A medida que el video se reproducía, la imagen detrás de sus párpados se volvía cada vez más borrosa, su visión nublada con eventual lujuria.
Hyunsuk comenzó a jadear, una, dos, tres veces, hasta volverse continuo, su pecho moviéndose en un vaivén errático. La mano que sostenía el celular le comenzó a temblar debido al poco control que tenía en ella, y la otra, escondida bajo las sábanas, recorría su cuerpo con el toque de una pluma. Pasó sus yemas por su pecho y abdomen delicadamente, y resopló con más fuerza cuando rozó uno de sus pezones duros, prácticamente saltando al tacto. Sin aguantar ni un segundo más, coló sus dedos bajo la tela de su jogging y finalmente tocó.
El alivio fue tan grande hasta el punto que una sonrisa débil le remarcó las comisuras de la boca. Hacía tanto, tanto tiempo que no se cuidaba a él mismo, que no respondía a sus necesidades, y por fin había encontrado el momento perfecto para hacerlo.
Era una tarde de jueves, y el resto del grupo había decidido hacer la compra del mes junto a su manager. Argumentando que el día anterior había limpiado el baño y se merecía un descanso, Hyunsuk insistió en quedarse en su casa. En realidad, no había tenido ningún tipo de intención en hacer ese tipo de cosas pero, en su defensa, estaba acostado en la cama, envuelto en miles de sábanas, y ese cosquilleo en el vientre no había cesado desde que había visto una película junto a Yonghee con escenas un poco eróticas. Al fin y al cabo, era joven y tenía que ocuparse de esas cosas; de otra forma, su humor caería en picada por las siguientes semanas.
Los gemidos en sus auriculares fueron aumentando en volumen, y Hyunsuk tuvo el acto reflejo de apretar el botón del costado del celular para bajarlo. Sabía que no había nadie en casa, sin embargo, debía tener cuidado; las paredes eran muy delgadas, y ya había tenido experiencias desagradables debido a la mala arquitectura de su departamento (y no, no tenía ganas de volver a reproducirlas en su cabeza, muchas gracias.)
De repente, la tensión en su centro comenzó a crecer a pasos acelerados, y su mano persiguió la sensación de manera casi desesperada. Empezó a exhalar con más brusquedad, las mejillas rojas debido a la sobrecarga de emociones y el capullo de calor que se había formado entre su cuerpo y las frazadas. Un pequeño gemido escapó de su boca. A pesar del audio en sus oídos, pudo escucharse con claridad; contra todo pronóstico, lejos de avergonzarse, percibir sus propios quejidos lo encendió todavía más.
En algún punto, tiró el celular sobre su costado y tapó su boca con la mano libre, tratando de ahogar los sonidos obscenos que soltaba. Hyunsuk cerró los ojos con fuerza, causando que algunos puntos blancos brillaran en la oscuridad inducida. Su corazón latía como loco, errático y acelerado, un tanto desacostumbrado a este tipo de sensaciones. Al convivir junto a otras cuatro personas, las posibilidades de intimidad para él mismo eran casi nulas. A lo largo de la semana había intentado ignorar ese cosquilleo varias veces y posponerlo para alguna ducha, pero el problema es que él no tardaba mucho en bañarse, y sería muy sospechoso si traspasaba sus 5 minutos promedio. Definitivamente, no podía dejar que esa oportunidad se le escapara de las manos.
Hyunsuk tiró la cabeza hacia atrás, los labios en forma de 'o' silenciosa. Había encontrado un ritmo que le hacía ver las estrellas. Como consecuencia, otro quejido se escapó sin querer. Dios, estaba tan cerca… tan cerca de liberarse, de conseguir lo que hace semanas quería.
Volvió a jadear. De repente escuchó —muy a la lejanía— pasos apurados y el rechinido de una puerta al abrirse, y el corazón de Hyunsuk casi dejó de latir en ese maldito instante. Con una velocidad que incluso el mismo Flash envidiaría, tomó el celular, lo apagó y luego jaló las sábanas hacia más arriba, las cuales en algún momento habían bajado hasta su cintura.
—¿Sukkie, viste mi billet—? Oh —escuchó la voz de Jinyoung, rasposa y pasmada—. Lo siento.
Hyunsuk estaba seguro que lo había visto. Iluminada por la luz proveniente del living, la cara de su hyung estaba deformada en un gesto de sorpresa espontánea.
No dijo nada. Sabía que el enrojecimiento en su rostro debía ser evidencia suficiente para demostrar lo que estaba haciendo. Hyunsuk parpadeó, y en el siguiente segundo escuchó el "tuc" de la puerta al cerrarse.
Mierda, dijo entre dientes, y puso una mano sobre su pecho, percibiendo su corazón retumbar por la adrenalina. Inhaló y exhaló con fuerza, tratando de calmarlo como podía.
En un impulso, su mano bajó hacia la dirección sur de su cuerpo, y notó cómo su erección seguía allí, anhelante de atención.
A pesar de haber sido descubierto, la excitación permanecía a flor de piel. Al presionar un poco más por sobre su jogging, su cuerpo reaccionó al instante. Hyunsuk siseó.
¿Cómo resolvería ese problema, sabiendo que Jinyoung estaba en la casa?
Hyunsuk no se animó a buscar ninguna solución. En cambio, soltó un quejido bajito y subió las frazadas hasta su coronilla, creando en su mente una serie de excusas poco creíbles para decirle a su hyung.
Mierda, repitió de nuevo, ¿y ahora qué hago?
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move my body (and make me melt away) • YoonBae
Fiksi PenggemarHyunsuk admira mucho a su hyung. Sin embargo, sueños extraños (por no decir, bueno, escandalosos) hacen cambiar su perspectiva de las cosas. (Título alternativo: Hyunsuk es joven, hormonado y necesita atención, y Jinyoung está justo en el momento in...