Si tuviera las siete esferas del dragón pediría que los personajes de los dibujos de la tv existieran.
Menos Peppa.
Cuando vi un creepypasta sobre ella, no pude dormir por una semana.
Volví a bostezar.
Jay dejó un libro sobre mi pupitre.
—¿Acaso no has dormido?
Ni siquiera debía decirme eso a mí, su rostro dice que también se amaneció. Y se ve peor con los golpes que recibió ayer. Además no entiendo porqué hace que lee un libro cuando no trae sus anteojos. La medida de su visión es tan alta que una vez me puse por curiosidad sus anteojos y juro que hasta podía ver a las hormigas de Bichos: una aventura en miniatura.
No tuve ganas de estudiar, sinceramente no lo necesitaba. Estaba más adelantada que todos. Solo debía mantener mi trasero en esta silla y escuchar lo que el maestro dice. Mis ojos necesitan descansar, pero no quiero ser la chica que se queda dormida en clases. Sería una burla. Aunque..
Volteo a ver a Dom.
Su baba mancha la mesa, sus párpados cerrados, pero veo que sus ojos se mueven de un lado a otro, parece que tiene una pesadilla. No, me equivoqué. Él está sonriendo de una manera.. rara. Y entiendo un poco cuando sale el nombre; Yuna, de sus labios.
—¿Estás escuchando lo que digo? —Jay hace que voltee de nuevo.
¿Estaba hablando? Su voz es baja, y cuando enfrenta a otros, sale firme. Juego con el lápiz. Me molesta que Yoon le haya pedido que sea mi tutor "privado". No lo necesito. Iba a decirlo, pero la chica con la que tropecé en el baño el primer día, se puso al lado de él. Vi con curiosidad.
—Para tus cortadas —Ella puso unas banditas sobre la mesa.
Tomé el libro, oculté un poco mi rostro para ver. Sus mejillas estaban rojas. Jay tiene una fan al parecer.
—No te pedí que me dieras nada como eso.
Un flechazo imaginario me atravesó y el frío me invadió. Que cruel. ¿Por qué es así? Entiendo que sea seco al hablar, pero hacerlo con alguien que se preocupa.. está mal. Entrecerré los ojos. Hm.. ¿Será Gay? No, no creo. Hm...
—¿Cómo puedes responder de esa forma? —Otra chica puso su mano sobre la mesa de Jay, acercando de nuevo las banditas, es la que golpea a Dom, pero de una forma de demostrar su amor, "según dice Dom"—. Oye, Jayhung. Cuando una chica muestra interés por ti, lo mínimo que puedes hacer es decir un gracias. Desde que Mia vio tus heridas esta mañana a estado preocupada por ti, incluso fue a la farmacia para..
—¡Yuna! —La que entendí se llama Mia, le cubrió la boca a la que le estaba hablando a Jay de la manera más directa. Estaba de acuerdo con todo lo dicho.
Bajé el libro y miré a Jay. Éste apenas se dio cuenta, y le di con el libro en la cabeza.
—Sé más agradecido, Jay. —regañé.
Él alzó la cabeza, me miró y abrió la boca para hablar. Pero alguien le dio un manotazo en la espalda y por poco se le sale el alma.
—¡Hey! —saludó Dom, rodeó con su brazo el hombro de Jay y extendió su mano en forma de puño hacia mí, le miré sin entender—. Puñito, puñito.
Oh. Formé un puño también y lo choqué con el suyo.
—Por cierto, ¿dormiste bien ayer? —le preguntó a Jay con una sonrisa pícara—. Porque luces un poco cansado, ¿no te habrás quedado despierto hasta tarde, verdad?
