Capítulo 15

2.7K 164 17
                                    

-Estoy agotada.- Dijo Maya una vez que habían terminado de ver la película que Carina había elegido.

-Vamos a la cama.- Habló Carina ayudando a Maya a subir de nuevo a la silla.

El médico le había explicado el método más sencillo para poder hacerlo sin que se hiciese daño y para que le resultase lo más fácil posible. Sabía que durante un tiempo tendría que ayudarla aunque a la morena eso le supusiese un gran problema, por suerte Maya estaba en forma y sus brazos eran capaces de alzarla sin necesidad de demasiada ayuda.

-¿Las dos?- Preguntó pícaramente la rubia bajando su manos al culo de la médico forense.

-Realmente mi dormitorio está arriba, he arreglado el despacho para que puedas estar cómoda sin problemas.- Aseguró entonces Carina.

-Eso no responde a mi pregunta.- Dijo una vez sentada en la silla.

-Dormiremos juntas si es lo que quieras.- Aseguró Carina empujando la silla hacía el baño para que Maya pudiese ducharse.

-Esto es humillante.- Dijo entonces Maya al verse dentro del baño sin poder hacer nada.

-Claro que no.- Aseguró entonces Carina.- Es excitante.- Dijo guiñándole un ojo.

-No lo veo como tú...- Aseguró Maya.

-Te he colocado una barra en el lateral del váter para que puedas moverte tú sola, Thomas me ha dijo que es muy bueno que puedas hacerlo sola y creó que tu físico ayudará mucho.- Dijo ignorando sus palabras y guiñándole un ojo pícaramente.- Para ducharte tengo una silla, sólo te ayudo a sentarte lo demás puedes hacerlo tú, aunque no me negaría a meterme contigo.- Aseguró contenta intentando quitarle gravedad al asunto.

-Hoy no necesito ducharme, lo han hecho las enfermeras esta mañana.- Aseguró Maya mirándola correspondiendo a la sonrisa, sabía lo que estaba intentando hacer.

-Vale, te traeré el pijama para que te cambies.- Dijo Carina saliendo del baño.

Maya se quedó mirando a su alrededor y se dio cuenta de que Carina lo tenía todo planeado, había adaptado el baño para que ella pudiese moverse en él, lo que más le sorprendía es que lo había hecho en tan solo unos días. El espejo estaba más bajo al igual que el lavabo dándole la facilidad de mirarse y poder hacerlo casi todo, una sonrisa iluminó su rostro sin poder evitarlo. Esa mujer era capaz de cualquier cosa y lo estaba comprobando.

-¿Qué pasa?- Preguntó Carina que volvía con la ropa en la mano.

-¿Cuándo has hecho todo esto?- Preguntó entonces Maya mirando todo a su alrededor.

-Lo mandé a hacer cuando me enteré de tu diagnostico.- Dijo Carina agachando la cabeza avergonzada.

-Lo tenías todo pensado.- Habló Maya tirando de la mano de Carina para que se sentase en el váter y poder mirarla a los ojos.- Gracias, eres lo mejor que me podía haber pasado en la vida.

-Maya...- Murmuró la morena cogiendo las manos de la detective.- sólo quiero que estés cómoda.

-Esto es mucho más que eso, no sé cómo te lo podría agradecer.- Dijo la detective reduciendo la distancia entre ambas para darle un beso.

-Puedes recuperarte, con eso sería la persona más feliz de este mundo.- Aseguró Carina mirándola fijamente a los ojos.

-Lo intentaré.- Murmuró Maya posando sus labios de nuevo sobre los de la otra mujer.

-Voy a cambiarme, llámame si necesitas algo.- Dijo Carina levantándose para dejar a Maya en el baño.

La detective sonrió y comenzó a quitarse la parte de arriba con alguna dificultad, tras ponerse su camiseta de tirantas blanca pensó en la mejor manera para cambiarse y poder ponerse los pantalones de chándal que su madre había metido en la maleta. Con bastante esfuerzo consiguió quitarse los pantalones que llevaba y se metió los otros hasta los muslos viendo que el resto sería muy complejo se agarró a la barra que Carina había dicho y se dejó caer sobre el váter pudiendo así subírselo. Una gran sonrisa nació en su cara al ver que había conseguido cambiarse, algo a lo que antes no le daba importancia hoy conseguía hacerla sentir bien.

Descubriendo el amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora