Cap. 1

50 2 0
                                    


Cada que recuerdo mi infancia o adolescencia vienen recuerdos de cuando mis padres peleaban o tiraban cosas al suelo, haciendo que se rompan en mil pedazos, nunca pude entender cómo es que seguían juntos, no se notaba ninguna pizca de amor entre ellos dos, y eso me hacía pensar muchas cosas... ¿Se puede estar con alguien sin sentir amor? Tal vez era mi culpa, mi existencia arruinaba todo lo que ellos quisieron hacer, o en si, sus planes a futuro, y el amor que tenían ya no estaba... O simplemente no eran mates. Una niña de 6 años no estaba conciente de ese tipo de cosas.

En mi mundo habitan seres de diferentes tipos, lobos, demonios, magos, brujas, vampiros, etc. Había paz y armonía, bueno, a veces. Yo era una loba, era más pequeña que las demás en mi manada, pero aun así era rápida y fuerte.

Mi mirada estaba perdida, escuchando solo los gritos de mis compañeros en toda la cafetería, me molestaba que nunca estuvieran en silencio, pero no negaré que yo también a veces me pongo así.

— La fiesta será en casa de Nicolás, espero y si vayan, sería aburrido estar sola... Hazel, ¿irás a la fiesta?—pregunta Cassandra, mi mejor amiga. La miro, tiene un cabello negro hasta los hombros, y sus ojos marrones buscan una respuesta, asiento un par de veces y sonrío.

— Claro que iré, sería divertido estar con ustedes en esa fiesta—admito y río un poco. Luego de eso mi mirada comienza a escanear los alrededores, encontrándome con un grupo de cuatro chicos... Me llamaban la atención, los conocía, eran Math, Trent, Nathaniel y Elías... Eran conocidos en el colegio, y como no, eran guapos a pesar de tener 15 años.

Cassandra al notar donde estaba mi mirada, sonríe, y bueno, mi otra amiga y mi hermano, Stefany y Eric, no dudaron en mirarlos también. Eric y yo éramos mellizos. 

— Okay, pero no me vas a negar que el grupito de Math, todos son guapos—comenta mirando a aquel castaño que nombró.

— Bueno... Si, son guapos, los cuatro, no tengo porque negarlo. Pero... Los chicos son idiotas—río y tomo de un poco de mi jugo—Ademas Elías es muy raro para mi gusto, aunque de todos modos es guapo—admito y bostezo, la verdad es que no me interesaban los chicos en estos momentos, al menos no los de mi edad, aunque es diferente un amor platónico que un chico pues que esta contigo y cerca de ti—o sea... Es... Interesante en algún modo, no es tan parecido a los demás chicos.

— Uhm... Interesante, ¿eh?—pregunta Stefany, ruedo los ojos sin tomarle demasiada importancia.

— Si, interesante, pero eso es todo—lo seguía mirando, veía su cabello pelinegro brillar un poco, se veía suave y la verdad, tenía ganas de tocarlo... Los miraba hablar, pero al ver que Elías pues también me observa, mi rostro comienza a calentarse un poco...

Aquella mirada intensa, azul contra verde... La verdad es que su mirada era intensa y bueno, me hacía sentir nerviosa, sentía miles de mariposas en mi estómago, no sabía qué pasaba conmigo, pero mi loba la cual se llamaba Zoe, me decía que me relaje y que no me ponga nerviosa, que todo está bien y que vaya a hablarle. La ignore, no lo haría, qué vergüenza ir a hablarle, tal vez me comporte como una tonta...

— ¿Estás bien? Te pusiste roja de repente—comenta Cassandra tocando mi frente, no dudo en apartarme y reír un poco.

— Si, estoy bien... Me dio algo de calor, así que tranquila. Van a mi casa saliendo del colegio, así nos cambiamos y nos vamos—comento, incluyendo a todos en aquella mesa. 

Nos levantamos y no dudamos en ir a nuestra siguiente clase, la cual era en el gimnasio, odiaba esa clase, solo porque no tenía una condición física buena, la mayor parte del tiempo siempre me faltaba la respiración y bueno, no hacía nada el resto de la clase, y eso era genial, al menos para mi. Al estar ahí me voy a cambiar de ropa, y al terminar me voy a las pequeñas gradas que estaban ahí buscando a Cassandra, al no encontrarla, me dedico a buscarla, y mientras tanto comenzó a llegar un grupo de alumnos al lugar, no sabía el por qué estaban ahí, pero bueno. Sigo buscando, hasta que choco con alguien.

Calla y bésameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora