Harry Potter and The Secret Treasures

Capítulo 139: Almuerzo Infeliz

Ivan, Harry y Hermione dejaron el hospital de la escuela. Cuando llegaron al Gran Comedor, se dieron cuenta de que las largas mesas utilizadas por las cuatro Casas se habían trasladado a la pared. Sólo una mesa cuadrada cuatro veinte personas, estaba disponible en el centro de la sala. Los que decidieron pasar las vacaciones de Navidad en el castillo este año estaban sentados alrededor de la mesa.

Ivan no vio a Dumbledore. Su asiento estaba vacío.

Aparte de él, la profesora McGonagall, Snape, Flitwick y Hagrid estaban todos allí, al igual que el cuidador Filch.

Filch ya se había quitado el abrigo marrón de siempre y llevaba un esmoquin muy viejo y bastante anticuado. Junto al profesor Flitwick había dos estudiantes de primer año muy nerviosos, ambos de Ravenclaw; a la izquierda de Snape había un estudiante de sexto año de la siniestra Casa Slytherin.

También estaba Ron, sentado solo al final de la mesa. Nadie quería estar cerca de él.

Harry dudó un momento y se acercó a Ron, con la cara llena de preocupación.

Ivan se apresuró a sacar a Harry. No podía simplemente acercarse. Debido a lo que le pasó al profesor Lupin anoche, Harry tuvo que tener una reacción normal. Debería parecer que odia a Ron.

Si se acercaba, golpeaba la hierba y ahuyentaba a la serpiente. Es decir, Peter Pettigrew es un oponente astuto y tienen que tener cuidado.

Los tres se miraron el uno al otro, lejos de Ron, y se sentaron lado a lado con Hagrid.

Aparte de las sonrisas erráticas en la boca de Snape, el ambiente alrededor de la mesa era muy pesado y deprimido; no se parecía mucho a la Navidad. Todo el mundo almorzaba en silencio y nadie hablaba hasta que...

"Ivan, Hermione, ¿cómo están?" preguntó Hagrid con cara triste.

"No se preocupe, la Sra. Pomfrey dijo que estamos bien. Sólo necesitamos..." Antes de que Ivan terminara sus palabras, vio a tres búhos volando hacia el Gran Comedor.

Tenían tres sobres rojos en la boca y volaron directamente al asiento vacío de Dumbledore.

"¡Ya es suficiente! Esos Vociferadores, han estado gritando desde la mañana!"
La profesora McGonagall se puso de pie. Miró con furia a los tres vociferadores que los búhos arrojaron a la mesa. Las esquinas de los sobres se quemaban lentamente.

Ella sacó su varita e hizo movimientos suavemente.

Tres llamas azules surgieron sobre los sobres rojos, convirtiéndolos en cenizas en un abrir y cerrar de ojos, y salvando a los que estaban alrededor de la mesa de sus horribles sonidos.

"¡Increíble, increíble!", dijo el profesor Flitwick con voz aguda, "¡¿Están todas estas personas locas?! En realidad enviaron a Vociferadores Dumbledore. No he visto tal locura en años".

"¡Estúpidos búhos e igualmente estúpidos vociferadores!" Snape sonrió con suficiencia.

"Noté que todos estos vociferadores fueron enviados por padres de estudiantes de tu casa, Severus!" La profesora McGonagall dijo con una sonrisa.

"Gracias por recordármelo. ¡No me había dado cuenta de eso antes!" Snape tenía una sombría sonrisa en sus labios. "Pero, puedo entender por qué los padres de los estudiantes lo hicieron. En mi opinión, lo que hizo el director fue realmente inapropiado. ¿Quién hubiera pensado que el profesor de la escuela podría ser un hombre lobo? ¿Y quién iba a pensar que este hombre lobo domado atacaría a sus propios estudiantes? Con esta lección, creo que el Director será definitivamente muy, muy cuidadoso al emplear a miembros del personal en el futuro".

