo mejor. Pasaba las páginas del libro que ya había leído más de cuatro veces. Y me sorprendió que Jay me hablara:

—¿Hiciste la tarea de química?

No respondí, solo la saqué de mi pupitre y se la mostré.

—¿Álgebra?

Se la mostré también. Y seguí haciéndolo mientras mencionaba todas las materias, hasta que mi mochila quedó vacía. Ahora él es quien quiere hablar, huh, pues yo no pienso hacerlo. Miré al frente, y me di cuenta de que aquella chica de corto cabello y anteojos nos miraba. Al instante volteó.

¿Es que acaso...

—¡YUNAA!!! —Un estudiante que traía una bandita arriba de los labios gritó hacia la chica que estaba al lado de la de anteojos—. Qué tal si...

Ella le lanzó un cuaderno.

—¡Te dije que no me gritaras así desde atrás!

Que salón más.. brutal.

Pestañeé.

***

Las clases fueron normales, a veces recibía miradas asesinas del maestro. Lo entiendo un poco. Ya que su frente estaba vendada por el golpe que le di, y algunos alumnos se burlaban de él. Pero al menos eso no influenciaba en mis notas, mis tareas estaban perfectamente bien hechas. En el receso apenas salí, y solo fue para caminar y encontrar al pokemon. Sin embargo, al único que encontré fue a ese chico que le sonreía a todas las estudiantes.

WIND BREAKER • 𝑺𝒑𝒆𝒆𝒅𝒚 𝑯𝒆𝒂𝒓𝒕 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora