Harry Potter and The Secret Treasures

Capítulo 156: ¿Qué es un amigo?

Pettigrew de repente atrapó a Ron por detrás. Nadie esperaba que hiciera algo así; estaba demasiado cerca de él.

Ron no lo evadió; se quedó allí con la cara pálida, permitiendo que Peter lo sujetara.

Mientras Pettigrew agarraba su varita, era como una muñeca de trapo, sin hacer nada para detenerlo.

El calor traído por la escena entre Black y Harry se desvaneció instantáneamente. El estado de ánimo volvió a ser tenso, y Harry y Hermione apuntaron apresuradamente sus varitas hacia Pettigrew.

"¡Ron!" dijo Hermione preocupada, mirándolos con lágrimas en los ojos.

"¡Sucio cobarde, suelta a Ron!" Harry gritó enfadado.

Ivan no habló, pero la punta de su varita brilló intensamente.

Era él reuniendo poder mágico. Miró de cerca a Peter, buscando una oportunidad para disparar.

"Peter Pettigrew, sucio bastardo, miserable cobarde, ¡suelta a ese chico!" Black rugió enfadado, "¡no tienes remedio, debí haberte matado!"

"Enviarme a los dementores en vez de matarme directamente, eso no importa. ¡Es aún peor!" El rostro de Peter mostraba un horror extremo mientras temblaba y rogaba: "No puedo ir allí. Me chuparán el alma. Vamos, déjame ir. Sirius, solíamos ser amigos!"

"¡¿Amigos?!" Black se acercó a Peter, le dijo con coraje: "Estaba tan ciego que hice un amigo como tú. ¡Ese es uno de mis mayores arrepentimientos!"

"No, no te acerques más", gritó Peter Pettigrew señalando con su varita a Black, y luego volvió a girar, señalando hacia el pecho de Ron, "Aléjate de mí, baja tu varita, si quieres que Ron viva, haz lo que te digo, o de lo contrario...."

Su voz era la única que se escuchaba, ya que nadie más se movía.

"¡Rápido, haz lo que te digo!" Un rayo de locura resplandeció en los ojos de Peter. Él gritó: "No estoy bromeando. Te daré diez segundos más. Si hay alguien que no haya dejado caer su varita, espera enterrar el cadáver de Ron".

Ivan, Harry, Hermione y Black se miraron y dudaron.

El pequeño Peter estaba obviamente hablando en serio, realmente mataría a Ron, la punta de su varita comenzó a dar una tenue luz verde, era la Maldición de Avada Kedavra.

Harry jadeó y miró indeciso a Pettigrew.

Se arrepintió que acababa de impedir que Black lo matara. Si no lo hubiera hecho, no habrían estado en ese lugar. Para ayudar a Sirius Black a limpiar su nombre, no debía permitir que Pettigrew huya, pero no puede ignorar la vida de Ron.

Harry dudó. No sabía qué hacer.

Por un lado, estaba su mejor amigo; por el otro, su padrino. Independientemente de la persona que defraudara, se sentiría mal.

"¡Sólo haz lo que dijo, Harry!" dijo de repente Black. "Baja la varita, debemos asegurarnos de que el niño esté a salvo."

"Pero..."

"¡No hay un pero!", dijo ansioso Black. "Ese chico es tu amigo. No podemos dejarlo morir. Recuerda Harry, si un amigo está en peligro y necesita tu ayuda, tienes que hacer todo lo que puedas para ayudarlo, aunque te cueste la vida. ¡Nunca dudes!"

Al oír las palabras de Black, Harry sollozó y arrojó su varita al suelo.

"Ron, sé que estás bajo el control de Pettigrew. No sé si puedes oírme, pero aún así quiero decirte..." Harry miró a Ron y sus ojos estaban muy firmes. Gritó con todo lo que tenía: "¡Ron, eres mi mejor amigo para siempre! Como Sirius acaba de decir, ¡estoy dispuesto a dar mi vida para ayudarte! Así que, por favor, despierta ya. ”

Nadie habló. Todo el mundo miraba a Harry en silencio y escuchaba su llanto de corazón.

"¡Eres el buen hijo de tu padre, Harry!", dijo Black aliviado. "¡Estoy orgullosa de ti!"

"¡Muy bien, otros dos!" gritó Pettigrew, también tenía lágrimas que le nublaban los ojos.

Trató de no llorar. Vio a James en el joven Harry. Pensó que también estaría dispuesto a ofrecer su vida por él. Pensó en sus días de escuela con James, Sirius y Lupin. Durante esos años, se aventuraron juntos en Hogwarts, y sus huellas estaban por todas partes en el campus.

Pero ahora, no tiene nada. Lo destruyó todo con sus propias manos.

Escuchando los gritos de Harry, Peter Pettigrew se decía a sí mismo que no hacía nada malo y que esconderse detrás del más fuerte era la elección correcta.

Si fuera contra el Señor tenebroso, no habría sobrevivido tanto tiempo.

"Ivan, Hermione, no tengo derecho a preguntarles nada, pero..." Black miró a Ivan y Hermione que todavía estaban sosteniendo sus varitas.

"¡Lo sé, Sirius!" Ivan puso su varita en el suelo. Miró a Ron lentamente y dijo: "Como te dije en la oficina del profesor Lupin, a pesar de todos tus defectos, Ron, ¡no eres como el hombre que está detrás de ti! Hay una diferencia clave entre ustedes dos: Nunca traicionaste a tus amigos. Todos creemos en ti. No nos decepciones".

"¡Sí, Ron, todos creemos en ti!" Hermione también bajó su varita y sus ojos estaban rojos.
"¿Recuerdas cómo nos hicimos amigos? ¿Recuerdas que en el primer año, Harry y tú me rescataron del troll? ¿En el momento en que saliste? En ese momento, ¡fuiste tú quien derrotó al monstruo gigante! Sin ti.... ¡Sin ti podría haber muerto! Yo también ofrecería mi vida por ti".

Al ver la escena frente a él, Ron se puso pálido y su cara estaba llena de dolor.

Peter lo estaba guiando a retirarse lentamente del lugar.

El cuerpo de Ron se estremeció incontrolablemente. Peter estaba dando nuevas órdenes en su mente, pero Ron no podía oír una sola palabra. Sólo podía pensar en lo que Harry, Ivan y Hermione le dijeron.

Les hizo tantas cosas malas, pero aún así lo consideraban un amigo.

Temblaba. Antes pensaba que era similar a Peter Pettigrew, un héroe incomprendido. Pero lo que vio ahora es que Peter era un humilde y cobarde miserable y el culpable de todas estas desgracias. Y ahora, lo está ayudando y traicionando a sus amigos.

Aunque todavía bajo el control de la Maldición Imperius, Ron de repente estalló en lágrimas y lloró como nunca antes.

De repente se encontró a sí mismo como un bastardo, un bastardo de la peor clase.

Fue como el año pasado, cuando prefirió creer en un extraño diario y en un malvado mago de la oscuridad, antes que en sus amigos.