-Linda habitación -dijo Caleb una vez estuvimos dentro, agradecía que mi madre hubiese limpiado un poco, pues está mañana había dejado bastante ropa tirada.
-Gracias -susurré acercándome a la cama dejando mis cosas sobre esta- eh, lo libros están ahí, puedes tomar el que quieras -señalé el estante y el se acercó, miraba mis cosas con curiosidad, podía verlo tocar las cosas con delicadeza, todo lo contrario a mis amigos.
-Divergente -susurró mientras pasaba su dedo por los libros- la colección de Jane Austen -continuó- Harry Potter y los juegos del hambre -tomó uno de los libros y lo abrió comenzando a darle una ojeada, yo solo lo observaba- estás bastante callada -dijo tomándome por sorpresa, estaba muy hablador.
-Bueno, es que yo imagino que no debes querer hablar -susurré bajando la mirada a mis zapatos.
-No veo los libros de Narnia por aquí -habló cambiando el tema, lo miré y se encontraba buscando minuciosamente.
-Los guardo en otra parte -repondí levantándome de la cama, me agaché y busqué el cofre que escondía bajo está- son una versión limitada de los libros, me costó mucho tenerla, por lo que los cuido mucho -expliqué mientras ponía el cofre sobre la cama, lo abrí y ahí estaban mis preciosos.
-Al parecer alguien tiene una pequeña obsesión con Nárnia -dijo y lo miré sorprendiendome al ver una sonrisa en sus labios, vaya que le lucía, era una sonrisa bastante hermosa- ¿Tengo algo en la cara Jessie Mackwell? -preguntó sacándome de mis pensamientos, haciéndome abrir mucho mis ojos, me había pillado nuevamente, de inmediato negué y volví mi vista a los libros, sacándolos con cuidado.
-Eh no, solo me distraje -susurré sin mirarlo aún, no podía por la vergüenza.
-Te luce estar sonrojada -dijo haciéndome mirarlo, ¿Estaba sonrojada?. Caleb soltó una risita antes de tomar los libros y sentarse en mi cama para ojearlos, mordí mi labio mirandolo, parecía otra persona, desde cuando Caleb Jones soltaba risas y jugaba conmigo?- ¿Por qué te metiste entre mi padre y yo? -preguntó derrepente haciéndome alzar una ceja, había pensado que no querría hablar sobre el tema, pero como siempre Caleb Jones me sorprendía con su forma de ser.
-Eh.. bueno yo.. tu padre parecía muy molesto -declaré encontrando las palabras- creí que te golpearía y me asusté... además te veías tan molesto que pensé que lo golpearías de vuelta y.. -negué- ambos parecen estar pasándolo mal y una pelea a ese nivel solo empeoraría las cosas, no quería eso para ustedes, yo.. no lo sé -terminé mordiendo mi lábio, bajando la mirada hacia mis zapatos, Caleb no decía nada lo cual me hacía sentir tonta ¿Por qué había dicho todo eso?.
-Gracias -dijo y lo miré sorprendida, quien era este chico? Caleb me miró y sonrió.
-De nada -dije apenada bajando la mirada al libro en sus manos, sin saber que más decir.
Después de eso Caleb volvió al libro y yo me senté a su lado, no pude evitar mirarlo, pues parecía estar inmerso en el libro, y eso era agradable, Nárnia me encantaba y que a alguien más por lo menos le llamara la atención, era maravilloso para mí.
Estuvimos así un rato hasta que Caleb se recostó sobre mi cama cerrando los ojos, como siempre me sorprendió su acción, pero no dije nada, tenía los ojos cerrados, por lo que podía mirarlo como quisiera, y la verdad no desaproveché la oportunidad, respiraba profundamente, como si se hubiese dormido, su cabello negro caía sobre su frente, cubriendo un poco sus cejas y sus pestañas eran bastante largas, mis ojos bajaron a su nariz la cual era bastante perfilada y sus labios eran mullidos y rosados, eran hermosos. ¡Esperen! ¿Qué? Negué y desvié la mirada, para luego mirar a la puerta abierta, mi madre se asomó en silencio y me hizo señas, me levanté y salí de la habitación junto con ella.
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Los Días Con Jessie Mackwell ©
Подростковая литератураUna chica optimista, con deseos de vivir y ser libre! . . Un chico malhumorado, que no desea ser fastidiado! . . Un grupo de amigas tan improbable, como inseparable! . . Un chico de gran corazón, qué se robará el tuyo! . . Una escuela, específicamen...