"¡El profesor Lupin es inocente!" Harry miró a Snape enojado y gritó impotente. "Él no lastimó a nadie, él...."

"¡Silencio, Potter! Cinco puntos menos para Gryffindor". Snape se giró para mirar a Harry y sonrió.
"No quiero saber qué hay entre tú y ese hombre lobo, pero tengo que recordarte que cuides tu tono. ¡No me grites como un cachorro de lobo sin educación!"

Harry se sentó enfadado y se obligó a no mirar a Snape.

"¡No te preocupes, Harry! Con Dumbledore ahí, el profesor Lupin estará bien". Hagrid susurró consolándole. Pero no parecía muy confiado. "Ha sido realmente horrible; no puedo contar cuántos búhos vinieron antes de estos tres con vociferadores. Han estado viniendo constantemente!"

"¿Estuvo así toda la mañana?" Preguntó Ivan sorprendido.

"Sí, tú y Hermione no estaban en el desayuno, así que no viste la escena. Delante de toda la escuela, más de 400 vociferadores explotaron al mismo tiempo".

"Se lo acabo de decir." "Harry dijo débilmente." Hagrid, ¿hay noticias de Dumbledore o del profesor Lupin?

"De hecho, hay una mala noticia", dijo Hagrid con indecisión. "Acabo de enterarme de que el Ministerio se prepara para enviar al profesor Lupin directamente a Azkaban!"

"¿Cómo pudieron hacer algo así sin un juicio?" Harry miró a Ron y sus ojos se movieron rápidamente hacia atrás. Susurró: "La acusación de Ron es obviamente ridícula. El profesor Lupin es declarado inocente".

"Lo sé, es todo por Lucius Malfoy. ¡Ese tipo ha estado haciendo bromas todo el tiempo!" Hagrid contestó enfadado. "No es que no crea en Lupin, pero si fuera yo, preferiría morir antes que ir a Azkaban de nuevo."

” ¿Es terrible ahí, Hagrid?" Preguntó Hermione con cautela.

"No puedes imaginarlo. He estado allí, hace cincuenta años, durante un par de meses, cuando fui acusado erróneamente de usar una Acromantula para matar a un estudiante en la Cámara de los Secretos". Hagrid dijo con calma: "En ninguna lugar es tan malo, pensé que me estaba volviendo loco, con todo tipo de cosas terribles pasando por mi cabeza. El día que me expulsaron de Hogwarts fue el día que mi padre murió..."

"¿Por los dementores?"

"Sí, has visto esos monstruos este año, pero probablemente no has visto miles de ellos juntos, el sentimiento de horror...." Hagrid cerró los ojos y los recuerdos dolorosos aparecieron en su rostro. "La prisión de Azkaban fue construida en una isla desierta lejos de la costa. La isla está llena de Dementores. Si te quedas allí el tiempo suficiente, ya no sabrás quién eres ni lo que significa vivir.
Todavía recuerdo que a menudo deseaba dormir y nunca despertarme cuando estaba solo. Cuando me liberaron, sentí que había revivido, y recordé quién era y por qué quería volver a vivir. Ese es realmente el sentimiento más maravilloso del mundo. Recuerdo que los Dementores no querían dejarme ir."

"¡Pero no se le declaró culpable!” Dijo Hermione.

“¿Culpable?” Hagrid gruñó enfadado. "¿Realmente crees que valoran tal cosa? A ellos no les importa. Ya tienen 500 personas allí, y han estado chupando la felicidad de todos ellos. No les importa quién es culpable y quién no".

Al escuchar las palabras de Hagrid, Harry se sintió mal del estómago y comenzó a sudar frío.
"¡No te preocupes!" Viendo la cara de Harry y Hermione, Ivan dijo apresuradamente: "El profesor
Lupin no será enviado a Azkaban. Esta noche, vamos a probar su inocencia. ”

Harry no habló, seguía pensando en Azkaban.

De repente, recordó que Sirius Black había sido retenido allí durante doce años. Debió haber sido terrible para él.