Capítulo 8 🌈 Carta

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Jueves por la mañana. Splendid por primera vez no se había despertado temprano, de eso eran conscientes sus amigos, por eso Flaky y Flippy estaban allí, mirando cómo Splendid dormía sin saber exactamente cómo despertarlo.

—En mi servicio militar, el jefe de escuadrón nos tiraba de la cama cuando no despertábamos temprano —comentó Flippy—. Claro que jamás me pasó, por alguna razón despertaba antes.

— Ya no estás en tu servicio militar, Flippy —comentó Flaky—. Ya le he hablado pero no despierta.

—¿Seguirá vivo?

—Está respirando.

—Tenemos una hora antes de que inicien las clases, déjame despertarlo al estilo militar.

—No —lo miró molesta—. Vas a asustarlo.

—Pero debemos despertarlo —miró al peli azul y caminó hacia él—. ¡Splendid! —sacudió al chico que seguía durmiendo—.

—¡Ahhh! —Splendid se despertó de golpe por el grito y la sacudida—. ¡Flippy maldito seas! —el mencionado lo soltó—. ¿Qué te pasa? —respiraba agitadamente—.

—Buenos días, muchacho, ve a bañarte y arréglate, vamos a llevarte a la escuela —dijo el peli verde—.

—No iré a la escuela.

—Tienes que ir, Splendid, que no te importe lo que haya pasado —habló Flaky—. No dejes que Splendont gane.

El chico miró a su amiga y recordó las palabras de su amigo Monk, fue así como se puso de pie, buscó rápidamente ropa y se metió al baño para darse una ducha rápida. La pareja lo miró sin decir nada pero estaba sorprendidos.

—Al parecer esas son las palabras mágicas —comentó Flippy—.

—¿Tendrá algo que ver con que fue con Monk ayer? —miró a su novio—.

—Es probable.

[...]

—¿Qué haces, Splendid? —cuestionó Flaky al ver que el mencionado se ponía la capucha de su sudadera cuando los tres bajaron del auto del peli verde—.

—Quiero ignorar a la gente —respondió el chico—. Me sentiré cómodo si entro así al instituto.

—Deja que el niño entre como quiera a la escuela —dijo Flippy y rió—.

Los tres caminaron hacia la entrada para posteriormente ingresar al edificio educativo, era fácil saber que el chico de la capucha era Splendid; Flippy y Flaky siempre eran vistos con el peli azul a la hora de inicio y salida de clases. Esto claramente no pudo evitar que varias personas dirigieran su mirada al chico involucrado en una situación con demasiadas opiniones.

—¡Aquí estás!

—¡Ahh! —gritó Splendid antes de ser tomado del brazo y jalado de golpe a la oficina del consejero Lumpy—.

—¿Qué demonios? —dijo Flippy tratando de procesar lo que acababa de pasar—.

—Ustedes vayan a su clase, tengo que hablar con Splendid —se asomó rápidamente el consejero Lumpy y posteriormente volvió a su oficina después de cerrar la puerta—.

—Está... b-bien —habló la pelirroja tratando de controlar sus tics—.

Splendid miró al consejero Lumpy una vez que tomó asiento en su lugar, mantuvieron una pequeña guerra de miradas hasta que el peli celeste parpadeó.

—Parpadeó —habló Splendid—.

—Si, ya lo sé —Lumpy suspiró—. Ayer fui al doctor y ya no debo hacer eso, dice que tengo cierta probabilidad de quedar bizco.

—¿Y por qué estoy aquí? —arqueó una ceja—. Aunque, bueno, planeaba venir más tarde.

—Estás aquí por lo sucedido ayer, estoy muy molesto y me siento ofendido de alguna forma.

—Sé que no es aceptado que alguien sea homosexual pero... —fue interrumpido—.

—No hablo de eso, lo que hizo el entrenador Marmot se le llama discriminación —hizo una pausa—. Ayer conversé con algunos profesores y llegamos a la conclusión de hacer una carta para que lo expulsen.

—Espere, no creo que sea necesario llegar a esos extremos —comentó el menor—.

—Splendid, relevarte de tu puesto como capitán del equipo solamente por ser homosexual es un motivo para expulsarlo —suspiró—. Es un buen entrenador pero esas actitudes están prohibidas en el reglamento escolar, incluso eso me recuerda que debo hablar con Splendont.

—Cuidado porque puede comprarlo —Splendid se cruzó de brazos—. Creo que hizo eso con el entrenador.

—Esa es también una buena razón para expulsarlo.

Unos toquidos en la puerta interrumpieron la conversación, ambos se miraron mutuamente y después Lumpy dijo que podía pasar la persona que se encontraba al otro lado de la puerta.

—Consejero Lumpy, quisiera hablar con usted —habló Splendont mientras abría un poco la puerta pero se detuvo al ver a Splendid allí—. Olvídelo, vendré más tarde.

—¡Oye, espera! —exclamó Lumpy pero la puerta fue cerrada de golpe—. Bueno, al menos vendrá más tarde, espero pueda hacer algo para ayudarte, Splendid.

—Solo no se deje comprar por ese chico —dijo el mencionado y se puso de pie—. Las clases ya iniciaron, debo irme.

—Espera, ¿tenías algo que decirme?

—Oh, si, ayer hablé con los Ants y van a considerar el hecho de no molestar a nadie a cambio de tutores con sus materias escolares —hizo una pausa—. Aún no sé su decisión final.

—Diles que vengan a verme si es que aceptan eso, estaré más que encantado con ayudar a que ya no molesten a nadie —tomó una pequeña tarjeta de su escritorio—. Ten, es un justificante, así podrás entrar a tu clase de ahorita sin ningún problema.

—Gracias, consejero Lumpy —sonrió—.

Splendid salió de la oficina y caminó por los vacíos pasillo hasta que llegó a su salón de clase, llamó a la puerta y el profesor The Mole abrió sin dejarlo pasar.

—Diez minutos tarde —se cruzó de brazos—.

—Justificante —le mostró la pequeña tarjeta—. Estaba en la oficina del consejero.

—De acuerdo, pasa —dijo después de mirar la tarjeta—. Página 74, rápido.

—Gracias.

Nadie lo odiaba a pesar de todo.

¡Hey, ladrón! ||Splendid X Splendont||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora