Capítulo 47

386 60 19
                                    

Narrador Omnisciente

En cuatro meses pueden suceder cosas tan inesperadas como particulares. Comenzaremos diciendo que Paul llevaba 16 semanas en una celda que cada día se volvía más pequeña y sofocante, no habían pruebas para culparlo directamente pero tampoco lo habían para ayudarlo. El caso seguía en investigación y en 3 semanas se decidiría si lo liberarían de aquel infierno o seria condenado a la inyección letal que acabaría con su vida.

Hace tan solo 3 semanas habían notificado a Thomas respecto a una relación del 99% de su ADN con el de Paul. ¿ Cómo habíamos llegado a este punto? Pues en una de las cuantas peleas carcelarias y en las que Paul fue víctima, fue el propio Thomas junto a sus amigos los que le donaron sangre para evitar su muerte. Sin embargo, la mayoria del grupo fue rechazado debido a la escasa compatibilidad en grupos sanguíneos, pero fue Fogarty el afortunado que arrogó una sangre tan peculiar como la de Paul. Lo demás se cuenta solo, y es que su ahora compatibilidad de hermanos los había vuelto inseparables y aunque ninguno de los dos podía entender como es que su ausente madre fue capaz de ocultar tal información, no dudaban que el cariño que ambos se tenían era lo que por ratos mantenía fuerte al pobre chico que habían culpado de forma injusta.

Sandra, la madre de Thomas y Paul, había sido una mujer que por necesidades había ejercido la prostitución durante un corto tiempo. Durante ese tiempo, habría conocido al padre de Thomas, del cual se había enamorado perdidamente y con el cual había tenido una feliz pero corta relación de la cual solo Thomas quedaba como recuerdo. Luego de que el hombre se enterara del trabajo de su enamorada, decidió pelear la custodia de su hijo y quitárselo a una Sandra que ya no encontraba sentido a su vida.
Después del padre de Thomas, solo vinieron hombre que jugaron con ella y que se aprovecharon de su vulnerabilidad, entre ellos estuvo el padre de Paul, quien a pesar de ser un excelente padre era un amante de lo más terrible. Las penas fueron tantas para la pobre chica que decidió marcharse lo más lejos que pudo, dejando a dos chicos que fueron criados solo por una influencia paterna y que desconocían la existencia de un "  medio hermano".

Lili seguía siendo novia de Paul, pero solo en la formalidad. Su corazón le pertenecía a Evan Topaz, y eso era algo que no podía ocultar ante los demás; y es que solo fingía seguir enamorada de Kennedy  para darle fuerzas en aquel oscuro lugar en el que se encontraba. Evan por su parte era paciente y sabia que tarde o temprano el destino jugaría a su favor y le permitiría tener una relación libre junto a su amada Lily.

Claudius se había recuperado casi por completo, salvo por el hecho de que no recordaba nada de la noche que respectaba a su accidente. No culpaba a Paul y mucho menos quería que fuese condenado a pena de muerte. Sin embargo, Orlando Blossom estaba haciendo lo imposible para que Paul Kennedy pagase por lo que supuestamente le había hecho a uno de sus hijos,y para evitar más problemas había decidido enviar nuevamente a Claudius a aquel internado en Suiza.

La anterior noticia había repercutido de forma directa tanto en Alice como en Owen. Ambos chicos tenían sentimientos hacia el menor de los Blossom, mientras la primera estaba completamente enamorada del chico, el segundo tenia un deseo incontrolable de tenerlo cerca y besarlo cada vez que se le acercaba. Alice y Claudius continuaban teniendo citas a escondidas, mientras que con Owen las cosas eran un poco más frías y toscas.

Austin Blossom había perdido parte de la poca cordura que le quedaba. Tenía pesadillas con el día en que golpeó violentamente a su hermano, alucinaba con la infidelidad de su novia con el chico, tenía la necesidad de violentar nuevamente contra su gemelo pero a la vez sentía una culpa tremenda por la situación en la que estaba Paul. Las aspiraciones del chico habían cambiado, ya no necesitaba a la  "estúpida" de Alice, ahora su objetivo era una pelirroja que desde hace tiempo acechaba.

El tiempo que te quiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora